Doy dos toques suaves en la puerta del despacho de Papi y la abro con mucho cuidado asomando mi rostro por la abertura, Papi está sentado en su escritorio observando fijamente la computadora con el ceño fruncido y sus enormes gafas de trabajo, apoya su espalda en el respaldo de la silla suspirando.-Papi~...-. Le digo con voz cautelosa alargando la última vocal, levanta sus ojos un momento y su ceño se relaja al verme.- ¿Qué sucede cariño?-. Su tono es tierno cuando me habla, siempre es así.-Papi ¿Quieres jugar conmigo? YoonGi está aburrido-. Hago un puchero con mis labios y termino de abrir la puerta para ir hacía el con pequeños pasitos y las manos enlazadas en mi espalda, me balanceo sobre mis talones al llegar a su lado esperando por su respuesta.-Bebé, papi está ocupado ahora, debo enviar estos archivos en un rato-. Asiento lentamente aun con el puchero en mi boquita y me acerco para sentarme suavemente en su regazo.-Bebé...- lo abrazo quedando mi rostro escondido en su pecho y pone su mentón en mi cabello mientras acaricia mis muslos con sus manos.- ¿Estás cansado papi?-. Lo interrumpo y siento su asentimiento cuando sus brazos rodean mi cintura.-Entonces YoonGi te hará sentir bien cuando termines el trabajo Papi-. Dejó un pequeñísimo beso sobre su pecho y salgo de su despacho.
No sé cuánto tiempo ha pasado cuando escucho la puerta de su despacho abrirse, sigo con la vista fija en "La bella y la Bestia" que puse en el televisor de la sala, escucho puertas abrir y cerrarse una tras otra y suelto una risa, Papi me debe estar buscando en mi habitación y en el cuarto de juegos, me hago un ovillo en el sofá y sé que él no me vera hasta que se acerque lo suficiente.-Príncipe ¿Dónde estás? -. Una sonrisa sale de mis labios y escucho su voz lo bastante lejos para permitirme dejar escapar una risita suave.
Dejo de escuchar sus pasos y fijo mi atención de nuevo en la película con la manta cubriéndome casi completamente dejando una pequeña abertura para mis ojos, Bella está entrando en el castillo por primera vez dando pasos cautelosos, siento una sombra que me acecha a mis espaldas y me paralizo.- Aah, aquí estas príncipe-. Se agacha y posa sus labios sobre mi cabeza encima de la manta en un corto beso y dejo salir una risa traviesa.- Papi me ha encontrado~-. Mi voz suena amortiguada por el capullo de mantas afelpadas en el que me escondía.- Así es bebé y dijiste que jugarías conmigo cuando terminara-. Descubro mi rostro al bajar la manta y me acaricia la mejilla con la dulzura propia de él.- Siii, quiero hacer sentir bien a Papi-. Me incorporo en el sofá con mis manos en el respaldo para inclinarme cerca de su rostro.-Muy bien príncipe entonces... ¿Te gustaría ponerte el traje de gatito?-.Su aliento choca en mi rostro, tiene esencia a menta y lo inspiro con gusto.
Papi siempre huele delicioso, desde que comencé a ser su baby boy he descubierto cosas sobre él, como el hecho de que es perfeccionista, le encanta el orden, es dulce conmigo, su aliento es dulce y fresco como la menta, tiene un olor natural muy varonil que me hace delirar cuando escondo mi rostro en su pecho, le gusta que lo despierte con pequeños besos por la mañana, le gusta abrazarme para dormir y nunca me castiga a menos que hiciese algo realmente malo.
Corro hasta mi habitación y abro el gran armario, dentro de esté un sinfín de diferentes trajes que Papi ha comprado para que juguemos juntos, acaricio con mis manos las prendas buscando el traje de gatito, hay algunos vestidos de maid, vestidos de princesa, faldas de tul de colores pastel, grandes sweaters tejidos de color claro, hasta que encuentro un muy pequeño bóxer negro con una colita de gato atado a este con un moñito rosa, abro el primer cajón y tomo unas orejitas de gatito, un collar con un cascabel y unas medías altas negras, me visto rápidamente dejando mi torso desnudo y me doy un vistazo en el espejo acomodando mi cabello antes de salir.
