Capítulo 3

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Abrió los ojos.

"Hoy es el día."

Se había levantado muy temprano, se alistó y bajó por su desayuno.

Su madre estaba en la cocina.

- Buenos días, ma.

- ¿Por qué tan temprano, hija?

- Lo sé, es uno de esos días raros que me levanto temprano, supongo.

- Tú eres bien dormilona.

- ¿Quién me entiende?

Trataba de disimular todo el entusiasmo que había en su interior.

- Estás demasiado sonriente.

- Tonterías, mamá.

"¿Rayos, tanto se me nota?"

- Ya, sírvete, yo voy saliendo al trabajo.

- Cuídate, ma.

- Nos vemos en la tarde.

Cinco segundos después de que su mamá saliera, ella salió.

Tomó el primer carro que pasó en el paradero, y se dirigió a la preparatoria.

Cuando llegó solo vio al de limpieza, era un hombre ya mayor, pero se veía como uno de esos abuelos buenos de película.

- ¿Me dejaría entrar, por favor? No quiero esperar afuera.

- Claro, pasa. Ya deben faltar solo unos cinco minutos para que el resto empiece a llegar, así que no veo ningún problema.

- Gracias.

Jally pasó.

- ¿Puedo ir al baño?

- Por supuesto, es tu institución, no la mía.

Jally respondió con una sonrisa, y se dirigió al baño. Tuvo suerte realmente que el hombre fuese tan amable.

Cuando vio que el señor no estaba viendo cambió de dirección, y se fue hacia el casillero de Ethan. Al llegar suspiró.

No sabía si meterlo o no, se sentía realmente nerviosa y su corazón latía a mil por minuto.

En eso escuchó la campana, y un montón de voces empezaron a oírse cada vez más fuerte.

Metió rápidamente el papel en el casillero y se fue.

Lo primero que se le ocurrió fue entrar al baño, se puso a pensar en lo que acababa de hacer.

Estaba más nerviosa que nunca, porque tocaba química y lo iba a ver.

"Dios, no puedo creer lo que acabo de hacer."

Salió del baño y se dirigió al salón, siempre eran una de las que llegaba primero, pero en un salón de cincuenta personas que cambian de compañero en cada materia pues nadie se daba cuenta de eso.

Se sentó en una de las carpetas de atrás de la columna del medio, su lugar favorito y de siempre.

Cinco minutos después todo el salón ya estaba casi lleno. Ella solo esperaba que entrara uno, no le importaba el resto.

"La campana va a sonar en dos minutos, ya debe entrar."

Hasta que entró.

Se sentó por la tercera carpeta de adelante en el lado izquierdo, ella podía contemplarlo perfectamente desde donde se sentaba, por eso era su lugar favorito.

Cuando entró el profesor empezó la clase.

Ella observaba cuando Ethan levantaba la mano para contestar algo, cuando escribía los apuntes, como deslizaba una pequeña sonrisa cada vez que el profesor decía algo irónico, era tan perfecto.

Hasta que sonó la campana, la clase había terminado. Todos comenzaron a pararse. Ella estaba petrificada.

Ethan iba a abrir su casillero.

"¡Va a abrir su casillero!"

Su corazón empezó a latir cada vez más rápido.

- Señorita Jean, la clase ya acabó, y si no me equivoco tiene otra clase en cinco minutos.

Se había quedado sentada en el salón, sola. Odiaba cuando le daba esos ataques de suspensión de tiempo y no coincidía su tiempo-espacio en la realidad.

- Disculpe, profesor.

Ella se empieza a parar, con vergüenza.

Pero, esperen, la llamo Jane.

- Profesor, ¿Cómo sabía mi apellido?

- Es el único carnet de asistencia que sigue en mi mesa, supuse que era de usted.

- Ah, cierto, el carnet de asistencia.

Tomó su carnet del escritorio del profesor y salió del aula.

"Ay, Jally."

Decidió pasar por el casillero de Ethan, para saber si lo estaba abriendo o no.

Pasó, y vio como tenía la nota en la mano mientras sacaba algunas cosas.

"Me va a dar un ataque ahora mismo."

La sangre se le subió hasta la cabeza y sintió como sus manos empezaron a sudar.

Ella corrió hacia el baño y se echó un montón de agua en la cara, no lo podía creer, deseaba no salir del baño nunca más en su vida.

Pero, tenía biología, así que tomo fuerzas y salió del baño, dirigiéndose a su aula.

. . .

Se disponía a coger unas cosas rápido e irse a clase de álgebra, no estaba bien en esa materia y no podía perder ni un minuto de enseñanza.

Cuando abrió el casillero vio un inusual papel azul doblado por la mitad, pensó que era un apunte ya que el hacía apuntes en papeles azules, así que lo tomó y se fue a su salón.

Al llegar, se sentó en la parte de adelante, para no perderse nada.

- Brian, ¿Te salió la 5° de la tarea?

- No, estaba demasiado complicada.

Matemáticas siempre había sido complicado para él, pero nunca le tomó mucha importancia, hasta que su madre le advirtió que si no aprobaba lo sacaría de atletismo. Ethan amaba atletismo, y se empezó a esforzar.

-Abran sus libros en la página 45.

Todos abrieron sus libros.

-Quiero que este hecho desde la 27° hasta la 43°.

Ethan se dispuso a hacer, hasta que se dio cuenta que el peculiar papel azul seguía en su mano. Lo abrió.

Lo leyó como tres veces.

Al principio creyó que era una broma.

- Que chistoso, Brian.

- ¿De qué hablas?

- De tu papelito azul.

- ¿De qué papel me estás hablando?

- No te hagas.

- Déjate de tonterías y resuelve.

Lo vio serio, entonces no había sido él.

No sabía qué hacer, todo esto le parecía una tontería.

- Alguien me mando una nota, creí que habías sido tú.

- Pásamela para ver.

Se la pasó.

- Pues sea quien sea, se le ocurrió la manera más rara para hablarte.

- Jajaja, lose. ¿Qué opinas? ¿Le contesto?

-No lose, ¿Qué pierdes?

-Tiempo. Tiempo valioso que debería estar aprovechando en hacer álgebra.

-Tienes razón, a fin de cuentas es tu decisión.

Arrugó el papel y lo guardo en su bolsillo. Sacó un papel azul nuevo y escribió.

Behind ShadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora