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-Oye, Pí, quiero presentarte a Joel, mi jefe.- Nos acercamos a un chavo de unos 28 años. Alto, moreno, ojo café claro fornido. Con un traje azul y una corbata roja quemada. – Hola, Jo' ella es Pí, mi mejor amiga.

-Hola, Pía. Nabile habla mucho de ti y tiene una foto tuya de bebé.

-Gracias, Nabile. Ella nunca ha hablado de ti, a menos de que él sea el "estúpido jefe que cree que no tienes vida social y te habla a todas horas" , Nabile?

-Gacias, Pía. Bueno, voy por allá a buscar algo de tomar, eh. Regreso en un ratito. Pórtense bien.

-¿No te choca esto?

-¿Esto?

-Sí, que Nabile nos haya emparejado y que quiera que "platiquemos"

-Ah, "eso". Para nada. Nabile siempre lo hace conmigo. Aparte de ser su jefe nos hemos hecho muy buenos amigos. Me quiere, yo la quiero, me cuenta de tu hermano, yo no le cuento de nadie porque soy soltero.

-HAHAHA y trata de emparejarte con chicas que ella cree que son buenas para ti.

-Así es, pero bueno, esta es la primera vez que no me quejo. -tomó el último trago de su copa de vino espumoso-

-Wow! Entonces, soy buen material, eh.

-Lo eres. Entonces, Pía, ¿a qué te dedicas?

-Verdaderamente no hago nada, estudio. Nunca está de más.

-Nunca está de más.- sonrió- Me gustan esas palabras. Me comentó Nabile que te gusta todo esto de la mercadotecnia y sus innovaciones.

-Cierto, Joel. Digo, no es por presumir, pero me va muy bien con la mercadotecnia, marketing, comunicaciones, etc. ...

Joel y yo continuamos hablando de trabajo. Amigos, socios y algunos de sus empleados se acercaban a saludarlo y era muy extraño porque yo sentía que no encajaba por ningún lado. No podía dejar de pensar en Piña y mucho menos en el video y su historia de snapchat. Neta siento que lo odio y al mismo tiempo que lo necesito.

-¿Qué opinas, Pía?

-¿Qué? Perdón, me perdí. Lo siento... no me estoy sintiendo muy bien.

-¿Necesitas algo de tomar? ¿Quieres que te lleve al hotel?

-No, tú tienes que estar aquí con todos, yo necesito caminar. No me iré, sólo quiero entrar un momento y sentarme, ¿está bien, no?

-Está perfecto. Si necesitas algo, por favor no dudes en decirmelo.

-Gracias, Joel.- Besé amigablemente su mejilla y me metí al loft y me senté en un sillón.

Tenía cerca de tres horas sin ver mi cel y tenía llamadas perdidas y mensajes de piña, pero no me molesté y no los abrí. Chequé un mensaje de Pablo

"Estoy con Yayo, sólo quiero saber a qué hora vienes y si está todo bien. Piña se ha tratado de comunicar pero no le contestas" - Pabs

"No te apures, hermanito. Todo está bien. Te amo. Nos vemos más tarde." Pichu

-¡Aquí estás, Pía! Todos hablan de la maravilla de mujer que eres, ¿pues qué les dices? El Joel está encantado contigo.

-Sí, estuvimos casi tres horas juntos, gracias por eso.

-Pues de nada, eh. Oye, esta cosa se acaba como a las 7, todavía le quedan como dos horas. Tu dices si quieres que nos quedemos y aprovechar que hay tragos o si te quieres ir nos vamos.

-Son dos horas, ¿no?

-Sí...

-Con alcohol, niños guapos en traje y niñas en vestido para viborear...

-Ay! Basta de hacerte, haha. Ya sabes que te quieres quedar, cachetes!

-Está bien, Nabile. Pero nada de dejarme abandonada con tu jefe, eh.

De verdad disfruté las últimas dos horas de la "fiesta" somos chicas decentes y tomamos decentemente. Me gusta mucho estar con mi mejor amiga. Es como si nunca nos hubieramos separado. Somos como hermanas.

Literalmente hoy habíamos recortado a todas las niñas que habían ido a la fiesta. Joel se nos unió parte del tiempo y así pudimos tener un punto de vista masculino. Aunque Nabile nos haya tratado de juntar, creo que Joel es super diferente y no somos como que el uno para el otro, para nada.

-Píchu, son las 7:30, como que ya es hora de irnos y llegar a casa de Yayu, ¿no?

-Sí, totalmente, pero igual hay que hablar para ver si ocupan que les llevemos algo... si quieres yo le marco a Eduardo.- No estaba para nada ebria, pero ya había tomado algunas copas de vino y qué sé yo.

-¿Bueno?

-Hola, tú no eres Yayo, ¿o sí?

-No, está jugando beerpong, pero qué onda?

-¿Quién eres? Qué bonita voz tienes, oye.

-JA! Soy, José o pepe.

-Hola Pepe, soy Pía. Sólo queríamos saber si quieren que llevemos algo? ¿cerveza o cacahuates, tamales o jugos, coca algo..?

-Pía, sí estaría muy cool que trajeran su pisto y aquí hay varias cosas. Así que sólo eso, sale?

-Muy bien, Pepe. Te veo ahorita, sí?- colgué y Nabs me llevó a un oxxo a comprar cervezas, cigarros y chicles.

Tengo la vaga idea de que Yayo y DJ siguen juntos, Piña ha de estar con la morrilla del snap y yo voy a estar malterceando con Pablo y Nabile. Ojalá, neta, que se vuelvan a juntar porque me ponen muy feliz.

-Oye, Pí... nada de estar sentada en un sillón súper aburrida, eh. Todos caen muy bien y te puedes llevar con ellos porque son muy cool, ¿va?- Estabamos muriendo de risa bajando del carro y camino al depa de Yayu, era eso y que las dos veníamos con varias copas encima, nada fuera de lo común.

-Está bien, Nabile, parale a tu show. Tenemos que tocar... - llamamos a la puerta, pero no nos pudo haber atendido alguien peor.  

Siempre hay más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora