El Masajista ( parte 2)

25

Dos días habían pasado, dos días en los cuales Danna estaba en aquel hospital, dos días que Aiden no se  había parado por ahí.
Para Damián era el día de verla, habían sido dos días mas de agonía, de miedo para el.
El miedo era la peor sensación que había experimentado en su vida, ya había perdido a su hijo y no pensaba perderla a ella.
Tarde se había dado cuenta cuanto lugar tenia ella en su interior su alma estaba ligada a la de ella, su corazón le pertenecía por mas que lo negase, por mas que se negara a creerlo, por más que quisiese sacársela del pecho no podía, su vida dependía de ella.
Se frotó el cabello, estaba urgido por verla, le temblaban las manos y su pulso martillaba, no lo dejaba razona bien, estaba muy nervioso, como si supiera que verla le iba a doler mas que no verla.
- Buen día Mariza- saludó a la mujer que parecía estar cansada
-¿ Que haces aquí?
- Estoy preocupada por ella
- Aun no entiendo el motivo de su separación pero me imagino que no fue grato para ella, debiste pensar en su salud
- No sabía nada al respecto, nunca me dijo- admitió con tristeza, si lo hubiera sabido antes no le hubiese hecho tanto daño, en su interior existía esa nostalgia, quería sentirla cerca y que todos esos sentimientos tan horrendos que experimentaba se fueran y que jamas volviesen a el.
Que ella eclipsara todos sus miedos es inseguridades, sus penas y dolores.
Que difícil era vivir sin ella, era como estar muerto- Mariza debes descansar ande y ve que yo cuidaré de ella
Mariza dudó un poco pero al final cedió, necesitaba dormir y dejar de pensar en su sobrina y lo que le pasaba. Damián la vio irse, cuando la silueta de Mariza desapareció del pasillo se adentró a la habitación de Danna, quedó helado al verla ahí tan pálida y sin ningún color en sus mejillas, tan frágil que se sintió aun peor, se sintió un despojo de hombre, sin valor. Esta vez si había ido demasiado lejos, había lastimado a la mujer que amaba y lo que era peor posiblemente no viviría para pedirle perdón, no podría terminar con lo que nunca había empezado, todos sus sueños y aspiraciones se estaban yendo por la borda, de nada servía tener un mínimo de esperanza si ella no estaría ahí para ser su fuerza.
Le acarició el  cabello, enseguida la maquina que marcaba sus latidos comenzó a sonar mas rápido, su palpitar ya no era relajado y constante, su pulso marcaba mas de lo que antes marcaba, Damián no sabia si era algo bueno o algo malo.
Retiró la mano y tomó la de ella, la acarició de manera amorosa- Daría todo por no verte así, pero sobre todo por verte se pie y decirte cuanto te amo, que perdones mis equivocaciones y lo tonto que he sido, si estuviera en mis manos, daría todo por ser yo es que estuviese ahí en esa cama, si eso significa tu felicidad.- le besó la mano, su aroma estaba a punto de desaparecer. - Te amo lamento haberme dado cuenta muy tarde- una lágrima corrió por su mejilla- Lamento todo esto Danna.... Perdoname.
Tras la puerta Aiden apretó los puños, no quería interrumpir aquella escena de amor, de felicidad.
No podía negar que ambos estaban enamorados de ella, no cabía duda alguna que ellos habían encontrado una luz en medio de su obscuridad y era ella, si esa luz se apagaba, ellos estarían perdidos.
Pero una cosas era segura uno de los dos quedaría sin ella, uno de los dos tendría que desaparecer.
Aiden abrió la puerta, Damián se sobresaltó al verlo ahí- Veo que acompañas a mi esposa
- Hola Aiden
- ¿ Quien te dejó pasar?
- Dejé que Mariza se fuera a descansar - Ya veo toma- le tendió un vaso con café
- No gracias
- No tiene nada, era para Mariza pero ya no esta, además no lo voy a desperdiciar
- Tómatelo, no lo haga por mi, hazlo por ella
Damián dudó un poco pero al final accedió, dio el primer sorbo- Todo que no quede no una sola gota- dijo para si - Veo que tratas de ser amable
- No es por ti
- Aiden ¿ Que nos pasó? eramos grandes amigos, ambos teníamos ganas de comernos el mundo y seguir adelante, salir de esa mierda de vida
- ¿ Que nos paso? ¿Te parece poco haberte acostado con mi novia?, la amaba Damián y tu lo sabias, desde ese día juré que te haría pagar
- ¿ Es por eso que te metiste con Danna?- Aiden sonrió- querías hacerme daño, no pensé que tu odio llegaría a tanto
- Buena deducción Damián bravo, aplaudo tu audacia
- No quiero que la toques, no le hagas daño
- ¿ No te parece demasiado tarde? Estoy casado con ella y pronto tendré lo que quiero
- Eres...- no lo insultaría frente a ella, al menos le tendría respeto.
Aiden reía, se reía de la situación que Damián pasaba, lo cono la bien y también sabía que  tenia una lucha interna, que jamás mostraría su amor por ella o bien que el lo sabría pero no lo haría tan evidente, el no podía hacer nada mas por el.
- Sal de aquí antes de que terminé cometiendo un asesinato, se sintió tentado a continuar provocándolo.
- Bien te dejo con tu enfermita adiós
Dio media vuelta y salió de la habitación, enseguida los ojos de Damián se sentían pesados, comenzaba a cabecear, se sentó a un lado de Danna, pego la cabeza en su pecho y cerró los ojos.

