En estos momentos lo que más odio es la irritante luz del sol que entraba por la ventana y a Louis por no cerrar la cortina.
Me removí en la cama y choque con una ancha espalda bronceada. Grite y me levante de la cama rápidamente, el chico solo gruño y se dio la vuelta.
¿Quién era este tipo y que hace en mi cama del hotel?
De pronto el chico abrió los ojos, miro para todos lados y se levantó de la cama con una notoria cara de sorpresa.
Examine al moreno y estaba desnudo, ¿porque estaba desnudo? Y note que yo igual lo estaba, ¿porque yo estoy desnudo? ¿Porque ambos estábamos desnudos? ¡¿Que hice anoche?!
– ¿Quién eres tú? –pregunto el moreno alterado.
–esa pregunta la debería haber yo, estas en mi habitación –tome un bóxer que encontré en el suelo y me lo puse.
–Soy Zayn Malik –Zayn busco un boxers también y se lo coloco.
–está bien Zayn… soy Niall Horan. ¿Tienes idea de qué diablos hicimos anoche? –le pregunte
–pues... como todo esta tan desordenado y nosotros estábamos desnudos, es obvio que…
–sh, no me lo digas –le interrumpí –no estoy orgulloso de ello.
– ¿tú crees que yo sí? –me pregunto el con ironía
Puse los ojos en blanco. ¿Quién podría saber que paso anoche? Enseguida pensé en mi amigo Louis. Comencé a buscar mi teléfono como loco por la habitación, hasta que di con los jeans que use anoche y justamente mi teléfono se encontraba en uno de los bolsillos.
– ¿Qué? –dijo mi amigo cuando contesto.
– ¿Dónde estás?
–en el restaurant, tengo hambre.
–bien, quédate ahí, necesito hablar contigo.
–claro que tienes.
Louis finalizo la llamada.
– ¿listo para descubrir que paso ayer? –le pregunte a Zayn mientras me ponía los mismo jeans de ayer.
–creo.
***
Al bajar al restaurant pude divisar fácilmente a mi amigo que estaba sentado en una mesa con la vista en teléfono. Típico.
–Louis –le llame para que así pueda notar mi existencia.
–Niall –despego la vista del teléfono – ¡felicidades! –soltó una risa de loco.
– ¿Cómo que “felicidades”? –Hice comillas con mis dedos – ¿sabes que paso anoche, verdad?
De nuevo soltó la risa de loco. Parecía ebrio, pero él era así casi siempre. Con o sin alcohol de por medio.
–claro que sí. ¡Te casaste amigo mío!
«Te casaste…» Esas palabras hicieron eco en mi mente y enseguida sentí un escalofrió recorrer mi cuerpo. Esto era tan… sorpresivo. No puedo creer que esté pasando esto. Mire de reojo a Zayn y note que estaba aturdido al igual que yo, ambos en un estado de shock.
– ¿Qué acaso no notaste el anillo que llevas? –escuche decir a Louis.
Si, efectivamente en mi dedo anular estaba un anillo de oro –oh bueno, una imitación barata- . Zayn también miraba el anillo que tenía sin quitar esa cara de asombro que tenía desde que Louis nos dijo que estábamos casados.