Dancin' with the sinner

Perdóname

Sentía cosas extrañas. Estaba nerviosa y avergonzada a la vez, pero decidida, llamé a la puerta y esperé pacientemente.

Raito: ¿Ayato...?

Ume: No... Ume...- en menos de lo que me esperaba ya lo tenía en frente.

Con fuerza me enterró en su pecho estrechándome en un abrazo. Me quedé estática pensé que iba a estar furioso conmigo y sin embargo me recibió así, de esa manera tan cálida.

Raito: Bitch-Chan... yo...

Ume: Yo venía por lo mismo...- no le dejé terminar, ni siquiera sabía si estábamos hablando de la misma cosa, pero aun así lo solté. Mis nervios me impedía pensar lo que decía antes de abrir la boca, quizás eso fuese un problema ahora. Él se echó a un lado como signo de que pasase.

Se le notaba nervioso pero ¿por qué? Él se sentó en la cama y yo permanecí no muy lejos de la puerta, algo me decía que iba a tener que huir.

Raito: ¿Qué querías?

Ume: tomé aire.- Venía a disculparme...- sus ojos se abrieron como platos mostrando sorpresa.- ¡Sí! ¡He venido a eso, no te sorprendas tanto porque sí! Aunque lo niegue o trate de ocultarlo tengo sentimientos y me he sentido fatal cuando me he enterado de que estabas así por mi culpa...

Raito: Me he sorprendido no porque vinieras sino porque el que debe disculparse soy yo...- sonrió.

Ume: No pero... Tú no tienes la culpa de actuar así conmigo sino que la tengo yo por enfadarme...

Raito: Pero...

Ume: Si sé que eres así y que no tienes remedio ¿Por qué me enfado? Tú no puedes cambiar y tampoco lo hagas, eres perfecto así.

Raito: Bitch-chan...

Ume: Me siento fatal por haberte hecho todo esto...- las lagrimas amenazaban por salir pero aun así seguí sincerándome.- No pensaba que te importaba tanto...

Raito: Bitch-chan...- entre mis ojos lloros pude ver como se levantaba de la cama y se acercaba.

Ume: Solo soy una chica que recogiste de la calle... Eso ha sonado como si fuese una puta de la esquina...- solté una sonrisa entre el llanto intentando alegrarme a mí misma, pero no sirvió de mucho.- No conoces el monstruo que soy... soy mierda, no merezco nada... No te merezco a ti ni siquiera que me hubieses recogido...-sollocé.- Tendrías que haberme dejado sola pudriéndome en mi asqueroso piso hasta que me comiesen las ratas del garaje...

Raito: Ume...

Ume: Lo siento... lo siento... lo siento... No volverá a pasar... Perdóname, lo siento.... Lo siento mucho...

Comencé a llorar soltando pequeños quejidos mientras seguía suplicándole perdón. Él se acercó dándome un abrazo fuerte, yo forcejeé y rápidamente me separé.

Ume: No... No me lo merezco... Solo...- y entre lágrimas hice el intento de correr hasta mi habitación y encerrarme de nuevo pero me sujetó de la muñeca.

De un tirón me pegó a él y antes de que pudiese hacer nada, me sujetó por el mentón y pegó sus labios a los míos... ¿me estaba besando?Mi puño se alzaba pero lo relajé y evité pegarle... ¿por qué estaba haciendo esto...? Pasados unos segundos nos separamos.