Así Del Paraíso||Larry Stylinson.

Capítulo 7|¿Otra oportunidad?

Antes de retirarse de la hacienda Zayn y Niall coquetearon cínicamente con Angel con el único afán de conseguir alguna información que les fuera útil para la venganza de Louis. Se acercaron a él justo cuando este les abrió la puerta:

—Hola, mi amor. ¿Cómo estás? —dijo Zayn a Angel tomándolo del cuello y frunciendo los labios pareciendo notar que quería un beso.

—H-hola, chicos, ¿cómo les va? —respondió tartamudeando resistiendo las ganas de pegar una nalgada a los glúteos tan bien formados del morocho.

—Oye, ya me contó Louis lo que hicieron, bebé—dijo el moreno aguantando el asco que le provocaba el imaginar como él y sus asquerosos amigos violaron al castaño—Eres una bomba. Me dijo que se quedó con ganas de más y que quiere tu número para marcarte después y salgan de fiesta. ¿Qué dices?

— ¿De verdad dijo eso? —respondió sorprendido al no creer que alguien tan lindo como Louis se fuera a fijar en él. El moreno asintió con coqueteo y mostró su hilera de blanquecinos dientes con una sonrisa acompañada de un guiño de ojo derecho. Sacó su celular y le pidió otra vez su número. Angel sonrió victorioso y le dictó digito por digito su número telefónico. Niall permaneció serio pero sonreía de vez en cuando para no hacerlo tan obvio. El par de chicos se despidieron de Angel pero este los detuvo y les tendió un par de billetes y agregó—: Tengan este dinero, amores. Díganle a su amigo Louis que me disculpe pero que Gonzales nos mantuvo ocupados y por esa razón no pude asistir a la cita pero que en cuanto me hable salimos y le doy lo que falta del dinero.

Zayn y Niall asintieron y se marcharon de una vez por todas. Subieron a un taxi y vieron los billetes. Sólo sumaban la cantidad de ciento cincuenta dólares.

—Ni para un buen vestuario alcanza con esto—comentó Niall haciendo notar su disgusto. Ciento cincuenta dólares había costado la virginidad de Louis Tomlinson.

***

Al día siguiente en el colegio, Zayn le explicó todo lo sucedido a Louis. Le dieron los ciento cincuenta dólares y en un papelito arrugado anotó el número de Angel para que Louis lo registrara y lo llamara cuando él quisiera.

—Mal nacido. Esta me las va a pagar—susurró el castaño mirando la tinta azul plasmada en el pequeño papel.

—Le llamamos después, hermano, yo te ayudaré a vengarte—dijo el moreno acariciando suavemente la espalda de Louis—Pero cambiando de tema, vendrán a Stwockwell Lucas y Santana y quiero que me acompañes.

—No, Zayn. A mí ya no me interesa eso—se cruzó de brazos y suspiró con pesadez—Ya me di cuenta que mi destino es permanecer pobre para toda mi jodida vida.

—Ag, hermano, no seas pesimista. De pronto y si vas le gustes a esos tipos. Puede que le gusten los chicos planos... como tú.

—En serio que prefiero quedarme en casa a estudiar. No quiero ser una de tus mercancías, Malik.

—No te estoy diciendo que me acompañes como mercancía, Tomlinson—imitó con gracia el tono arrogante de su amigo y continuó—: Sólo te pido que vengas conmigo y allá vemos que pasa con estos tipos. ¿Sí o no?

—No sé. Depende. ¿Estará Styles? —un rubor se hizo presente en las mejillas del castaño.

—Creo que sí. Hasta donde yo sé él sigue en México pero no tarde en regresar a Londres. ¿Vienes?

—Bueno, está bien. Sólo porque no tengo nada que hacer—sonrió. De pronto sonó el timbre en todo el colegio anunciando que la hora de salida por fin había llegado. Louis se despidió de Zayn y salió caminando perdido entre sus pensamientos y acomodándose su tupé por inercia adquirida.