Papi está sentado en el sofá con la vista pegada en el celular, sonrió suavemente cuando lo veo y me acerco sigiloso, me paro frente a él y tomo la suave colita de gato con una de mis manos moviéndola delicadamente mientras me muevo sobre mis talones.-MIAU-. Hago el sonido de un gatito y Papi voltea a verme sonriendo, hay un brillo especial en su mirada, como si dentro de ella hubiera llamas ardiendo y esa mirada que me encanta solo la tiene cuando jugamos.
.-Ven aquí Kitten-.Palmea su regazo, me tiende una mano esperando que la tome y así lo hago, me atrae hacía el y me siento en sus piernas con un poco de timidez, aún tengo la colita suave en mi mano moviéndola y su mirada se dirige a ella.-Te ves tan tierno vestido así-. Sube una mano a mi mejilla y la acaricia suavemente.-Miau~-. L e ronroneo en respuesta a su caricia y escucho la suave risa que sale de sus labios, Papi siempre es así conmigo, es dulce y pasional al mismo tiempo.
La palma de su mano baja acariciando mi cuello y cierro los ojitos por inercia, el pequeño cascabel resuena cuando el collar se mueve un poco, siento la humedad de sus labios cuando deja un pequeños besos donde pasó su mano, con mis ojitos cerrados solo me dedico a sentir las caricias que da papi por mi cuerpo hasta llegar a mis muslos acariciando sobre la tela de las medias, pequeños suspiros se escapan de mi boquita y siento la sangre acumularse en mis mejillas.
Su aliento me hace cosquillas por donde pasa y muerdo mi labio inferior conteniendo vergonzosos sonidos, enrosco mis dedos en su camisa y siento las yemas de sus dedos pasar por el interior de mis muslos, un muy pequeño jadeo se escapa de mis labios y me tapo la boca con mis manos, ríe suave y deja de dar los besos en mi pecho para pasar su nariz entre mis deditos.- ¿Por qué te cubres Kitten?-. Susurra entre mis dedos y su aliento choca en mis labios, niego un poco moviendo mi cabeza lado a lado sin abrir mis boquita para evitar jadear de nuevo.- ¿Te da pena que te escuche?-. Su lengua lame uno de mis dedos y me sobresalto.-Me encanta escucharte...amo cada sonido tuyo...amo cada cosa que venga de ti-. La punta de su nariz hace una pequeña presión en mis deditos y termino por quitarlos de mi boquita.-Bien hecho precioso-. Sonrió ante su halago y siento sus labios cálidos robarme un beso...dos besos...tres besos.
Dejo de contarlos en mi mente y me aferro al cabello rubio de papi suspirando sobre sus labios cada vez que siento su lengua delinear mi propio labio inferior. Sería un buen chico hoy y lo haría sentir bien como él hace conmigo cada noche, haría lo que me pidiera para que deje de tener el ceño fruncido cuando trabaja, le daré todos los dulces y apasionados besos que él quiera.
Mi recompensa vendría más tarde después de jugar, Papi me llevará hasta la ducha y me bañará con ese shampoo verde que deja burbujas enormes en la bañera, tallara mi cuerpo con cuidado limpiando cada rastro de lo que hicimos antes y besara cada linda marca que hayan dejado sus besos. En la habitación me vestirá con una tierna y suave pijama, al final se abrazara a mi cintura susurrándome lo hermoso que soy y lo mucho que me ama hasta que me quede dormido por las caricias que hace en mi cintura, porque papi es así, es rudo en el exterior pero solo yo conozco lo dulce que es, solo yo conozco sus labios sabor a miel.
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