Ep. [6]

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   En dos semanas, tal y como Hana había predicho, las actividades en BigHit disminuyeron momentáneamente e incluso los chicos disfrutaban de una merecida semana de descanso, al menos hasta la fecha de su concierto aquí en Seúl como cierre final de su sexta gira mundial en el que promocionaban su álbum Wings.

   Este año había sido todo un éxito para ellos, logrando superar el millón de ventas y entrar en los Billboard 200, incluso dado a que las entradas en Estados Unidos se vendieron en cuestión de minutos se agregaron a último momento más fechas al cronograma preestablecido. Aquello fue un golpe de felicidad para todo el equipo. Sin duda se merecían el reconocimiento y cada muestra de amor de sus fans en todo el mundo.

   En lo referente a su descanso, cada uno se sumergió en sus responsabilidades y/o deseos individuales. En el caso de Nam Joon, iría a Myeong-Dong a grabar su nuevo sencillo. Tae tenía grabación para el drama "Hwarang". Suga, había pasado dos días en un proyecto de sonido, inspirado en una nueva canción, por lo tanto ahora dormía plácidamente, habiendo advertido con anticipación que nadie tenía permitido molestarle por nada en el mundo. Hope fue a pasar tiempo con su familia al igual que Jimin y Jin. Y Jung Kook, bueno... Jung Kook estaba ahora mismo en la puerta de mi casa.

   Sentado en los escalones de cemento de la entrada, con su porte confiado, vistiendo casual un buzo canguro gris claro y unos modernos jeans negros rasgados en las rodillas, está perdido en la pantalla de su celular con la capucha puesta y el flequillo rozándole un ojo. La fina línea de su labio se ve algo rígida hasta que levanta la mirada y se percata que he llegado. Entonces me sonríe. ¡Uf! Como siempre, se ve tan hermoso y seductor que casi quiero morderlo.

   Sonrío. No me ha advertido de su visita por lo que estoy sorprendida de principio, aunque ciertamente alegró mi aburrido día de trabajo.

   Se levanta y con aire presumido coloca las manos en los bolsillos del buzo y amplía su sonrisa a la espera de que lo reciba.

—Annyeong —saluda divertido por mi expresión sorprendida y probablemente por lo mucho que debo estar babeando al observarlo cuidadosamente en silencio.

   Carraspeo, incapaz de saludarlo sin colgarme de su cuello y besarlo hasta quedarme sin aliento a la vista de cualquier vecino.

   Me apresuro hacia la puerta y lo invito a pasar. Y en cuanto la cierro, su cuerpo ya está cubriendo por completo mi espalda en un abrazo entusiasta, que me hace cerrar los ojos para disfrutarlo mejor.

   Me volteo aún entre sus brazos y al fin puedo besarlo como tanto deseo sin restricciones. Un beso lento y cálido, que decía más que cualquier palabra de cariño.

   Ese día se quedó conmigo. Preparé la cena, mientras mi piromaníaco y actualmente romántico novio se había dedicado a prender velas en cada rincón, en especial en la habitación. Sin duda cuando se lo proponía podía ser ingeniosamente tierno. No solía tener con frecuencia detalles encantadores como esos y el hecho que lo hiciera en los momentos menos esperados era algo que me gustaba de él.

   Nos aglutinamos sobre el sillón con palomitas y chocolate caliente para ver una película, e interactuamos constantemente entre mimos y besos juguetones, que dieron como resultado que no fuésemos capaces de ver el final. Acabamos demasiado cariñosos, cachondos y sin ropa.

   Me hizo el amor. Lento. Por primera vez nadie nos tenía en alerta. Disfruté de sus caricias meticulosas y apasionadas durante toda la noche, como si el tiempo se hubiese detenido solo para nosotros. Como si el mundo no nos requiriese en absoluto y nos hubiese dado un momento de paz para amarnos sin restricciones. Su especial dedicación al consumirnos en ese amor cálido y vivaz que nos unía a ambos se convirtió en mi día favorito del año.

⚘No más que yo⚘║ JungKook, tú y Jimin ║ [Editando y resubiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora