El amor es un ingrato. Llega sin avisar y se va sin despedirse. Cuando llega, le abres la puerta con un poco de temor a equivocarte de invitado. Le invitas a entrar y le das toda tu entrega porque al parecer ha llegado al lugar indicado. Al estar en el centro de tu corazón, se acomoda cual residente. Decide sobre cosas importantes, avanza dentro de ti, que le sientes como sí ya te perteneciera. No te importa desvelarte si él está presente. Quieres que todo le agrade y que nunca le falte una sonrisa, que todo parezca perfecto si está a tu lado. Sin embargo, luego que te acostumbras a su presencia, mañas, gustos, y preferencias, este se levanta un día y se marcha sin decir "adiós". Te encuentras sola y el silencio te dice: "Se marchó". Buscas por todos los lugares, y ni sombras de él. Se ha ido y ni cuenta te diste.
He rebuscado por todo los rincones de mis emociones y aún no recuerdo donde fue la última vez que te vi; si en realidad te fuiste o te abrí la puerta solicitándote que te marcharas. Ya no sé qué fue de ti, solo pienso que parece tiempo perdido, aquellas largas horas cuyo pensamiento en ti perseveraban. Fue en vano las veces que busque la forma de encontrarnos y que te dieras cuenta que yo estaba ahí. Nada, es una palabra llena de virtud para expresar lo que sentías mientras me sonreía. ¿Era falsa tu cercanía? No lo sé, solo sé que te has marchado y ni razón has dado.
Encontré aquella nota sin palabras, que solía dejar cuando quedaba en silencio. Entonces recordé que esa tarde dijiste: " No más, márchate que quedarte es un error". Casi colapso tras recordarlo. Quise ubicarlo en el archivo sin importancia de mi memoria, pero el recovery fue imposible evitarlo. Salí corriendo de la sorpresa, quería convencerme que aquellas palabras no eran ciertas. Estuve dando vueltas varios días, con la esperanza que al regresar, tú estuvieras ahí. Llegue y solo estaba otra nota , cuyo texto decía: "Si te vas, también me voy".
Me desmayé, perdí la noción del tiempo. ¡Todo fue una prueba! Parte de un plan para confirmar mi amor hacia él. Se marchó porque yo me fui primero, pero quién lo diría. ¿Qué prendía? ¡Que me quedara a suplicarle! ¿Qué preguntara en qué he fallado? Tan difícil es la mente masculina si es sí, es sí y si es no, es no. ¿Por qué esa expresión de confusión? Yo también podría ampararme en el asunto de probar su amor, y decir que me quede esperándole afuera. Que me cansé de esperarle, a que él fuera a buscarme, pero nunca me encontró porque no me buscó. Lo dejó en mis manos como si todo dependiera de mí, como si él no tuviera parte en estos asuntos.
El amor es claro, sin duda, no necesita pruebas, solo quienes quieran cultivarlo y mantenerlo con vida. Me atormentaban los pensamientos, ¿quién tendría la culpa... Él, yo? ¿Por qué sin explicación? No lo sé, solo sé que se marchó, y al parecer yo tuve la culpa.
Sali y le busqué, pero no lo encontré. Lo procuré en sus lugares favoritos y ni rastros de su existencia. Me senté a meditar y con bolígrafo en mano escribí "quien ama no se marcha, y tampoco se queda". No se marcha a la ventura para descubrir nuevos horizontes, ni porque se dé por vencido; mucho menos se queda para aguantar un sufrimiento, o para demostrar cuán grande puede ser su amor. Comprendí que no era cuestión de quedarse o marcharse, es cuestión de cada cual estar claro en lo que lleva dentro, y sentirse en la libertad de decir sí o no, sin temor a creer que será cruel. Porque no hay nada mejor en la vida que una respuesta con certeza.
Llegue a la conclusión que él no estaba claro en sus ideas o sentimientos. Puede que me amará y puede que no, solo él lo sabe. Tenía la idea de permanecer junto a su lado, sí le hubiese encontrado cuando le busque, pero al parecer huyó muy bien. Total, nadie está obligado a estar con nadie. Ante esta situación, yo decidí seguir mi camino, y si el destino nos juntara solo le diré: "Si te vas, yo también me voy".
ESTÁS LEYENDO
¿Me lees?
PoetryLeer es un arte... No solamente por pronunciar la combinación de las sílabas... ¿Me lees? Es la agrupación de varios versos, líneas, pensamientos o estrofas que las personas sentimos hacia otros.