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He llegado, me he quedado a fuera del hospital, no estoy muy seguro de entrar, es una de esas ocasiones en donde la seguridad se esfuma y no sabes que hacer. Cierro los ojos e inspiro hondo- Vamos Siller no te arrepientas ahora- me quito el casco, tomo mis regalos  y me encamino al hospital.
Observo hacia la recepción, hay dos enfermeras, una se ve de mal humor y la otra esta distraída.
- Buen día señorita - la enfermera alza la vista, se queda en una especie de trance - ¿ Señorita?
- Perdón Señor ¿ Que necesita?
-  Seria tan amable de informarme sobre Danna Sullivan
- Si deje veo - mira el ordenador y tarda un poco - La señorita Sullivan acaba de salir esta mañana
Miro al suelo, me arrepiento de haber venido, me arrepiento de haberme preocupado por ella o bien ¿ Por que no he venido antes? - Gracias- le dejo las rosas y el oso de peluche
- Señor ha olvidado sus cosas
- Quedesela
Salgo con enojo en mi, con el corazón a punto de salirseme del pecho. Me duele detesto sentir esto, golpeo la pared, estoy muy frustrado, la frustración y yo no nos llevamos nada bien.
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Por fin en casa, por fin estoy en mi bello hogar. Respiro hondo y miro a Aiden- Espero que estés mejor
- Yo espero lo mismo
- Gracias Aiden
- ¿ Por que me agradeces?
- Por estar a mi lado te quiero
Me sonríe y me abraza- Yo también te quiero - me besa el pelo. Me gusta esta a su lado en este momento, saber que cuento con el. - Debes estar cansada ve y acuestate en lo que yo preparo algo de comer - Asiento y me voy hasta mi habitación.
Me siento débil y un tanto vacía, triste, tomo un espejo y me miro, las ojeras resaltan bajo mis ojos, me pesan los párpados.
Dejo el espejo en la mesa de noche, voy hasta en baño, me desnudo y entro bajo el agua, me han entrado unas ganas de ducharme o bien debe ser que siento el detestable aroma a hospital aun en mi ropa, en la piel.
He tratado de relajarme pero no se si puedo, no se si tengo derecho a hacerlo, por mis ojos descienden lágrimas, que son llevadas por el agua. Me duele el pecho y no es por mi enfermedad, no es por que me valla a morir dentro de muy poco tiempo. Este dolor es por u a ausencia desconocida para mi, es un dolor similar al que sentí cuando quede huérfana, cuando murieron ellos.
No....no soy nada fuerte y mucho menos tengo en suficiente coraje para afrontar todo esto sola, nunca lo he tenido y tal vez nunca la tenga.
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Necesito solo un poco....solo un poco de relajación, respirar y sacar esta frustración que ella me ha causado.
Golpeo el saco de boxeo, una y otra vez, golpeo y golpeo sin descanso.
Unas leves gotas de sudor descienden por mi frente, traigo el cabello húmedo y el corazón me late al mil por hora, una forma mas trabajosa de que eso suceda, me encantaría en este momento tener a mi dulce Danna a mi lado, sudada y cansada o bien con la cara enterrada en su cuello, disfrutando de su aroma, de ese aroma que expide cuando terminamos de hacerlo. No he sabido bien como llamar a lo que hacíamos pero sin duda alguna para mi aun es delicioso.
Cierro los ojos y me encuentro con su imagen, con una imagen de ella con una enorme panza- Mierda!!!!- grito con mayor enojo y desesperación, golpeo el saco de boxeo sin descanso, grito, no me interesa que me miren, no me importa que me vean como un loco, por que tal vez lo soy, pero no quiero que me vean sufrir, no quiero que vean mi dolor.
Pero sobre todo no quiero que vean mi cobardía y falta de decisión.
- No puedo, no puedo - caigo de rodillas y golpeo el suelo, el sudor aun me  recorre todo el cuerpo.
Pero no puedo dejar lo que conozco, no puedo, pero aparece ella en mi mente. ¿ Cómo estará? ¿ A caso estará en la cama con  el ? - Veo que algo te atormenta- levanto la cara y me encuentro con ella. 
- Silvana - digo secamente
- Parece que estas enojado
- Sólo quiero un poco de tranquilidad
- Sabes que se te ve muy bien esa camiseta pegada al cuerpo, tu sudor es....- se muerde el labio inferior
- ¿ Es que?
- Nada, es sólo que te ves distinto a otras veces, le pegas al saco de boxeo con ira.
- No te importa como lo haga, así que por favor dejame solo
- Quisiéramos acompañarte
- ¿ Quisiéramos?
- Claro ¿ A caso no te has dado cuenta? Todas nosotras te venimos a ver lo tres días de la semana que estas aquí, a la misma hora
- Ya veo, dejame solo
Pone los ojos en blanco, desvío la mirada, sonrío con nostalgia.
Ha nostalgia ahora ese sentir viene a mi, pero me pregunto¿ Por que no lo he conocido antes? ¿ Es que a caso tenían que conocerla a ella? - Agggg- grito de frustración y mucho enojo.
Estoy enojado conmigo mismo por no tener ese coraje y afrontar mas cosas como se deben, por no querer dejarlo por no reconocer lo que en realidad siento.
Pero por otra parte si lo hago ella podría salir lastimada, Loaiza no es de fiar, inclusive he llegado a pensar que Aiden esta con Danna por ordenes de Loaiza.
Y de nuevo quiero derrumbarme y dejar todo, hacer de cuanta que no necesito a nadie, que soy fuerte.
- Pero la necesito a ella- doy un golpe- Ella es mi hogar- lo vuelvo a golpear con mas fuerza- Ella es todo lo que necesito- otro golpe - Por que yo la amo- termino de golpear el saco.
Mi respiración es pesada, me dejo caer en las colchonetas y miro al techo - Pero ¿ Y si me rechaza?
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Esto es complicado para mi pero al fin, al fin he terminado el platillo, estoy contento por que hoy es el día, en este momento, solo esperaré a que ella despierte para hacerlo.
Miro al horno, faltan solo dos minutos para que esté listo  lomo, he escogido un buen vino aunque tal vez sea mejor que no lo bebamos, no pensé, nunca lo hice, nunca creí que amaría a alguien como la amo a ella o bien nunca creí que llegaría a preocuparme por alguien mas que yo, después de haber sufrido por amor no lo creí posible y ahora me miro, comprendo que lo de Sherlyn nunca fue amor, tal vez por ninguna parte.
Danna ha llegado a sanar algo de mi.
Incluso me ha hecho ver las cosas desde una nueva perspectiva.
Suena el timbre, es extraño, no esperamos a nadie, dejo el trapo de cocina y voy a abrir.
No me gusta nada lo que estoy viendo
- ¿ Que haces aquí?
- No te vine a ver a ti
- Danna no te quiere ver
- Mientes, se que ella quiere que esté a su lado
- Me tiene a mi a su lado Damián- Se queda en silencio- Además si mal no recuerdo no quisiste ir al hospital
- Estaba confundido, en shock
- Tus confusiones no la han ayudado, vamos haznos un favor y vete, anda se feliz con Amber.
-Dejame verla, su ella me pide que me valla lo haré
No me puedo negar la oportunidad de verlo mal- Espera a que saque el lomo del horno y vamos
- Esta bien
Entramos - Cierra la puerta
- No pensaba deja la abierta
Voy hasta la cocina, tomó los guantes y saco el lomo- No sabía que cocinabas
- No tenías que saberlo
- ¿ A caso Danna te ha cambiado?
- Como a tu Siller, al igual se tu, solo que yo la tengo a mi  lado y creeme que no me iré de su lado
- Veo que te gusta tener lo que he dejado
- Fue ella quien te dejó - este conversación no me gusta, siento que hablara de ella como si fuera un vil objeto
- Claro, nadie deja a Damián Siller
- Deberías bajarle a ese ego querido Damián
- No es ego es la realidad
No contesto de lo contrato esto seria un cuento de no acabar.
Le señalo el pasillo para ir a la habitación de Danna, caminamos en medio del silencio, hasta que ese apacible silencio se ve remplazado por un grito.

El Masajista ( parte 2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora