XXVIII

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Recuerdo que solía llamarte L. Aunque no recuerdo porque. Me sería de gran ayuda ahora mismo recordarlo, pues tantas cartas no pudieron dejarme olvidar tan fácil.

Nunca escribí la fecha de ninguna y solo pude ordenarlas cronológicamente por lo que describía de mi enfermedad. Me toca ser el mártir de esto tan nuestro. Te las dejo todas.

No hagas nada más que leerlas, para cuando las encuentres ya estaré de nuevo lejos de la ciudad. Haz lo que creas conveniente con ellas, que ahora son tuyas; siempre han sido para ti, L. Y me hace sentir culpable dejartelas, si es que todavía podría dolerte, yo, dolerte a ti, de la misma manera en que me dueles. Eso, me siento culpable en dejartelas, pero tenía que dejarlas en algún lado.

Ten siempre un bello día. Yo ya tengo uno.

-J

Cartas A Mi Mejor Amigo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora