Capítulo 50. Epílogo.

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Mi vida no podría estar mejor.
Finn y yo nos llevábamos mejor que nunca, era mi confidente, mi novio y mi mejor amigo. Nos contábamos todo, no había secreto entre nosotros los dos.

Había regresado de nuevo a Canadá, juntos logramos conseguir un departamento para los dos y ahora vivimos juntos.

Santana y Brittany estan más que felices. Cómo Había regresado a mi antigua oficina, Brittany volvió volvió ser mi asistente. Santana tuvo un gran éxito en su repostería. Vendía rápido era una de las sucursales que valía la pena pararte y comprar una caja de donas glaceadas.

Kurt viajó por Europa para convivir con los diseñadores de París. Fué invitado a formar parte de los diseños de Armani.
El sin pensarlo dos veces lo aceptó. De vez en cuando nos viene a visitar, después de todo aquí vive.

Mis padres se han jubilado de su empresa. Quisieron aprovechar y viajar por todo el mundo Literal.

Brittany:-- Rachel ya es tarde. ¿Por qué no vas a casa?-- se acercó a mi después de hacer una operación de garganta.

Rachel:-- Lo mismo te digo a ti. Santana me va a matar de dejarte mucho trabajo.

Brittany:-- Finn me llamó. Pasará por ti en menos de quince minutos.

Rachel:-- Gracias.-- Que caballeroso por parte de él.

Para matar el tiempo quise revisar enfermos que estaban en cama. Cambié sueros, inyecté sedantes, cambié bendas y ofrecí bebidas. Después de ver la hora ya me había pasado de los quince minutos.

Subí a mi oficina y lo observé sentado de espaldas a mi.

Rachel:-- Señor Hudson. No lo esperaba.-- se paró y me miró.

Finn:-- Señorita Berry. Que guapa se ve después de un largo día.

Rachel:-- Estoy exhausta.-- pasé  Mis brazos a su cuello y el me tomó de la cintura.

Finn:-- Vamos a casa.-- Tomé mis cosas y salimos del hospital.

Rachel:-- ¿Que tal tu día?-- pregunté habriendo las llaves del departamento.

Finn:-- No tan mal. He negociado con unos gerentes de Tokio. Harán empresas allá y eso incrementará el trabajo.

Rachel:-- Genial. Me alegro mucho por ti.-- entré al baño y me quité mis tacones que Últimamente me lastimaban demasiado.

Finn:-- Vi a Quinn.--Gritó desde nuestro dormitorio para que pudiera escuchar, y yo por el otro lado me congelé al estar en la regadera.

Escuché como entró al baño. Quería escuchar algo de mi pero ni yo misma sabía que era lo que quería escuchar.

Rachel:-- ¿Qué te dijo?-- Tomé jabón.

Finn:-- Quería platicar conmigo, yo ya me dirigía al hospital así que no hablé tanto con ella.-- pasó el tiempo y un silencio incómodo se formó en el baño sólo se escuchaba como él se quitaba su traje. Abrió la puerta de cristal y entró conmigo.

Rachel:-- Nunca me dijiste que pasó con ustedes después de que te había engañado. -- Tomó el shampoo y lo frotó en su cabeza.

Finn:-- Simplemente no le dije nada. Estaba tan enojado que tenía miedo de hacerle algo malo. Ese día salí de su casa y me llevé conmigo la prueba.-- asentí. Salimos de la regadera y nos cambiamos para ir a la cama.

Rachel:-- Finn... ¿Por qué no me dejaste ir el día de la boda de Santana y Brittany? -- estábamos abajo de las cobijas yo estaba recargada en su pecho y el me rodeaba la espalda con sus enormes brazos.

Finn:-- ¿Por qué no?-- No tenía que voltear para saber que sonreía. Me separé de él para sentarme en la cama y poder mirarlo.

Rachel:-- En mi caso no volvería por alguien que se portó grosera, egoísta, y que no me dejó explicarle todo.

Finn:-- Debes aprender a escuchar Rachel. -- soltó una risa.-- Mira aquí la respuesta sería que todos somos diferentes. Y eso es tan hermoso que... te enamoras más de los defectos de otra persona. Yo te amo por ser tan testaruda y muchas cualidades más. Exactamente ochenta y ocho cualidades.

Rachel:-- ¿Hablas en serio?-- solté lágrimas. -- eso es lo más hermoso que me has dicho. .. el día de hoy.

Finn:-- No te pongas sentimental.-- limpió una de mis lágrimas. Y me abrazó.

Rachel:-- Eso es normal.-- hubo un silencio en la habitación.

Finn:-- ¿En verdad? ¿Estas embarazada?-- asentí estando en su pecho respirando su aroma masculino.

Rachel:-- Me hice los estudios en el hospital. Llevo seis semanas de embarazo. Perdón si no te lo dije no sabía cómo.

Finn:-- No tienes que disculparte por nada. No hubo mejor forma que decírmelo así.-- Tomó mi mentón para mirarlo.-- Tú Rachel Berry eres la mujer con la que quiero tener hijos.

Rachel:-- Y tú Finn Hudson eres el hombre que más amo, claro incluyendo a mis padres.

Finn:-- Creo que tendré que hablar con tu jefa para que tenga tolerancia en el ambarazo.  No quiero que te canses y hagas mucho trabajo.

Rachel:-- Mi jefa es muy testaruda. Tendrás que esforzarte en hablar con ella.

Finn:-- Empezaré con esto.-- Me besó.

Rachel:-- Espero que logres convencerla.

Finn:-- Claro que lo haré.

Nos miramos por varios segundos dándonos a entender que estaremos para ambos en cada momento, cada segundo, incluso después de la muerte esperaremos.

No era necesario decir me gustas, te amo, te quiero, porque ambos sabíamos que nos deseábamos día a día...

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