o c h o

263 28 7
                                    

{escuchar where's my love by syml}

Al principio se tornó vergonzoso. Mis mejillas se teñían de rosa cada vez que cruzábamos mirada y soltaba pequeñas risas cubiertas de nerviosismo. Él parecía no poder quedarse serio por minutos; una sonrisa se había adueñado de su rostro. Quisimos mantenerlo en secreto para nuestros compañeros de clase, ya que sabíamos que nos iban a molestar y eso era lo último que queríamos.

Sin embargo, era mi obligación contarle a mis padres, porque si no lo hacía, mi hermana lo haría. Siempre se reía cuando entraba en la cocina, donde estaban ellos y me miraba con una ceja alzada. Yo ponía un dedo en mi boca, en gesto de que se callara. A pesar de que la quería, a veces llegaba a ser un tanto molesta.

—Lo haré yo, pero dame tiempo —le dije mientras me despedía de ella para dirigirme hacia la escuela.

Ya habían pasado un par de días desde lo ocurrido con YoonGi y la felicidad era notoria en nuestros rostros. Cada mañana sentía una inmensa ganas de verlo y abrazarlo y simplemente estar junto a él. Era difícil dejarlo ir al atardecer, cuando el tiempo se calmaba y la gente se iba desvaneciendo de las calles. Pero el siempre me decía que volveríamos a vernos al día siguiente, con sentimientos renovado y sonrisas nuevas.

Cada noche, antes de irme a dormir, se me daba por agarrar el celular con poca batería ya y escribirle un mensaje de buenas noches. Me respondía siempre al instante, como si estuviera esperando por mí.

Además de estas maravillosas experiencias que tenía con él, la salud de YoonGi también estaba mejorando. Al estar con él, me era mucho más fácil ayudarlo. Aceptaba todo lo que le decía y me prometía que iba a mejorar. Fue un poco terco al principio, pero luego se disculpaba y me dedicaba una sonrisa de las cuales me estaba enamorando.

Todo estaba saliendo bien para ambos y yo no podía estar más agradecida por tenerlo. Sus besos eran lo único que necesitaba para ser feliz. Sus abrazos inesperados, cuando el pasillo estaba vacío, hacía que me enamorara mucho más de él.

Empezamos a sentarnos juntos en el aula. Aún así, tratamos de disimular lo que ocurría entre nosotros, por lo que comenzamos a conocernos como amigos. Me había enterado de varias cosas sobre él.

Amaba el piano. Me dijo que era una de las mejores cosas que le habían ocurrido. Fue entonces cuando recordé aquel piano marrón sobre el patio delantero de su casa, en una posición como si lo hubiesen arrojado. Quería contarle sobre que lo había seguido, pero no quería que me llegase a tomar como una acosadora. Simplemente me había llamado mucho la atención aquel día y no estaba pensando con claridad.

Quiso hablarme sobre otro de sus gustos, pero se avergonzó de sí mismo y dijo que no importaba, mostrando una faceta indiferente de nuevo. Le dije entonces que no tenía porqué contarme todo aún, que todavía tenía tiempo de decirme todo lo que quisiese y que no lo presionaba a nada. Él sonrió de lado, mirándome con dulzura. Y en ese instante me dijo algo que me había dejado helada en mi asiento.

—Me gustas.

A pesar de que de alguna forma lo sabía, jamás había escuchado esas palabras salir de su boca. Tragué saliva y me sonrojé. Miré hacia otro lado, con el objetivo de que no mirase mi enrojecimiento.

—¿No deberías decir que tú también lo haces? —preguntó después.

El nivel de rojo en mis mejillas se había extendido por toda mi cara y no podía ocultarlo.

YoonGi me miraba como si la situación le hiciese gracia, pero aún así estaba curioso de saber mi respuesta.

—No digas esas cosas —musité mirando mis pies. El timbre anunciando que el receso había terminado me había salvado de entrar en una conversación vergonzosa de la cual no era para nada fanática.

Indiferente⇝Min YoonGi {short}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora