Una Pequeña Esperanza [Larry Stylinson]

Capítulo 5.

Sin darnos cuenta llego el día en el que tendría mi primera sesión de quimioterapia. Louis y yo le habíamos rogado al doctor que fueran por las tardes para que pudiéramos ir juntos, no me quería dejar solo.

Estaba muy nervioso, pero ver a Louis detrás del vidrio de la habitación me dio fuerzas.

Sentí mucho dolor, el líquido que entraba por mis venas quemaba, y al ver mi dolor a Lou se le escaparon unas lágrimas, creo que de impotencia al no poder hacer nada para alejar ese sufrimiento. Pero se las secó de una forma rápida, quiero suponer que lo hizo para que no las viera, pero era demasiado tarde. Me hubiera gustado saber qué era lo que pasaba por su cabeza en ese momento.

Después de la quimioterapia me sentía pésimo, con asco, débil… 

Antes de salir del hospital el doctor nos llamó.

- Harry, te haremos el tratamiento por dos o tres meses, ¿de acuerdo?

Voltee a ver a Louis y al verlo sonreír solo pude contestar:

- De acuerdo

- Serán tres veces por semana, en las tardes. Lo único que te pido es que te cuides, te sentirás débil después del tratamiento y con ganas de vomitar.

- Ya me di cuenta – dije con un poco de sarcasmo y Lou me dio un codazo para que me callara.

- Se te caerá el cabello y las uñas, creo que eso lo sabes, pero valdrá la pena. Ahora te puedes ir a descansar.

- Muchas gracias doctor – dijo Louis sonriendo.

Nos levantamos y salimos del lugar.

Íbamos un poco desanimados camino a casa, no sé porque, pero así estábamos, no me había gustado ver a Louis llorar y comenzaba a pensar que sería mejor que alguien más me acompañara. Si para mí era duro, ¿para él como seria?

Una semana después de eso, Lou llego a mi casa con una amiga que estudiaba con él en su escuela para presentármela. La chica era muy bonita, cabello castaño largo y una hermosa sonrisa. Cuando abrí la puerta y la vi me sorprendí.

- Mira Eleanor, este es el chico que amo, del que tanto te hablo – dijo Louis tomando mi mano – amor, ella es Eleanor, una compañera de la escuela que quería conocerte

- Mucho gusto – sonreí. En realidad tenía mucho tiempo que no hablaba con alguien más que Lou, mi suegra y mis padres

- Eres encantador – dijo la chica – el gusto es totalmente mío, Louis habla maravillas de ti

Su comentario hizo que me sonrojara un poco. Y Louis sonrió por eso

- Pero pasen – dije dejándolos entrar a la casa

Estando adentro empezamos a platicar de cualquier cosa sin sentido, reímos mucho, se veía que Louis le tenía mucha confianza a esa chica y eso me tranquilizaba pues, tenía que desahogarse con alguien, tenía que decirle a alguien lo que a mí no me decía.

- Me muero de hambre – dijo Lou - ¿Qué tal si cocino algo?

- Oh no – dije rápidamente – mejor compra algo, amor

- Bien, sé que no te gusta lo que cocino, pero tampoco lo demuestres tanto – dijo antes de darme un beso – regreso

Cuando Louis salió por la puerta, Eleanor se me quedo viendo con un semblante serio que me hizo sentir un tanto incómodo.

- Sabes – comenzó a decir – cuando conocí a Louis se me hizo un chico sumamente guapo y, para serte sincera, quería que entre él y yo pasara algo así que simplemente me acerque a él, pero lo primero que mencionó fue a su gran amor, al amor de su vida. Cuando lo dijo tenía un brillo en los ojos que no se puede describir, enserio, así que me rendí, creí que no podría competir contigo – guardo silencio.

- Pues…

- Pero cuando me entere – me interrumpió y siguió hablando – de que tenias cáncer pensé “esta es una nueva oportunidad, ahora Louis lo va a dejar”… pero no fue así, sigue contigo, y pensé que tendrías que tener algo sumamente especial para que te amara de esa manera… porque creo que cuando te enteras de algo así, te entran dudas de si debes seguir con esa persona, pero Louis no las tuvo, aquí esta… amándote y apoyándote – sonrió – hasta hoy entendí la razón… ¿Cómo no amar a un chico tan lindo? Enserio, eres un chico que tiene una mirada dulce, eres como un ángel.

- Gracias – sonreí

- De nada, es la verdad – dijo muy animada