Aiden caminaba por el pasillo, en su trayecto de encontró frente a Mariza, se veía mas fresca y descansada- Milagro que te veo hace dos días que no te paras por aquí
- No puedo Mariza, no puedo con todo esto, no soy lo suficientemente valiente para estar a su lado, no viéndola así de débil
- ¿ La vas a abandonar ahora?
- Si, eso haré, no estoy diseñado para vivir en un hospital
- ¿Que le diré cuando despierte?
- Dime que me he ido, eso es todo
- Pero...
- Dime que le abandoné que no soy capaz de estar a su lado, o bien dime lo que quieras
Aiden se fue dejando a Mariza confundida, decía amarla, decía quererla mas que a nada en la vida y a ultima hora sólo la dejaba, la abandonaba. Negó reprobando sus acciones, inclusive se arrepintió de haber creído que era un hombre distinto.
- Damián he llega....do- se sorprendió al ver a Damián dormido- ¿ Estas dormido?- se acercó a el, trató de despertarlo pero no pasó nada.
Se preocupó por lo que estaba pasando ¿ Estaba bien?- Enfermera- gritó, esperó un poco hasta que una amable enfermera le hizo caso- No se si esté bien
- Déjeme verlo- le tomó los signos vitales- este bien solo duerme
- Traté de despertarlo y no pude
-  Debe estar sedado
- Pero...
- Dejelo descansar
- Esta bien
Mariza se sintió tranquila al verlos dormir, cierto era que ambos se veían bien juntos.
Se sentó enfrente de ellos , vio que Danna comenzaba a despertar, se levantó a verla - ¿ Danna te sientes mal? - ella negó.
Danna sintió un peso extra sobre ella, sonrió al verlo dormir- ¿ Y Aiden? - Mariza dudó un poco antes de decirle
- Se fue
- ¿A descansar?
- No....te abandonó
- Mentira- respondió con suficiencia
- No miento, lo acabo de encontrar afuera u dijo que no noria verte así que lo perdonarás por ser tan cobarde - Se que mientes el no me dejaría, el me lo prometió, me lo ha Dick múltiples veces
- Lo siento
Danna quedó en silencio, lo iba a discutir además que me resultaba muy cansado.

La moto corría a gran velocidad, un kilómetro mas y llegaría a su destino, no estaba nervioso al contrario se encontraba muy decidido, lo haría porque quería hacerlo, además de ser una libertad para el.
Volvió a acelerar, sus ojos se centraron en el tráiler que venía, otros autos mas venían, sabia cual era la mejor hora para hacerlo.
Mientras mas aceleraba sus recuerdos se iban agolpando en la cabeza, eran tantos que no podía mas, Sherlyn, Damián, Danna, odio, orfanato, las flagelaciones, su vida de mierda que había llevado, los vicios que le  habían costado dejar , todo como una película la adrenalina corría por sus venas, volvió a acelerar por ultima vez.
La moto impactó contra un auto, luego oteo, el salió volando, el casco no permitió que se golpeará tan fuerte  la cabeza pero su cuerpo sufrió un daño tan fuerte, sus costillas estaban rotas, toda la gente se alarmó.
Uno de los conductores llamó a la ambulancia, mientras que otros solo se acercaban a mirar lo acontecido, de sólo verlo sentían lástima, le quitarón el casco, al verlo las mujeres ahí presentes sintieron pena, era un hombre joven para morir tan pronto y sobre todo guapo.
El observaba lentamente, aun tenía conciencia pero solo quería imaginarla a ella, ver su rostro, unas lágrimas salieron de sus ojos, cada vez le costaba respirar pero estaba feliz, la sangre estaba a punto de ahogarlo.
A lo lejos se escuchaba la sirena de la ambulancia, la gente se hizo a un lado cuando ellos llegaron, se dieron cuenta que estaba muy grave, muy mal pronto lo inmovilizaron, sólo esperaban que llegase al hospital.
Mariza había salido de la habitación, estaba sedienta, fue hastaa cafetería a comprar una botella con agua, justo venia llegando cuando notó el alboroto, las enfermeras corrían de un lado a otro.
En una camilla traían a un hombre, no le tomó importancia hasta que la camilla pasó frente a ella, el hombre estaba bañado en sangre, parecía estar muerto- ¿ Aiden?- logro decir al verlo de cerca, sintió un poco de dolor al verlo ahí hacia una horas había dejado a Danna sola y ahora, ahora estaba en el hospital ¿ A eso se refería con que no la podía ver así? ¿ Se había intentado suicidar?- ¿ Lo conoce?- preguntó una enfermera
- Si es mi sobrino
- La lamento esta muy mal,no sabemos si sobreviva
- Espero que si
Los doctores no podían hacer mucho, tenia una contusión en el cerebro, sus costillas habían perforado los pulmones, perforaban el estómago.
Lo revisaron, poco a poco su pulso se apagaba, una enfermera encontró una nota en la bolsa del pantalón.
“ Donen mis órganos pero mi corazón que sea para ella”....