El marcador indicaba un empate, y todo el equipo salía debastado hacia el vestuario.
Yo no sabía como reaccionar.
Si abrazarlo para contenerlo, o solo darle unas palabras de aliento.
Opté por esperar a que los chicos salgan y darle a Justin una sonrisa. Simplemente una sonrisa. Esperaré a que el con la mirada me permita el abrazo.
Ellos salen muy molestos y refunfuñando por lo bajo, mientras yo los espero, bah, al menos a Justin en un costado de las tribunas, junto con el cartel en mi mano.
Él me ve y sonríe tristemente. Este no era el resultado que querían para volver a casa.
—Bien jugado.—Le digo poniendo una mano en su hombro tratando de animarlo.
—Gracias, pero, ¡rayos!, podiamos haberlo ganado.
—Lo importante es que jugaron bien. Bueno, no entiendo mucho de este deporte, pero jugaste genial.—Le digo tratando de salir de la verguenza.
—Es obvio que no sabes de este deporte.—Ríe y me abraza suavemente.
—Hey, me vas a tirar.—Río y lo empujo.
Ambos reímos. Fue genial.
Tenía unas ganas terribles de confesar todo en ese maldito momento, pero no. NO.
Inconscientemente, cuando ibamos caminando hacía el micro, lo abrazé de una manera rara espontaneamente y lo sorprendí. Tanto que nuestras bocas quedaron casi pegadas.
Los dos quedamos con los ojos demasiados abiertos y no sabíamos como actuar.
Fuí muy, pero muy estúpida en ese momento, tanto que hasta le robé un beso.
Si, como leyeron.
Justin no salía de su asombro, y por suerte no había nadie ahí, porque la verguenza que me tome ese día no se me olvida nunca.
Los compañeros de Justin todavía estaban en el vestuario, y nosotros estabamos en la puerta del micro.
Despues de esto, nos separamos y Justin se alejó lo mas que pudo de mí. Se tomo la cabeza con las manos mirando al cielo nublado y exclamó.
—¿QUÉ RAYOS TE PASA?.
—Perdón, no sé que hice. Fue todo una confusión.— Me tapé la boca con las manos. No quería mirarlo a la cara, y solo atiné a sentarme en la vereda con los pies sobre la fantasmal calle.
—Esto no puede estar pasando. Es decir, sos mi mejor amiga. ¿Por qué lo hiciste?.
—Te juro que yo entiendo menos. Perdón, estoy loca. —Me tomé la cara con las manos y no las aparté de ahi por varios minutos.
—Creo que mejor nos tendríamos que ir cuanto antes. No quiero estar acá.
Justin se veía enojado de alguna manera. Y era muy obvio.
En mi rostro, a traves de mis manos que la tapaban, mis ojos tenían terribles ganas de llorar. Me contuve.