Reencuentro

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Al abrirse la puerta enorme frente a nosotros los tres extraños con capuchas revelaron su identidad.

Una mujer con ojos azules profundos y feroces, fue la primera en hablar.

-Gracias por traerla hasta aquí Will, puedes retirarte.

Voltee a ver la cara de Will, estaba sin expresión y no me miro ni una vez a la cara. Eso no era una buena señal, empece a sentir pánico pero sabía que el nunca dejaría que nada me pasara.

El segundo en hablar era un hombre alto con ojos de gato amarillos y una sonrisa maliciosa.

-No se preocupe su alteza,Will la estará esperando aquí afuera pacientemente.

-Lo que necesito es que Will venga conmigo, si no, no entrare ahí.

El tercero con orejas puntiagudas y nariz redonda, que se veía que era el màs viejo de los tres encapuchados, suspiro derrotado y dijo.- De acuerdo que entre el muchacho, pero que no agarre nada la ultima vez las sirenas quedaron escandalizadas con sus modales.

Voltee a ver a Will sobre mi hombro y lo pude ver encogiéndose de hombros y una sonrisa picara en su rostro, me hicieron saber el tipo de travesura de la que hablaban y que no se arrepentía de haber la hecho para nada.

La mujer de los ojos azules dijo.- Si no hay màs remedio...

Al entrar en la gran puerta una luz resplandeciente me segó por unos segundos, me reconforto sentir la mano cálida de Will sobre mi hombro. Cuando pude ver lo que había a mi alrededor mi aliento se esfumo. Miles de criaturas que realmente no sabría decir lo que eran o que tipo de cosa eran estaban sentadas en filas alineadas en un circulo ascendente que se alzaba sobre las paredes.

Al recuperarme del impacto màs personas encapuchadas nos rodeaban, al captar mi atención todos bajaron sus capuchas e hicieron una pequeña reverencia, acto seguido los otros presentes en el lugar hicieron lo mismo.

Will y los primeros tres encapuchados me guiaron a un especie de trono, cubierto de suave tela negra y peluda. Me dio la impresión de que era piel de oso pero desvié mi pensamientos al trono vecino al mío, el cual era un poco más amplio y ostentoso. Aún nadie lo estaba ocupando pero algo en la formalidad de las personas alrededor me decía que pronto vería a la persona o criatura dueña de ese enorme trono de oro.

Como si leyeran mi mente, una puerta que estaba al costado de la enorme sala se abrió revelando a un hombre bien parecido, alto, esbelto de cabello negro , ojos feroces y curiosamente rojos pero eso no le quitaba el parecido a mi, parecía mi hermano. Estaba rodeado de muchas más personas encapuchadas las cuales al llegar a las butacas de mármol que se extendían al rededor del salón fueron tomando su lugar al igual que todos los presentes, menos Will que estaba detrás del trono en el que me encontraba y otro encapuchado que permanecía detrás del misterioso hombre de ojos rojo.

Will no había mencionado a ningun hermano hasta el momento, pero al observar a este hombre llegar a mi lado y ponerse frente a frente conmigo no pude evitar notar el gran parecido entre nosotros.

El hombre rápidamente rompió las apariencias y me jalo hacia su pecho con sus fuertes brazos en un abrazo para mi sorpresa muy cálido.

Al soltarme de su abrazo la sala estalló en vitoreos y aplausos aclamando, no se si a la escena o a mi.
Me indicó con una mano que me sentara y el comenzó a dar una especie de informe a los presentes.

-Bueno como ya muchos saben, al fin a llegado el momento en el que mi hermosa sobrina comience su preparación para acudir al mando como Reina, yo feliz mente la instruiré y guiaré para ser una representante formidable para todos nosotros en estos tiempos difíciles, espero verlos en nuestra ceremonia de luna roja para la tradicional fiesta del vampiro y la ceremonia de iniciación de mi querida sobrina Teresa, Heredera Real de la Casa Vampírica y Reina de la Oscuridad.

El título que me dio y la mención de la ceremonia me causó escalofríos en todo el cuerpo pero me concentré en permanecer quieta en el trono suave que se me había dispuesto y esperé a que fuera el momento para bombardear a mi según tío con todas mis preguntas sin formular.

Después de su anuncio todos los encapuchados comenzaron a salir de la sala dirigiendo pequeñas reverencias en nuestra dirección hasta que solo quedamos un pequeño séquito de ellos esperando a mi tío, el hombre detrás de el, Will y yo.

Mi tío me extendió una mano suave y fría la cual tomé y dejé mi lugar en el trono para seguirlo hasta estar con los encapuchados que esperaban.
Para mí sorpresa estas personas también se parecían mucho a mi.

Una por una fue bajando su capucha dejándome ver sus caras, había una mujer muy alta con afilados rasgos y ojos duros y rojos por supuesto, con un cabello rojizo y sonrisa que dejaba ver sus colmillos punzantes. A su lado se encontraba un chico de cabello oscuro pero con rasgos igualmente afilados, semblante serio y ojos de gemas Rojas que brillaban tanto que podrían lastimar. Junto a él dos pequeños rostros me veían curiosos, eran dos niños de cabello rojizo y sonrisas picaras, viéndome a través de sus preciosos ojos verdes.

Acto seguido mi Tío Ptolomeo según como le habían gritado los expectantes hace un momento procedió a presentarme a su Familia.

Con palabras de seda dijo.- Esta hermosa mujer es mi esposa Amelia, el que está a su lado es mi primogénito, tu primo Cameron y estos otros dos pequeñines son Roberto y Oliver tus primos pequeños.

Todos hicieron una reverencia y yo no supe que decir.
-Es un gusto conocerlos a todos.- Fue lo único que logró salir de mi aturdido cerebro.

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⏰ Última actualización: Jun 08, 2019 ⏰

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