Emma.
-¡Prima!- escuché que me llamaban. Me giré a la voz y bostecé.
-Hola Charly- murmuré. Mi primo me observó.
-¡Dios! Luces...horrible.
-Lo sé.- me tapé el rostro con la sábana.- ¿Qué haces aquí? Tú jamás me visitas.
-Pues, ¡porque tú has dejado de hacerlo! Es un hermoso día y tú estás durmiendo.
-¿Y?
-Oh, vamos Emma, levántate, vamos a pasear un poco.-me sacó la sábana de la cara.
-No quiero. Estoy cansada.
-Eso es mentira y lo sabemos.- me cubrí otra vez- Emma, por favor.
-¿Por favor qué?
-¿Vamos a pasear? Prometo comprarte helado.
Respiré profundo, traté de auto convencerme que debía ser buena, al fin y al cabo, Charly estaba siendo amable. Nadie puede obtener algo semejante de él y me ganaba un helado por ir. Me destapé y lo miré.
-Bien. ¿Adónde vamos?
Al final me llevó a un parque. Me alegró porque era algo tranquilo y todos sabemos que Charly era tumultuoso. O sea, la vida para él es una fiesta, todos los días está alegre, gritón e inquieto.
El parque era tranquilo, los niños iban y venían a los juegos, el viento soplaba una ligera brisa fría. El otoño se estaba acercando bastante rápido. El verano paso en un abrir y cerrar de ojos.
Mi primo se acostó en el suelo y se puso a tipear su teléfono todo el rato.
-¿Para esto me sacas a pasear? ¿Para estar con él telefonito?
-Claro que no.
-No, ya veo.
-¡Sólo envío un mensaje! Listo, ya lo envié.- dejó el teléfono a un lado y suspiró- ¡Qué lindo día!
-Si...-el sol calentaba nuestros rostros- lo es.
Estuvimos un rato en silencio, y como él no puede estar sin hablar o llamar la atención, preguntó.
-Oye, me contaron que te vieron con un amigo, David ¿qué pasó con él?
-¿David? ¿Qué David?- me hice la tonta. Como si pudiera olvidarme del chico lindo que fue tan amable, atento conmigo, dejándome dormir en su casa para escaparme de la fiesta alborotada de mi primo. Lástima que yo salí huyendo apenas salió el sol y ni siquiera pude agradecerle todo lo que hizo por mí. Arranqué un poco de pasto al recordar eso.
-Vamos, sabes de quien hablo. Alex me dijo que te vio con él.
-No fue nada. Sólo hablamos y bailamos una canción. Nada importante.
-Bueno, parece que para él si fue importante...
-¿Qué quieres decir?-exclamé nerviosa.
-Estuvo preguntándome por ti.
-¿Y qué le dijiste?- me ponía cada vez peor.
-Pues la verdad. Que hace mucho no te veo porque no vienes a casa.
-Y no. Con esas fiestas ridículas que haces...
-¡Oye! Esas fiestas dejan un buen dinero.-repuso ofendido- Es más, tengo un proyecto en mente y parece que se me está dando.
-¿Qué cosa? ¿Pondrás un bar?- dije con sarcasmo. Charly en vez de ofenderse o negarlo, sonrió y asintió emocionado.- ¿Hablas en serio?
-Un amigo me consiguió el lugar. ¿No es genial?
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Siempre te amaré
Teen Fiction-¿Que haces ahí parada?- mi mamá se me quedó mirando. Me sentí una boba sonriéndole. -Nada.-contesté. Me encogí de hombros y me dispuse a ir a la cocina. -Tienes que tomar tu medicación. -dijo. El tema es que, en todo ese remolino de desgracias en l...