Capitulo 8 : "Arco y Flecha"

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Se me parte la cabeza y creo que estoy muriendo lentamente.

El periodo señores. El periodo.

¡Malditos ovarios!

Hoy es viernes y tendría que ir al colegio, tendría.

Creo que si voy a la escuela en estas condiciones mataré a alguien.

-¡Por favor, déjame faltar!

-No, Abby. No sé porqué no quieres ir a la escuela, tú odias faltar.

-Me siento mal.

-¿Qué te pasa? ¿Es por Emma? Ella seguro está bien, no tienes que preocuparte y mucho menos sentirte mal.

¿Acaso no le importa mi mejor amiga?

-Nunca la quisiste, ¿no?

-¿Qué dices? Sabes que yo la quiero como una hija.

-Si de verdad la quisieras estarías preocupada por ella, como yo.

¿Cuándo comenzamos a hablar de Emma? Como sea.

-Ella es mi amiga te guste o no.

Las lágrimas caen por mis mejillas.

-¿Qué te pasa? ¿Por qué estás tan sensible?

Estoy sensible lo admito.

-Estoy en esos días en el que creo que el mundo es una mierda. ¡Me duele demasiado la cabeza y los putos ovarios! Ya sabrás de que estoy hablando, si no lo entiendes simplemente me ha visitado Andrés.

Mi madre me mira como si estuviera exagerado y comienza a reír a carcajadas.

-¿Eso era?- dice aún riendo.

-¿De qué te ríes? Mamá, ¡Estoy muriendo!

No estoy exagerando, siento que me voy a morir.

-Okay, puedes faltar al colegio. Pero hija, no estás muriendo. No exageres.

Bueno, acepto que soy una reina del drama.

Voy a mi habitación y no pienso salir de ahí en todo el día.

No sé por qué no me gusta faltar al colegio, quedarse en casa sin hacer nada es una de mis cosas favoritas.

Tal vez no me gusta faltar porque siento que el colegio es mi obligación y no me gustaría hacerla mal.

Antes de irse, mi madre me dió algo que supuestamente me ayudaría con mi dolor.

Finalmente estoy sola en casa.

Mi plan para este día sería:

1- Bañarme.
2- Comer todo lo que hay en la heladera.
3- Ver la tercera temporada de Teen Wolf, otra vez.
4- Dormir o leer.

El agua estaba muy caliente y pude relajarme.

Al salir del baño y cambiarme con la ropa más cómoda que encontré, comencé a escuchar ruidos provenientes de la plata baja de la casa.

Mierda, piensa Abby, ¿Qué cosa en tu habitación puede ayudarte en ésta situación? Nada.

Ya sé.

Voy sin hacer ruido hacia la habitación de mis padres, ahí guardan un arma.

Me fijo en la mesita de noche de mi padre y me sorprendo al ver que no está.

¡Oh mi Dios! ¿Ahora qué haré?

Comienzo a buscar algo para defenderme en la habitación de mis padres y encuentro una caja bajo su cama, ahí adentro está mi arco.

El Humo OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora