Cuando sobran palabras.

Capitulo cinco.

-Capitulo cinco.

-¿Es usted Melani Stocs? -le preguntó a la chica que había enfrente-

-Soy yo -dije frunciendo el ceño- Esperese un segundo para los rayos X, mi acompañante llegará de un segundo a otro.

-Al fin. No es por lo que está aquí, sino sobre su adopción.

-¿Mi adopción? -¿a que venía ahora ese tema?-

-Sí, ¿tiene un segundo?

-Melani Stocs, acuda a rayos X dos -resonó en todo el hospital-

-Ahora mismo, no. Pero, puedo decirles a mis padres que vengan a hablar con usted. -le dije poniendome en pie. La mujer me miró dudosa-

-Esta bien. Dile que pregunten por Daniela Smith.

-Esta bien. -por la puerta vi entrar a Dereck que venía corriendo con el agua en las manos- Ahora, si me disculpa.

     Ella asintió dejandome ir con Dereck. Me tendió el agua y le mostré mis manos. Me sonrió cálidamente. Abrió la botella.

-Abre la boca -le hice caso y colocó la pastilla sobre mi lengua y rapidamente puso sobre mis lavios la botella.- Tenias sed -dijo mientras miraba la botella vacía. Tiró la botella a una basura cercana, y me guió hasta la sala dinde debía estar. -¿Que quería esa enfermera? -preguntó pasando su mano por mi hombro, atrayendome hacia él-

-Quería hablar.

-Es ahí -dijo señalando la puerta-

     Llamó en ella y salió una enfermera. Dereck tubo que esperar fuera. La chica cogió delicadamente mi mano y la fue moviendo a sus anchas, mientras yo soltaba algún que otro alardido de dolor. Al terminar me abrió la puerta y le sonreí por su amabilidad.

     Dereck estaba recostado en la pared. Se veía jodidamente sexy. '¿Pero que diablos estas pensando Melani?' preguntó una voz en mi interior. 'Controla tus hormonas'.

    Al darse cuenta de mi presencia, volvió a agarrarme de esa manera, regresando a la sala de espera, donde seguramente, estariamos media hora más.

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     El sol se filtraba a malas penas por los huecos que quedaban en la persiana bajada. Mis parpados se cerraban involuntariamente debido al sueño. Me removí en la cama, y de mi se escapó un gruñido de dolor: me había recostado encima de la mano.

    Me incorporé, o eso intenté al menos, ya que un fuerte brazo me aferraba a la cama.

   Me moví desesperada, realmente me había echo daño, omitiendo el echo de que había alguien más en la cama.

   Miré la escayola de mi mano izquierda,  abracé mi mano contra mi pecho. La otra tenía un color feo, pero ya no dolía, si lo comparabas con el dolor del día anterior.

    Recordé que el que estaba a mi lado era Dereck. Acabemos durmiendo juntos porque, lleguemos a su casa a las dos de la mañana y todos ya dormían y pir no despertar a Ingrit accedí a dormir con él.

     Resoplé con fastidio. Tenía calor, y empezaba a sudar. No me juzgueis, somos humanos, irradiamos calor, era verano, y para rematar estabamos tapados con sabanas... ¿A quien se le ocurre? Cierto era que, en la noche hacía frío.

     Él se remobió en la cama farfulló algo inteligible y me atrajo hacia él con fuerza. Sus lavios se posaron en mi cuello, haciendome estremecer. Un flujo de sensaciones rondaron en mi. Su nariz acariciaba mi cuello con suavidad, produciendo calidez y un montón de cosas que jamás pensé que sentiría.