Lifesaver

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Me escabullí detrás del escenario y sentí un par de brazos que me asfixiaban. Lizzy estaba tan emocionada que estaba al borde de las lágrimas. Gritaba cosas de pequeños saltamontes, y de orgullo, y yo sólo asentía y le sonreía, pero realmente no la estaba escuchando. Mi paranoia estaba lanzándome a un precipicio, y por un momento me cuestioné el haber bailado para Sam. Me puse en riesgo. "Estúpida."  Era el único pensamiento claro que tenía mientras me arrastraban hacia el camerino. De fondo sonaba 'Man, I fell like a woman', y mientras me desvestía y escuchaba el relato de Miranda, lo único que hacía era pensar en lo que había hecho. Realmente me sentía estúpida. ¿Qué estaba pensando cuando decidí bajar del escenario? "Claramente no pensabas" me reprendí mentalmente, y decidí que lo único que iba a hacerme bien en este momento era sentirme orgullosa de haber pasado la prueba, y, por qué no, ir a buscar una cerveza a la barra. Cuando me deshice de -casi- todo el maquillaje e hice una cola alta con mi pelo, decidí salir, pasando completamente desapercibida con los jeans azules todos rotos y mi buzo de los Giants. Todo esto a veces daba mucha gracia: hace unos minutos estaban todas las miradas y los silbidos en mí, y ahora estaba empujando a todas las personas más altas que yo para evitar que me derribaran.

Fue acercarme a la barra y volver a escuchar las opiniones de mi demostración de Lucas, de Lizzy, y de varios desconocidos que lograron ponerme roja como las luces del escenario. Estaba relajada, riéndome de las imitaciones que hacían las chicas de mi cara de horror, cuando me sentí observada. Escruté el bar, en busca de algo que me pareciera fuera de lugar, pero no encontré nada raro; y sin embargo, no podía sacarme el malestar que sentía. Lucas me tomó la mano.

-Hey, estás bien?

-Sí, es sólo que... estoy un poco abrumada.-balbuceé. No sabía qué decirle, ni si haría bien en explicarme mi malestar.

-La presentación y la cerveza pueden ser los causantes -rió-. Ve al baño a lavarte la cara, estás un poco pálida. Buscaré algo para que puedas comer.

Le apreté suavemente la mano, y fui al baño. Lucas era la mejor clase de hermano mayor, y sé que el se sentía de la misma forma que yo lo hacía; yo era la hermana que nunca había tenido. Me apoyé en la mesada de mármol del baño, intentando organizar mi mente. Habían pasado tantas cosas y tan rápido que me estaba costando seguir el ritmo que estaba tomando mi vida. El bar, Matt y Caroline, mi madre... Mi padre. Ahuyenté las lágrimas que amenazaban con salir y mojé mi cara con agua fría. Respiré hondo un par de veces y me encaminé a la puerta. Apenas abrí la puerta, la cerré de un golpe, horrorizada: Thomas estaba aquí. 
¿Qué hace él aquí? Pensé que estaría en casa todavía, con Caroline y nuestros padres. Mi corazón estaba desbocado, y con la respiración agitada abrí la puerta para comprobar que él había entrado en el baño de hombres.

"Lo está haciendo a propósito, lo sé. No voy a poder escapar de él, va a hacer mi vida un infierno." , pensé angustiada, mientras me dirigía a los camerinos. No podía despedirme de ellos, tenía que salir rápido de aquel lugar, no podía permitir que se me acercara. "Maldito el día en que se acercó a mi hermana. Maldito, maldito, maldito."  Mi furia iba en aumento mientras caminaba a toda prisa hacia mi mochila. Con excesiva fuerza guardé todas mis sombras y le dí demasiadas vueltas a la bufanda. Estaba haciendo mi camino hacia la puerta de salida que daba al callejón cuando choqué contra Scarlet. Me miró con una mueca, extrañada, y yo terminé de acomodarme de un tirón el abrigo. Digamos que Scarlet no era mi persona favorita en mi círculo social.

-Bonito espectáculo, Proust.-siseó, analizándome con la mirada.

-Gracias -dije ofreciéndole una sonrisa amablemente falsa-, pero si me disculpas, debo irme.

-¿Tan rápido? ¿Por qué? -dijo poniéndose en mi camino entre la puerta y el callejón.

-No es de tu incumbencia, Scarlet -dije entre dientes. Estaba lo suficientemente molesta como para darle una buena bofetada para descargarme, pero decidí controlarme. Necesitaba salir de allí y no quería llamar la atención de los demás.

Private DancerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora