—Dime algo, por favor.
Estaba a punto de salir corriendo de allí, habían pasado varios minutos y Jim seguía sin contestar. Quería llorar, sentí como mi corazón empezó a romperse en pequeños trocitos, pero entonces me contestó.
—Me has dejado en blanco, lo siento, no sabía que contestar... verás siempre me pareciste una chica muy guapa, y especial.
—¿Que quieres decir con eso? —Me estaba empezando a asustar, no sabía si prefería el silencio o escuchar un no saliendo de su boca.
—Nunca he estado con ninguna chica... serías la primera, solo si tú quieres.
En esos momentos me sentí la mujer más feliz del mundo. Hace minutos estaba apunto de salir corriendo de allí, de echarme a llorar, y después el chico que tanto me gustaba me estaba pidiendo salir, no exactamente con esas palabras, pero lo estaba haciendo.
—Por supuesto que quiero. Sí, quiero estar contigo —Sonreí. Sonreí como nunca antes lo había hecho.
—Genial —Me sonrió al mismo tiempo que yo le sonreía a él.
Le miré a los ojos, noté su mirada clavada en la mía. Las sonrisas se habían esfumado, él cada vez estaba más cerca de mi. Sentir a Jim tan cerca de mi produjo un fuerte cosquilleo en mi cuerpo, un gran ataque de nervios. No aparté la mirada de sus ojos, él en cambio bajó su mirada a mis labios mientras se acercó más a mi. Se encontraba a escasos centímetros de mi, cerré los ojos al mismo instante que él. Sus labios rozaban los míos convirtiéndose en un beso lento y dulce. Sentir sus labios junto a los míos era la mejor sensación que jamás había experimentado. Colocó su manos en mi cintura atrayéndome más hacia él, mientras que mis manos acariciaban suavemente su nuca. Separé unos segundos mis labios de los suyos para intentar sentarme encima de sus piernas, le sonreí mientras hacia el movimiento para sentarme sobre él, con la mala suerte que resbalé y caí dentro de la pequeña charca.
—¡Joder!, ¿Estás bien? —Se puso de rodillas sobre la roca mientras me buscaba con la mirada —Sí, ayúdame— Salí a la superficie, Jim me ofreció su mano y la agarré para subirme de nuevo la roca.
Entre los dos conseguimos volver a subirme a la roca, sin soltar mi mano saltamos juntos a la hierba. Se quitó la camiseta, y me miró. Su mirada era seria, se le notaba la preocupación del momento, pero a los pocos segundos comenzó a reír.
—Quítate la tuya y ponte la mía, no vayas con la ropa mojada —Me tendió su camiseta y la cogí.
—Gracias —Fruncí el ceño al verle reír.
Me quité la camiseta, notaba cómo no apartaba ni un segundo la mirada de mi, me sentí intimidada así que me puse rápidamente su camiseta. Le volví a mirar, seguía sonriendo, esa sonrisa suya que me hipnotizada, no puede resistirme y sonreí tímidamente.
—Vamos, te acompaño hasta casa.
Acepté y juntos salimos de aquel campo. Caminamos hasta mi casa. Por el camino no nos encontramos ni a mi prima ni a Brad, seguramente ya estarían cada uno en su casa, o tomando algo juntos. Nada más llegar a casa nos paramos en la puerta. Las casas son individuales, menos las del centro que son pisos. Abrí la puerta de casa para entrar, y me giré para despedirme de Jim.
—Bueno..., gracias por este día. ¿Te doy la camiseta?.
—No, ya me la darás mañana. Y no me des las gracias, ha sido una buena tarde, espero repetirla.
—Yo también. Entonces, ¿nos vemos mañana? —Le sonreí.
—Sí. Ahora no conseguirás librarte de mi ni aunque quieras —Sonrió, me agarró de la cintura atrayéndome hacia él y entonces me besó. Le seguí el beso. Este beso no era tan dulce, ni lento, era más apasionado, notaba como ponía ganas en él. A los pocos segundos nos separamos.
—Hasta mañana, que descanses —Me dijo Jim sonriendo.
—Hasta mañana, e igualmente —Le sonreí.
Vi como se alejaba caminando, aquella tarde fue una de las mejores que pasé con él. Aquello solo fue el comienzo de una relación, una relación que con los días se convirtió en perfecta.
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¿Que os parece el comienzo de su relación?
Espero que os esté gustando leerla tanto como a mi escribirla.
Gracias por leer.
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Dime si me quieres
Non-FictionAshley como cada año vuelve de vacaciones al pueblo de su madre. Llevaba dos años sin ir, ya que hace dos años fue cuando murió su abuela, y la casa se quedó vacía. Su prima Megan y ella van a pasar las vacaciones allí juntas. En ese pueblo vive su...