Para todos los que quieran un momento Larry. Gracias por leer, por los votos y la paciencia. Los amo xx.
NARRA LOUIS
Baje del avión junto con Harry caminando juntos para buscar el equipaje de cada uno. Acabamos de llegar de unos días extras en Las Vegas.
Sentí su mano tomar la mía y sentí la gran diferencia de su mano con la mía; la suya era tan grande y suave y la mis tan pequeña y frágil. Pero también sentía como encajábamos a la perfección.
— ¿dónde iras ahora, Louis? —me pregunto. su mano aun sujetando la mía y mirándome con una hermosa y nerviosa sonrisa en su rostro.
Me encogí de hombros.
—Creo que iré a Doncaster a ver a mi familia.
—oh, está bien... —miro otra vez hacia la calle para ver si venia algún taxi.
Conozco a Harry desde solo hace unos pocos días, pero ya estoy al tanto de sus movimientos y pensamientos. Y sé que ahora pensaba en algo.
— ¿tienes alguna otra idea, Hazz?
—sí. -dijo decidido —quédate en mi departamento conmigo.
—yo... um... no lo sé.
Harry me miro suplicándome con su mirada que aceptara su oferta, y claro que quería aceptarla. Pero también quería estar con mi familia.
—Solo este fin de semana —declare.
Harry mostro esa sonrisa hermosa que solo él posee y me abrazo, casi levantándome del piso. Me susurraba cosas al oído mientras me daba vueltas aun abrazándome. Algunas personas a nuestro alrededor tal vez piensen que somos una pareja que acabamos de encontrarnos después de tanto tiempo, y, dios, sí que era un buen plan; Harry y yo juntos, como algo más que amigos.
Cuando el rizado termino con el abrazo me sentí desprotegido un segundo, pero el puso sus manos sobre mis hombros y me sonrió. Nuestros ojos se encontraron.
—eres genial, ¿lo sabes? —me dijo Harry.
—lo sé —le guiñe un ojo.
—Idiota —arrugo sus nariz —ven, vamos por un taxi.
***
—Lamento si está un poco desordenado, no he estado aquí por un tiempo.
Harry abrió la puerta de su departamento revelando una pequeña sala con algunas cosas en el piso y las cortinas estaban cerradas sin permitir a la luz del día entrar, y eso era todo.
Si quiere ver un lugar desordenado sería mejor conocer mi habitación. Exagerado.
—Harry, deja de preocuparte, ¿sí? Está bien.
Mi rizado suspiro y me hizo una seña para que pasara.
— ¿quieres algo de comer?
—no, gracias.
— ¿café?
—no.
— ¿galletas?
—Harry, ¡estoy bien!
Ambos reímos.
—lo siento. Estoy algo nervioso.
Mira hacia sus desgastadas botas café y muerde su labio, es tan adorable. Me acerco a él y levanto su rostro y le sonrió.
—no tienes por qué estarlo. Solo soy yo.
—es por eso que lo estoy...
No. Puedo. Creerlo. Harry Styles no acaba de decir que está nervioso porque estoy aquí. Oh Dios mío, estoy en un departamento con Harry Styles... Solos. ¿Por qué me siento tan raro?
— ¿quieres ver una película? —Harry cambia de tema y vuelve a ser un Harry seguro de sí mismo.
Minutos después estamos en su sofá con una manta sobre nosotros y comida de microondas. Riendo a carcajadas por las locuras que pasan por la pantalla.
—me alegra tanto de que estés aquí, Louis.
—me alegra tanto estar aquí, Harry.
Después de intercambiarnos sonrisas volvimos a prestar atención a la película. Nuestros brazos estaban juntos y yo sentía un hormigueo en él y mariposas en mi estómago. Cada momento que paso con Harry siento que me enamoro mucho más, aunque lo niego porque llevamos tan poco tiempo junto. Pero no me importa; quiero gritarle a todo el mundo que estoy enamorado de un chico rizado de ojos verdes y espero que él me ame tanto como yo a él.
—creo que te quiero. —susurro mi rizado.
No era un "me gustas" o un "te amo", pero era algo intermedio y solo con eso me basta.
—creo que te quiero también.
Y todo lo demás fue tan rápido: La sonrisa de Harry. Harry acercándose. Los labios de Harry sobre los míos. Yo devolviéndole el beso a Harry.
Sus labios eran suaves y expertos, sabían a comida de microondas y a un interesante sabor a cereza. Esto se sentía tan bien, creo que encontré mi nueva droga.
—Louis... —susurro con voz ronca y seductora.
— ¿sí?
—es tarde. Vamos a dormir.
Nos levantamos del sofá dejando todas nuestras cosas ahí, no nos importaba, ya no nos importaba nada excepto nosotros. Cuando ya estábamos tumbados en la cama de Harry (que olía a él) solo estábamos mirándonos el uno a otro sin decir una palabra. Aún en la oscuridad puedo ver todas sus facciones así que paso mis dedos por sus mejillas y él se ríe porque eso le causa cosquillas.
—Louis...
—¿sí?
— ¿quieres...?
— ¿quiero...?
— ¿...ser mi novio?
Le sonrió y asiento feliz. Él también me sonríe y comienza a repartir pequeños besos por todo mi rostro. Reímos.
—Me haces feliz —me dice.
—cállate y bésame, tonto.
Lo acerco hacia mí y lo vuelvo a besar sintiendo su sonrisa.