segunda oportunidad // MLB

04: be alright

Marinette

Estaba en mi habitación con Lila y Alya, las tres tiradas en el suelo observando el techo como si fuera lo más interesante del mundo.

– Ser Ladybug debe ser agotador.

– ¿Por qué debemos hablar de eso?

– No lo sé... Estamos en silencio y fue lo primero que se me ocurrió decir. – miré a Alya con el ceño fruncido.

– Mari, nunca nos explicaste porqué no deberíamos saber tu identidad.

– Es complicado, y no es un tema del que me guste hablar.

– ¿Qué tan complicado puede ser?

– Más de lo que crees, Alya.

– Tenemos tiempo y un cerebro, podemos entenderlo. – apreté los puños inevitablemente, tratando de mantener la calma ante la situación.

– Están en peligro... Saberlo las pone en peligro.

– ¿Qué? ¿Por qué?

– Ni siquiera yo lo sé. Tikki dijo que ustedes no deberían saberlo... Sólo me dijo que tenía que protegerlas a como de lugar.

– ¿Y como pretendes hacer eso? – por fin Lila habló, usando un tono suave que casi lograba relajarme.

– Después veré. Por el momento, no tengo ni la menor idea. Espero que no sea necesario tener un plan.

– Si Chat Noir lo supiera, ¿también estaría en peligro?

– No lo sé. – cubrí mi rostro con las manos; sólo quería que las preguntas pararan.

Me levanté en silencio, apresurada a terminar de arreglarme.

Adrien

Estaba subiendo las escaleras hacia la habitación de Marinette. Me detuve para tocar la trampilla, pero escuché por "accidente" algo que no debía escuchar.

– ¡Eres Ladybug! ¡Él es Chat Noir! ¡¿Qué peligro podría correr?!

–¡¿Y yo que sé?! ¡Yo no queria tener este miraculous! ¡Entiende que esto no tiene que ver contigo, Alya, por favor! ¡Esto, mi realidad, escapa de la tuya! ¡Yo quería que tú lo tuvieras, no yo! ¡¿Crees que yo elegí esto?! –tragué saliva con pesadez y vi a Plagg pegado en la madera escuchando todo.