¡Son para ella!

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Hoy más que nunca me confundes.  Te desapareces y todo vuelve a la normalidad, apareces y eres ese torbellino que arranca todo firmamento.  ¿Por qué regresas, para qué?  Te quiero lejos, y cerca a la vez.  Lejos para no pensarte, para olvidar que un día me robaste el corazón.  Lejos, donde no pueda recordar que ella reina en tus pensamientos.  Ella, por qué ella.  Solo tú lo sabes, pero por ella me desvelo a veces meditando qué le viste, qué tiene diferente.  No lo sé, solo deseo que algún día, cuando tengas tu corazón de regreso, no sea demasiado tarde.

Puede hacerse tarde para ti.  Las horas pasan y se vuelven meses; del mañana no puedo decir nada.  Quisiera amarte toda la vida, pero mis esperanzas desfallecen, se van volando como pájaro desesperado, buscando un rincón donde estar confiado.  ¿Quién me diera la valentía para ganarte?  ¿Quién me diera el coraje para echarte a un lado y tan siquiera mencionar tu nombre?

Si existe algo más allá que especial, eres tú, pero me dueles.  Duele porque no tengo la certeza de la reciprocidad.  Realmente si la tengo, pero duele aceptarla.  Entonces, para qué tenerte, pensarte, y quererte.  Parece misión imposible, pero lo lograré.  Lograré algún día mirarte a los ojos y pronunciar aquella palabra, dándote a entender que está olvidado. 

Aquella mañana desperté animada, desperté con una esperanza inquebrantable. Con ganas de abrazarte como si nada me detendría.  Estaba decidida, si tú estabas de acuerdo, yo sería feliz.  Salí de mi cama, me preparé y dije "hoy será un día especial, hoy es un día de sorpresas" (Al menos eso creí).

Pasaron las horas, llegó el momento, la angustia, los nervios y la espera me tenían estresada.  Solamente dije: "Me voy", pero no me detuviste.  Algo dentro de mí se prendió, "no me detuvo".  Lo repetí: "Me voy, me marcho..." Y el silencio reinó los próximos minutos.  Mi inconsciente cayó en tiempo, observe lo que tenía en las manos y recordé tus palabras: "Son para ella".  Aquellas palabras fueron como lanza en manos de guerrero, que traspasan sin equivocarse el costado enemigo.

"Del mismo modo que se marchitan las flores, se mueren los sentimientos al pasar el tiempo"

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⏰ Última actualización: Apr 25, 2017 ⏰

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