Capítulo 1|Inocencia.

522 35 19
                                    

Francamente la vida no había sido nada fácil para éste pequeño joven de orbes azulados. Vivía en uno de los barrios más pobres de Stockwell; y apenas a sus escasos diecisiete años añoraba una calidad de vida mucho mejor. Aún no entendía la razón por la cual el destino había sido tan cruel con él y lo había condenado a una miseria de donde quería salir... costara lo que costara.

Recuerda que esa tarde él junto con sus otros tres amigos había ignorado las clases y se habían fugado del colegio con el absurdo pretexto de que tenían un malestar estomacal por ingerir alimento en descomposición. Y ya con ropa un tanto provocativa y ganas de salir de la vida mediocre que le había tocado vivir se dispuso a seguir los pasos de Liam, Niall y Zayn quienes ya sabían de principio a fin como conseguir una noche con esos "hombres" que no eran más que narcotraficantes ambiciosos y totalmente egocéntricos.

—Oye, Zayn, ¿seguro que Styles si viene? —preguntaba el castaño mirando hacía el horizonte solo para ser de los primeros en ver la lujosa camioneta del tan esperado tipo.

—Claro que va a venir. Me dijo que a las doce

—Pues por eso mismo, ya son doce con veinte y no lo veo por ningún lado— sus esperanzas iban esfumándose poco a poco rogando a Dios que por lo menos una vez en la vida fuera bueno con él y le cumpliera el sueño de que ese día su calvario acabara.

De pronto el estruendoso ruido de unas llantas contra el pavimento interrumpió las plegarias del castaño y pudo percatarse de que una lujosa camioneta iba en la dirección donde se encontraban los cuatro chicos. Frenó a una distancia considerable y así se quedó.

—Styles llego. En un momento regreso— informó el moreno y camino coquetamente hacía el gran vehículo.

"¡Que nervios, Dios, que nervios!" susurró el ojiazul mordiéndose el labio inferior y secándose el poco o mucho sudor que sus manos desprendían.

—Tranquilo, Louis, que aquí no se acaba el mundo.

—No, Niall, no se acaba el mundo... pero puede que empiece.

Malik llegó a lado de la camioneta. Esperó unos segundos y de pronto el cristal polarizado iba bajando dejando ver al joven que se encontraba sentado en finos asientos de cuero.

Harry Styles. El nombre que apenas cualquier chico de ese barrio escuchaba se derretía de sólo pensar que quizá algún día él se fijara en ellos. Incrédulos. Era muy atractivo. Sus rizos color chocolate caían hasta sus hombros. Portaba una camisa muy elegante color guinda con los primeros tres botones sin abrochar para dejar que las pupilas de quien lo vieran se deleitaran admirando sus trabajados pectorales, sus tatuajes que lo hacían ver más sexy de lo que ya era y su lechosa piel que era el sueño de cualquiera. Sonrió de lado mirando con esos ojos color jade al moreno que se encontraba frente a él a quien ya había tenido el gusto de follar algunas veces.

— ¿Qué tal, Styles? ¿Cómo estás? — saludó el pelinegro jugueteando con la paleta sabor cereza que acababa de introducir a su boca.

—Estoy con ganas de follarme a un muchachito con un exquisito culo. Así que, ¿qué tienes para mí?

—Ahí tienes a los chicos. ¿Con cuáles te quedas?

Los tres jóvenes que se encontraban bajo la sombra de un frondoso árbol miraban con deseo al rizado, pero, Louis era quien en ese momento suplicaba e invocaba a todos los santos habidos y por haber para que Harry lo escogiera a él y no a sus demás amigos.

—Veo que hay un chico nuevo, ¿quién es? — preguntó Styles mirando fijamente al castaño.

—Él es Louis Tomlinson, ¿no te acuerdas de él?

Así Del Paraíso||Larry Stylinson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora