[Mai]
Los años han pasado, pero aún es raro recorrer estos pasillos y ver en lo que me he convertido; la esposa del Señor del Fuego Zuko. Nunca creí que esos sueños de niña se volverían reales, pero ahora aquí estoy.
Deje la pelea hace años, cuando supe que estaba embarazada. Izumi se a vuelto mi vida desde entonces. Tan pequeña y frágil. Siempre fui una chica antipática y desagradable, incapaz de sentir ningún sentimiento, pero Zuko despertó algo dentro de mi que no creí que existiera.
El destino si que es gracioso.
En mis brazos, una cansada Izumi bosteza. Es hora de llevarla a dormir. Normalmente es Zuko quien la lleva a la cama y se despide de ella, pero esta vez decidí hacerlo yo.
No hay guardias en la puerta. Estos años han sido tan tranquilos que no es necesario. La habitación está en penumbras, como de costumbre. Llevó a mi hija a la cama y la arropó con las mantas. Ella se aferra a mi mano.
—Quédate conmigo—susurra. Sus ojos dorados, tan parecidos a los de Zuko, están llenos de miedo—. El espíritu volverá. Prometió que volvería por mi.
Nuevamente con eso... ella se ha inventado está historia desde que supo lo del nuevo bebé. Creo que tiene miedo de ser olvidada, así que crea estás historias de terror para llamar nuestra atención.
—Un espíritu tonto no puede hacerle daño a la princesa Izumi del la Nación del Fuego—asegure, dedicándole una sonrisa—. Eres la heredera de tu padre, la hija del fuego... y las llamas siempre hacen correr a la oscuridad.
Pero ella no parece aliviada. Sus ojos se centran en un punto ciego tras de mí y su pequeño rostro se torna blanco como la leche cortada. Encaja sus uñas en mi brazo tan fuerte que creo que lo hará sangrar.
—¡Está aquí!—gritó temblando.
Entonces siento la presencia. Hace años hubiera evitado el golpe, pero ahora, con seis meses de embarazo y años sin práctica, me toma por sorpresa. El golpe me manda al suelo, mientras Izumi grita y siento la sangre de mi labio roto.
Tras de mí, una figura encapuchada sale de las sombras. La reconozco antes de verle el rostro.
—¡No!—intentó ponerme de pie con las piernas temblando. Era como una mal sueño, en el que ella regresaba...
Azula se quitó la capucha, revelando un rostro que creí que nunca volvería a ver. Los años sólo han asentado su belleza. Con el rostro afilado y los labios rellenos, su cuerpo es esbelto, con pechos amplios y caderas delicadas, pero hay algo que arruina su belleza. Su mirada, llena de odio y crueldad.
—Mi vieja amiga Mai—sisea con desprecio—, veo que lograste tu cometido, sucia perra traidora.
—¡Márchate o llamaré a los guardias!—me puse entre su camino y mi hija. Sabía que la quería a ella realmente. Había sido muy tonta al no verlo venir.
—¿Guardias? ¿Ese horrible vientre hinchado no te deja pelear? No temas, Mai, te sacaré ese pequeño bastardo de las entrañas con mis propias uñas.
Las llamas azules surgieron en su esbelta mano. Deslice una cuchilla bajo la manga larga de mi vestido, lista para el ataque.
—Estás loca, Azula.
La princesa río amargamente. Ya no había cordura en ella.
—Si, totalmente loca; de rabia y odio. Pero ahora tomaré todo aquello que aman como ustedes hicieron conmigo. Primero Zuzu y tú... ¡Lo tomare todo y tu hija será el comienzo!
—Moriré, antes de que puedas ponerle una mano encima a mi hija—cubro a Izumi con mi cuerpo.
Azula no retrocedió. Una amplia sonrisa espeluznante cubría su rostro, iluminado por la luz azulada de sus llamas.
—Esa es la idea...
Lance la daga al mismo tiempo que las llamas azules se deslizaron desde la mano de la princesa en mi dirección.
Incluso antes de que las llamas me tocaran, supe que no ganaría esta pelea...
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Espero les guste el Fanfic :3 a continuación unas lindas imágenes de nuestra princesa, hermosa e inteligente, Azula!!! 😍😍
-Aavatar Kyoshi UwUr
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Fragmentados
FanfictionEl Señor del Fuego Zuko vive plácidamente en la Nación del Fuego después de la Guerra de los Cien años. Vive únicamente para complacer a su amada esposa Mai y su pequeña hija Izumi. Una sombra del pasado regresa para atormentarlo y los unen lazos d...