Siempre

[04]. Tiempo después

Habían pasado unas semanas desde que paso lo de la cena. Ninguno de los dos había retomado de nuevo el contacto, aunque era lo que más deseaban

3 semanas después

Brittany

Habían pasado 3 semanas desde la cena con Sebastián, y aunque deseaba contactar con él, o no podía por el trabajo o no se atrevía y se ponía super nerviosa.

Desde que no le había vuelto a ver se sentía triste, y eso sus amigas lo notaban, aunque solo supiera el motivo de porque estaba así Megan.

Al poco rato de llegar a casa del trabajo, me dispuse a preparar algo de comer, ya que tenía un hambre voraz, por desayunar prontísimo, a las 6 de la mañana.

Cinco minutos después de empezar a preparar la comida, sonó el móvil. miré en la pantalla y era Megan

~ Conversación telefónica ~

Yo: Hola Megan, ¿que tal estás?

Megan: Holaaaa. Pues muy bien, aunque nerviosa por la boda

Yo: Yo tengo.ganas hasta de que llegue la boda, así se termina la presión, los nervios... todo

Megan: Y yo también, pero añadiendo una cosa a tu lista, yo tengo ganas de estar casada ya, y convertirme por fin en la señora Cooper de una vez. Por cierto, ¿llevarás acompañante?

Yo: No lo sé aún

Megan: Vale. Por cierto, te llamaba para preguntarte si te apetecía quedar luego para cenar, vamos, realizar una cena de chicas tú y yo.

Yo: De acuerdo. Por cierto, cuelgo que estoy preparando la comida. Cuando puedas me mandas mensaje con la hora a la que quedamos, y el lugar

Megan: Vale. Besos

~ Fin de la conversación telefónica ~

Dejé el teléfono en la mesa del comedor y me dispuse a terminar la comida.

Después de 2 horas, ya había terminado de hacer la comida, y ya estaba finalizando mi comida favorita, cuando me di cuenta que no.había mirado el móvil para ver si me había llegado el mensaje con la hora y el lugar donde teníamos que cenar Megan y yo.

Le miré y como no, ya me envió los datos. La cena era en el Restaurante Mikonos y era de comida griega. Nos teníamos que ver allí a las ocho.

Al mirar la hora, me puse nerviosa, porque ya eran las seis de la tarde, asi que me dispuse a recoger todo y empezar a arreglarme.

Dos horas después, ya estaba llegando al restaurante.

Y cuando llegué, me llevé una sorpresa, y muy grata: Sebastián se encontraba en la puerta del restaurante hablando con Megan.

- Hola - dije al llegar

- ¡Holaaaa! - me gritó Megan - mira quien me he encontrado al llegar.

- Ya me he dado cuenta. Hola Sebastián, cuánto tiempo, te he echado de menos

- Y yo también, princesa - dijo, y nos abrazamos con tanta fuerza hasta que nos faltó el oxígeno y tuvimos que separarnos - Siento no haber podido llamarte en estas tres semanas, pero me tuve que ir de viaje y no lleve el movil.

- No pasa nada, ya recuperaremos el tiempo que hemos perdido estaa tres semanas.

- Esperaré ansioso, y os dejo que disfruteis de la cena de chicas, adiós

Pero antes de despedirse, me dio un beso en los labios

- Adiós - le dije

Y se fue directo hacia su coche

- Bueno, nos quedamos tú y yo, Megan

Y disfrutamos de la cena

Sebastián

Nunca había disfrutado tanto mirándola mientras se dirigía hacia nosotros en la entrada del restaurante.

Me molestó bastante tener que hacer ese viaje sin móvil, pero no me quedaba más remedio, ya que aunque le llevara, tampoco podría llamar ni mandar mensajes, ya que en el sitio donde me fui de viaje no había cobertura.

La había echado muchísimo de menos, y deseaba verla cuanto antes, pero hoy no podía ser, ya que ya tenía planes con su amiga Megan. En su amiga se notaba que tenían muy buena amistad, ya que hablaba muy bien de Brittany, y se conocían desde hace mucho tiempo. También me enteré por Megan que se iba a casar, y que Brittany todavía no tenía acompañante. Ojalá pudiera ir yo con ella

En cuanto llegué a casa, lo primero que hice fue tumbarme en la cama, y dormir pensando en ella, en Brittany

Cuando me desperté al día siguiente, se me ocurrió una idea, aunque el día de hoy me tocaba descansar después del viaje. Estaba exhausto, asi que me duché, me preparé el desayuno y me fui a dormir nuevamente.

Ese día no me desperté hasta que estaba cercana la hora de la cena. Pero tenía hambre, y, aunque todavía tenía que recuperarme del sueño, decidí cenar, y ver un poco la tele, hasta que me tuve que volver a la cama para seguir durmiendo