Cuando sobran palabras.

137 4 4
                                    

-Introducción.

-Mel, arriba vamos. -dice mi hermano entrando por la puerta de mi habitacion-

-¿Mmmm? -es lo que sale de mi medio dormida-

     Mi cabeza sigue posada en mi almohada, con ambos ojos cerrados. Se está tan agusto rn la cama...

-Mel -el sonido de su voz resena en mi cabeza-

-Estoy durmiendo -digo con voz ronca mientras me doy la vuelta en la cama-

    Siento la cama hundirse a mi lado.

-Eñaja, hoy es el último día. Harás que no lleguemos al avión y nuestros padres se enfadarán.

-Ajá. -digo abriendo un ojo-

     Lo obserbo. Sus ojos color miel brillan de emoción; es bastante alto, cerca del metro noventa; su pelo es largo y rizado, de un color avellana; su piel bien bronceada y su cuerpo bien tonificado.

-Eñaja, va.

-Tengo sueño -digo, bueno mejor dicho balbuceo-

-Durante el camino duermes...

-¿Y si no quiero Ian?

-¿No quieres a tu hermano? -finje tristeza-

-Para mi desgracia, sí. -bostezo y me restrego los ojos, incorporandome en la cama-

-Yo tambien te quiero a ti eñaja.

     Mi hermano se pone en pie y sale de la habitación, no sin antes posar un beso en mi frente. En realidad no es mi hermano ya que, soy adoptada. Mis padres (asi les llamo yo), pidieron adoptar a una niña poc después de su primer hijo. Entre unas cosas y otras llegó su segundo hijo, Ian. Poco despues de nacer este, les avisaron de que en unos meses tendrían a la niña. Mis padres no se echaron hacia atrás, nunca. Cuando nací fuí recibida en casa con los brazos bien abiertos.

    Me levanto y me visto con pereza. Me pongo unos shorts negros, con una camisa de tirantes blanca por dentro y unas vans blancas. Salgo de mi cuarto y camino hasta el baño, donde Jordan, mi hermano mayor se cepilla los dientes.

-Buenos días pelirroja -dice guiñandome un ojo-

-Buenos días -sonrio-

      Cojo el peine y comienzo a cepillar mi larga melena pelirroja.

-¿Tienes ganas? -pregunta despues de escupir-

-Sí, aunque voy a echar de menos este lugar. -Lo miro a través del espejo. Jordan es alto, un poco más que Ian; sus ojos y su pelo son más claro; pero aun así son los dos realmente guapos.- ¿Y tú?

-Tambien tengo ganas pero, se me va a hacer dificil acostumbrame. -se enjuaga la boca- Tendremos que cnocer nuevos sitios, nuevos amigos, nuevos conocidos, nuevos enemigos...

-Pero al menos nos tendremos a nosotros. -digo poniendole mi cara más adorable-

-Claro -sonrie- Voy a acabar de recoger lo que me queda, nos vemos abajo pelirroja.

    Me regala un beso en la mejilla y sale dejandome sola. Miro a la chica que se refleja en el espejo. En su tez pálida destacan sus grandes ojos azules, y más esa pequeña mancha en uno de ellos con una extraña forma de corazón de un color verde, adornados con unas largas pestañas; esas mejillas sonrosadas por su timidez; unos carnosos lavios, con un color sangre; una pequeña nariz; su pelo cae liso por ambos lados de su cara, llegando casi a su cintura; de su cuello cuelga esa cadena de plata que la acompañó siempre, con un pequeño corazón colgándo de él de un rosa pálido con su nombre grabado, y así es como soy.

   Heey!!! Esta es mi primera novela:3 Dadme vuestras opiniones, para saber que os parece y en que debo mejor. Saludos a tod@s!!! :)

Cuando sobran palabras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora