Cartas A Mi Mejor Amigo.

XI

Hoy saliste a recibirme con un brazo roto y yo con unas ojeras terribles.

Me dijiste que te habías caído por las escaleras en el trabajo.

Yo te dije que el trabajo me tenía estresado. No iba a decirte que el viaje era para una transfusión.

Al final, ambos compartimos otra cosa: Las mentiras.

-J