Cuando llegamos al hotel entramos directamente al elevador mientras un hombre nos ayudaba con el equipaje desde la entrada del edificio hasta la puerta de la suite que había reservado en el hotel vía telefónica.
En la puerta de la habitación
Empleado: Bueno señoritas aquí les dejo su equipaje, cualquier cosa solo levanten la bocina del teléfono e inmediatamente se comunican a room service y ordenan lo que gusten o lo que les haga falta, muy bien me retiro y felicidades por su boda que pasen una excelente estancia en la Ciudad de México.
Camila: mm.. Vero me resulta algo extraño que no hallamos pasado previamente a registrarnos (le dice con una sonrisa pícara )
Vero: si verdad que extraño ( guiñándole un ojo)
Camila: No me sorprende que hallas preparado algo para nuestra noche, eres un amor pero no era necesario, lo único que necesito es que estés conmigo siempre , solo eso (le dice tiernamente)
Vero: yo sé que tú no quieres lujos, ni grandes regalos pero ten en cuenta que hoy es nuestra noche de bodas , la primera noche de nuestra luna de miel y debe ser especial (le dice como dándole cátedra de cómo debe ser )
Camila: es especial con el simple hecho de que eres real, el que estés aquí a mi lado ya lo hace sumamente especial (le dice sonrojándose )
Vero: Lo ves? Porque lo haces Camila?
Camila: hacer que?
Vero: Hacer que me enamore más de ti, no puedes ser más perfecta de verdad, te amo tanto que duele mi corazón, siento que en cualquier momento puedo morir y si lo hago, moriré feliz (le dice sonriéndole)
Camila: Cállate Verónica, que si algo te pasa me muero yo también (haciendo un puchero)
Vero : Nada va a pasarme cielo, voy a estar contigo siempre (acercándose lentamente tomándola de la cintura) jamas, escúchame jamás me alejaría de ti.
Narrador:
Vero tomo la mano de Camila y la llevo cerca del balcón que daba una hermosa vista de la Ciudad de México
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con dos copas de champange en la mano, una se la extendió una a Camila para que ambas hiceran un brindis por su eterna felicidad, después de un momento así Camila ya se encontraba de espaldas entre los brazos cálidos de Vero.
Camila: sabes Vero, jamás pensé regresar a este lugar y aunque viví aquí hace ya algunos años siento que lo conozco de toda la vida (suspiró) su cultura , su gente, la manera en la cual mi familia habla de su país con tanto orgullo me hace amarlo cada ves más, Gracias por pensar en este lugar para nuestra luna de miel, de verdad significa mucho para mí.
