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Me pesan los ojos, no quiero despertar, estar en este estado de sueño me gusta además de que no  me había sentido tan tranquila.
Aun me duele que el se haya ido, pero me dijo que no dudara de el y si lo hago es como si me estuviera clavando un puñal, lenta y suavemente, un dolor que es intenso.
- Danna- escucho la voz de mi tía, pero no quiero abrir los ojos, estoy débil y sin ganas de levantarme.- Danna- me tocan del hombro
- Mmmmm. No quiero
- Debes comer
- No tengo hambre
- Señorita deja de estar renegando y vamos come
Vencida por sus regaños accedo a despertar, no me puedo doler mucho, de hecho me atrevería a decir que hay algo diferente en mi. Lo se pero no se que puede ser, siento una presión en le tórax, estoy en bata, mi tía luce cansada y....- ¿ Donde esta el?- se me ocurre preguntar con la leve esperanza de que esperanza de que este aquí.
- Aquí estoy - Damián entra a mi habitación
- Tu no- digo de forma seca, incluso parece que le ha dolido - ¿ En donde esta Aiden? - comienzo a perder la paciencia
- Se fue Danna, no esta y no creo que vuelva - mi tía contesta tajante
- Pero.....
- Nada Danna ponte a comer y ya
No, no le creo hay algo que no me cuadra, me limito a  guardar silencio
- Creo que mejor me voy- Damián se ve afligido y no puedo evitar sentirme culpable.
- Lo siento Damián- se detiene y me mira extrañado
- ¿ Como?
- Si, perdón, no quería que te pusieras así- asiente reflexivo
- Ya veo, de todas maneras me voy, adiós
Se va y siento una profunda soledad aunque se que mi tía esta a un lado
- Esta sufriendo
- Tia yo...
- Danna debes rehacer tu vida
- Estoy casada y no creo que sea lo mas conveniente
- Danna Aiden no volverá porque....- se queda callada
- ¿ Por que?
- Porque el esta....- me cuesta decirlo
- Esta...
- Ves ma venda  rededor te tu tórax
Meto la mano a la bata, siento el vendaje
-¿ Que me paso?
- Te trasplantaron un corazón
- Ya veo ¿ Por eso me dejó?
- El corazón que ahora tienes le pertenecía a el- me quedo helada al escuchar tal cosa
- ¿ Es broma? - niega con la cabeza, las lágrimas brotan de mis ojos- Por Dios....- es lo único que puedo decir antes de abrazarme, niego con ma cabeza- eso es mentira- grito esperando a que ella me diga que es una mentira que el esta afuera, que ha estado al pendiente de mi.
No que..... lloro a todo pulmón, no me importa nada, pataleo la cama, golpeo y grito que todo es mentira, que el no me iba a dejar que el lo prometió.
Las enfermeras entran y tratan de tranquilizarme pero me niego, se que me estoy lastimando pero esta sensación de impotencia y desesperación se han apoderado de mi. Damián entra a la habitación , me sujeta, sus fuertes manos me lastiman, poco a poco me voy quedando dormida, con esa calma de nuevo.
Nunca la había visto así, siento que he sido muy brusco con ella, tal vez la he lastimado pero era necesario, las enfermeras después de mirarme recogen los platos tirados.
-¿ Que fue lo que paso?
- Nada solo le dije que Aiden estaba muerto y...
- ¿Se lo has dicho con tacto y amabilidad?
- Claro pero parece que no quiere comprender
- Se veía mal, sólo espero que pueda salir de esto
Ella asiente, aun sigo pensando en la nota que me ha dejado Aiden.
Que difícil es  verla así y no poder tomarla entre mis brazos y hacer.....juntos hacernos olvidar.
Llevo tanto tiempo deseando su cuerpo, que sus bellos ojos me miren y que se arque bajo mi tacto.
- Mierda- digo por lo bajo al saber excitado, no puedo permitirme esto, no es bueno, aunque nunca me ha  interesado lo que es bueno y lo que es malo, siempre me he guiado por lo que yo creo, no por lo que me digan pero ahora soy un puto lío y creo que eso es evidente, camino hasta llegar a la silla que se encuentra a un lado de la puerta, me siento y la miro, duerme plácidamente.
Debo admitir que temo....temo que me haya olvidado y que no quiera saber de mi, se que me quería pero la he dañado, decido cerrar los ojos pensando que es sólo un sueño y valla que me gustaría fuese de esa forma.
- Damián..- escucho su voz a lo lejos, sonrío al pensar que esta a mi lado.
- Damián abre los ojos- recibo una almohada, despierto ajetreado y sobre todo desconcertado ¿ Que hago aquí? la memoria viene a mi mente cuando la veo a ella sonreír
- Danna debes descansar
- Tengo sed por eso te he despertado
- Esta bien- me levanto de ma silla y me estiro, camino hasta el estante  que se encuentra a un lado de ella, sirvo un el agua, tomo un popote y la ayudo a beber. Lentamente bebe hasta, deja de hacerlo- Gracias- desvía la mirada
- De nada ¿ Cómo te sientes?
- No se un poco abatida pero con mas energía- asiento, exhalo.
Estoy a nada de irme cuando me habla - ¿ Que necesitas?
- Ven por favor....- mira a otro lado- yo....quiero un abrazo- yo también quiero un abrazo, mas su es de ella, necesito contacto, quiero tocarla.
Me acerco a ella y la abrazo, enseguida mi olfato se ve inundado por su bello aroma. La abrazo como si la vida se me fuese en ello.
- Cuanto te he extrañado- digo sin pensarlo, se se que su rostro pegado a mi pecho me acelera el corazón y me hace pensar en lo bueno, en la fortuna de tenerla aquí a mi lado o bueno al menos aquí.
Se despega lentamente de mi y no puedo evitar sentirme vacío- Damián- mi nombre acariciando su lengua, su voz pronunciándolo me hace estallar en alegría, no pienso mas, mis pensamientos están bloqueados.
Y por mas que un impulso la beso, al principio se queda extrañada, pero al final me sigue el ritmo, su lengua acaricia la mía, su aliento me invade y me llena de alegría el escucharle gemir - Yo también te he extrañado...

El Masajista ( parte 2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora