Los gritos de Carl por el intercomunicador y la visión del tanque que se aproximaban me dejaron aturdido por unos instantes, pero una disparo en el marco de la ventana,me volvió a la realidad.
- ¿qué hacemos? tienen un tanque y parecen mejor entrenados que el otro grupo- pregunté por el intercomunicador.
- nos retiramos, el único problema será transportar a Carl- dijo Susan desde el otro lado.
- no se preocupen por mí, no tengo chances de sobrevivir, si la pérdida de sangre no me mata la radiación se encargara de ello - dijo Carl
- no te dejaremos, no digas tonterías- sin embargo lo que decía era cierto la radiación por muy pequeño que fuese el agujero en su traje ya se encontraba en contacto con su cuerpo.
- sabes que tengo razón, déjenme con las tres granadas y una de las armas así los cubro mientras escapan- la voz de Carl sonaba segura sin ningún rastro de temor.
Donde había quedado aquel hombre temeroso que quería permanecer en el refugio por siempre y no volver a salir de éste nunca más.
- tiene razón, ya ha perdido mucha sangre y el tanque está a unos mil metros, tenemos suerte de que no haya disparado contra alguna de las torres aún- dijo Susan.
- de acuerdo, Carl tira una granada como distracción y comencemos nuestra retirada, te lo agradeceré por siempre Carl, cárgate a todos esos malditos-
- haré lo mejor que pueda, te extrañare amigo- respondió Carl.
Al sonar la detonación abrí la puerta y comencé a bajar las escaleras a toda prisa, mientras bajaba vi como salían algunos disparos desde la torre de al lado y como Susan descendía rápidamente como yo.
Cuando llegué al suelo, el tanque se encontraba peligrosamente cerca y estaba apuntando hacia mi torre. Un estruendo y luego la imponente fortificación en la que unos segundos antes me había escondido comenzó a desmoronarse frente a mis narices amenazándome con aplastarme.
- muévete idiota- Susan me gritaba por el intercomunicador- corre hacia el auto de Carl, me ha dado las llaves.-
- si lo siento- respondí volviendo a la realidad.
Si no hubiera sido por el grito de Susan la torre viniéndose abajo me habría aplastado. Vaya forma de morir estúpida en semejante infierno en el que si no te mataba la radiación lo hacia una bala, o en mi caso un torre derrumbándose. Corrí como si no hubiera un mañana evitando las minas hasta el auto de Carl. Cuando lo alcancé una segunda detonación se escuchó y la segunda torre, en la que se encontraba Carl comenzaba a derrumbarse.
-será mejor que subamos al auto y nos alejemos a toda prisa- gritó Susan por encima de las explosiones y el ruido de la torre cayendo.
Subimos y al tratar de arrancar el auto no encendía, genial no podíamos tener peor suerte. Intenté devuelta y nada. El tanque había comenzado a pasar la línea de la frontera
- mierda arranca- no podía estar más frustrado, después de tanto esfuerzo no podíamos escapar por el maldito auto. Si no huíamos la muerte de Carl sería en vano.
-déjame intentar a mí- dijo Susan.
Susan metió las manos debajo del volante y sacó dos cables, uno blanco y uno amarillo, los arrancó dejando al descubierto el cobre.
-cuando te diga arranca- dijo Susan, luego hizo contacto entre los cables blanco y amarillo- ahora-
Giré la llave y el motor rugió. Era perfecta, además de ser hermosa aun detrás del traje anti radiación, nos había salvado, un plus que no venía mal en la situación que nos encontrábamos.
- eres genial, sin ti jamás se me hubiese ocurrido eso, nos has salvado- dije
- gracias, a veces le pasaba a mi auto, tenía practica haciéndolo, ahora agradezco haber tenido ese horrible trasto jaja- respondió Susan
Mientras hablábamos las primeras gotas comenzaban a caer sobre el parabrisas, desde la explosión del reactor de mi ciudad que no había visto llover.
- será mejor que nos pongamos en marcha no sé cómo reaccionara la lluvia frente a estos niveles de radiación- dije preocupado.
Pero mi pregunta se respondió sola cuando se oyeron los gritos de nuestros enemigos, el agua estaba desintegrando sus trajes anti radiación y corrían desesperados buscando un refugio. Sin embargo la lluvia ácida no parecía hacerle daño alguno a quien se encontraba manejando el tanque, ya que este seguía en su avance implacable. Comencé a enfilar hacia la carretera y los desesperados hombres y mujeres que ya tenían sus trajes hechos uno harapos disparaban desordenadamente contra el auto. Para colmo lo que escuché a continuación fui música para mis oídos, el tanque había pisado una mina. Por fin la suerte se ponía de nuestro lado. Susan miro hacia atrás.
-parece que la mina dejo varado al tanque, sin embargo los que están adentro sobrevivieron por que el cañón se está moviendo, para apuntarnos-
El primer disparo dio bastante cerca nuestro como para aturdirme los oídos para unos segundos, sin embargo los siguientes no se nos acercaban, estábamos salvados habíamos escapado del infierno de las balas, perdiendo nada menos que a Carl, ahora solo quedaba escapar del infierno radioactivo, espero que sin ninguna baja más.
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insomnia
Science FictionQué sucedería si todos los reactores nucleares activos del mundo tuvieran una falla crítica el mismo dia, Jhon Went lo está por averiguar.