2.-

107 9 2
                                    


-¿Tú?

-¿Qué haces aquí, nenita?

-¿Nenita? Orale, perrazo, ¿qué te conoce?- Salió un tipo de atrás de él. Era moreno y agradable a la vista... un poco extraños los dos, pero bueno.

-¿Necesitan algo? Estamos algo ocupados allá atrás...

-Sí, mira, venimos con Jorge, es un amigo. Está es casa de su mamá.- dijo el rubio rascándose la nuca

-¡Uy! Los frijolitos de esa señora-

-Mi abuela.- los dos como que se sacaron de onda- Los frijoles de mi abuela. Jorge es mi tío. Pásenle, seguro ya saben el camino.

Pasaron los muchachos y como que les dio mucho gusto ver a Jorge porque se abrazaron y todo. Luego fueron a saludar a mi abuela, sí son como de la familia.

-Bueno, qué padre que son muy amigos, pero Jorge, ¿les puedo ofrecer algo a tus amiguitos?-

-Cache- así me dice Jorge, por mis cachetes. –Ellos son Andrés y Netza, amigos de la vida

-Piña, para los compas, ¿o no, perrazo?

-Así es, perrazo.

-Bueno, perritos él es Pablo, mi hermano y yo soy Pía.- sonreí algo sarcástica y saqué dos latas de la hielera.- Cortesía de la casa.- Me di media vuelta y fui a sentarme con Andrea y Jay.

-Pini, ¿verdad que piña es muy guapo?

-Dile que no es cierto, Pía, ¿verdad que Netza se ve mejor? Aparte él tiene barbita y todo.- la cara de Andrea era de enamoramiento al cien

-Pues ninguno de los dos es como mi tipo, pero la barba del morenito está cool.

-¿Qué? ¡Ay no, Pía! Jay y yo podríamos verlos mil horas.

-Es cierto. Piña y Netza son amigos de Jorge desde que teníamos 15 años o así, no es mucho para nosotras, pero ellos son como hermanos.- Jay se levantó de la mesa y se acercó a Jorge.-Tío chulo, bebé, porqué no salimos con Pía el Sábado y le mostramos qué tanto ha cambiado Gdl. Puedes invitar a tus amigos y a Pablo y nosotras podemos invitar a alguien.

-Oye, no es mala idea, pero como que la cache no es muy compatible con los perrazos.

-Es cierto, mi Jay, tu prima como que no nos quiere y menos al Paini.

-No es mi culpa perrazo, la muchacha no es muy amable.-

Volteé a ver a Jay y estaba platicando con Jorge y sus amigos. Andrea parecía un poco aburrida y fue a la mesa con otras de mis primas y allí estaba yo. Sola. No conocía a nadie y mi hermano ya había hecho más amistades que yo. Entré a la casa y me acomodé en la sala, me puse los audífonos y empecé a escuchar algo de twenty one pilots, abrí una cerveza y entré a fb. Extraño mucho mi casa en el norte, mis amigos, mis lugares, no sé. Me estoy poniendo muy reflexiva con esta música y ... De repente sentí una mano en el hombro. Odio que me interrupan mientras pienso.

-¿Qué pasa, Pablo?- me quité uno de los auriculares y detuve la música.

-No, Pí, ¿qué pasa contigo? Estamos todos afuera conviviendo. Esta comida la organizó mi abuela para nosotros. Fuiste un poco dura con los amigos de Jorge.

-Lo siento, Pabs, es que creo que no estoy lista para todo esto de volver hacer amigos y cambiarme de casa. Todo esto es muy tonto para mí. Aparte, conoces mi sarcasmo y mi humor.

-Vamos a salir, Pía, dale una segunda oportunidad a los muchachos y si uno no te cae bien, pues ahí está el otro.

-Está bien, pero que conste que lo hago por ti, Pabluch.

-Te amo, hermana.

Pablo me tomó de la mano y salimos con los demás. Pablo tiene la capacidad de convencerme de cualquier cosa, creo que me conoce lo suficiente para hacerme caer en sus redes malvadas!

-¡Hey! Ya llegó la princesita- bufó el rubio

-¡Hey! No tienes que avisarnos, ya te habíamos visto.- Sonreí algo sarcástica, al parecer a Netza le había parecido muy gracioso mi chistecito.

-Entonces, Pía, quedamos con tus primas para salir el sábado, ¿te parece? Vamos a enseñarles la ciudad y que conozcan los lugares a los que nos gusta ir.

-Me parece muy bien, Netza. Gracias. – Platicamos por un momento, nos estábamos "conociendo" entre todos, Pablo y yo mencionamos que eramos cuates y resulta que Piña tiene una hermana que también nació el mismo día que él y se llama Andrea. El mundo es tan pequeño... Las cosas se dieron bien. Mamá y papá ya se habían ido y algunos tíos también, de hecho sólo quedábamos Pabs, Jorge, Netza, Piña, Jay y yo.

-Bueno, Pabs, creo que es hora de que nos vayamos.

-No, no me siento muy bien, prefiero dormir en el cuarto de visitas. Jorge, ¿te quedas a dormir aquí?

-Es lo más conveniente, Jay, ¿puedes llevar a Netza y a Piña a su casa?

-¡Uy! Lo siento de verdad, saben que me encanta llevarlos a sus casas cuando ya están super pedos, pero no traigo mi carro.

-No hay problema. Yo puedo llevarlos.- sonreí, pero parece que no les gustó la idea, la cara de preocupación de Piña era obvia.

-Pero, ni siquiera conoces la ciudad, ¿cómo llegarás a tu casa?- preguntó Piña

-No te apures, rubia, tengo GPS, pero si no quieren venir está bien. Yo ya me voy. –Me despedí de los tíos, la abuela y de Pablo, cuando iba saliendo de la casa me alcanzó Netza

Siempre hay más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora