Louis estaba más que ocupado pues tendría exámenes y eso lo estresaba, así que cada vez que podía lo ayudaba a estudiar, en verdad me preocupaba verlo tan cansado por la escuela, pero bueno, ¿Qué podía decir yo si estaba peor que él?
Después de los exámenes, le darían una semana de descanso, ya estaba haciendo planes para esa semana, según él quería pasarla conmigo y por mi estaba bien. Lo extrañaba mucho porque ya casi no lo veía. Era muy difícil. Pero gracias a eso ya no se daba cuenta de que seguía vomitando y de que me sentía débil.
Cuando salía de la escuela pasaba a verme aunque sea unos minutos y ese tiempo para mí y para él era muy valioso.
Uno de esos tantos días en los que iba a mi casa empezamos a hablar
- Hazz, ¿Sabes que no hemos hecho?
- No, no sé, dime
- Ir al parque de diversiones, tengo muchas ganas de ir, esos parques me emocionan mucho
- Me imagino, ¿Cuándo quieres ir?
- ¿Qué te parece si vamos la semana que me van a dar de descanso después de los exámenes?
- Por mi está bien – le sonreí
- ¿Ya no has estado vomitando? – me preguntó abrazándome
- No, ya estoy mucho mejor – correspondí el abrazo
Pasaron los días y Lou pasó sus exámenes de una excelente manera, me sorprendió, pero tantas horas de estudio y sin vernos valieron la pena.
El jueves de su semana libre, paso por mí a mi casa a las tres de la tarde, según el “no quería perder tiempo” estaba ansioso por llegar a la feria como si nunca hubiera ido y yo solo le sonreía.
Cuando íbamos camino al parque de diversiones se la paso quejándose de que todo precisamente ese día iba muy lento, la gente caminaba lento, los coches avanzaban lento, cuando él lo único que quería era llegar lo más pronto posible. Ya me estaba acostumbrando a sus quejas infantiles que me hacían sonreír.
Llegamos por fin y él no sabía que hacer primero, quería hacerlo todo, volteaba a todos lados como tratando de decidir.
- ¡Hazz!, ¡ya se! – me dijo con una hermosa sonrisa – quiero tomarme fotos contigo
- Louis, tenemos suficientes, podríamos llenar un álbum con tantas fotos que tenemos juntos
- Pero quiero más
- Está bien
En ese momento paso un hombre con una cámara de esas que apenas tomaba la foto y salía y Lou lo llamo para que nos tomara esa foto que tanto quería. Cuando la tomo, se la entregó a Louis, y él la recibió muy emocionado como siempre y le pago al señor.
- Es hermosa – me dijo mientras me la mostraba
En verdad era hermosa, habíamos salido sumamente bien, el me abrazaba por la espalda como siempre y los dos teníamos una gran sonrisa
- Déjame quedármela Harry
- Claro que si – se la entregue y le sonreí
Después de eso comimos muchas cosas, cosas que a él realmente le asustaba que me hicieran daño, me había dicho que no le gustaba verme vomitar, pero le dije que ese día valdría la pena hacerlo.
Vaya que me divertí ese día, hicimos de todo, y su sonrisa no desaparecía, lo que causaba el mismo efecto en mí. Amaba su sonrisa, era muy hermosa, hacía que mi corazón latiera muy rápido y era agradable sentir eso con un simple gesto.
Ese día Louis me dijo que le encantaba pasar tiempo conmigo haciendo cualquier cosa, aunque fuera algo sin sentido. Y tenía razón, a mí también me encantaba pasar tiempo con él haciendo cualquier cosa. Creo que eso pasa cuando te enamoras de alguien. No importa que hagan o donde estén, cada momento que pasan juntos es especial en cierta forma y es algo que quieres recordar siempre.
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Una Pequeña Esperanza [Larry Stylinson]
Roman pour AdolescentsSigo con la esperanza de que mi historia termine con un: "y vivieron felices para siempre".