Reencuentro Zodiacal

2-. Encuentro Inoportuno.

Las calles de la ciudad de San Francisco, estaban llenas, un día común y normal.

Había llegado hace unas horas, la visita era preocupante. Cruce la calle y un auto paro en frente de mí.

Malditos, ya nadie sabe conducir.

—¡Oh mierda! ¡lo siento tanto! — dijo una voz varonil —¿Gemma?

—¿Aaron?— reí —pensé que nunca pisarías tierras estaodidenses, me sorprendes.

—soy impredecible, tu lo sabes.

—sí — respondí.

—¿y tú? Por tu Instagram, creí que seguías en Italia.

—sí, vine a visitar alguien enfermo— dije.

—¿a quien?— preguntó.

—A...Camila — respondí.

—¿ella esta bien?— dijo.

Ladee el labio y negué —no, bueno, no creo, posiblemente tenga cáncer,

—no, bueno, no creo, posiblemente tenga cáncer, aunque no esta completamente seguro.

—valla, ella parecía muy sana —asentí —tal vez, valla a verla, más tarde. ¿en que hospital esta?

—hum, ¿recuerdas cuando Pamela se rompió el brazo? En ese hospital, no esta muy lejos.

—bueno, hum, tengo una idea.

—Habla — dije.

—tengo el numero de Ethan, Pamela y Theo ¿crees que Camila quiera verlos?

Sonreí— sería fantásticos — dije —yo llamare a Leah, Vanessa y a Sebastian.

—solo faltan, Christian, Liam y Abigail — dijo —tal vez algunos, tengan contacto con ellos.

—genial — dije —ire al Hospital, te veo luego — bese su mejilla comí gesto de despedida y me alejé.

(...)

—¿Hablas enserio?— Asentí —gracias Gem.

—no hay de que, Cams — dije y me senté a un lado de la camilla.—somos amigas, estaré aquí él tiempo que necesites.

—entonces, ¿viste a Aaron?— asentí.

—Hable con Vanessa y Leah, estarán aquí, tal vez, más tarde y Sebastian tal vez, llegue mañana.

—¡Dios! No se como agradecerte, Gem — dijo y yo la abracé.

—¿y tu? ¿como estás? — dije y ella hizo una mueca.

—No es cáncer, bueno, eso dijo el doctor, pero dice que estoy "delicada" — hizo comillas. —Posiblemente, 6 meses, hasta que no haya un diagnóstico, no podrán hace nada.

—joder — dije y ella cerró los ojos —saldras de esta, ¿si?

—si me dieran un chocolate por cada vez que escuche eso, estoy segura, que tendría mas caramelos que Willy Wonka.

—no seas tan pesimista —dije y ella hizo una mueca.

—quisiera, pero no puedo.

—¿quieres algo de beber?— dije levantándome.

—¿una soda?— negué y ella bufo —una café expreso.

—eso sí, ya vuelvo.

Salí del "cuarto", por así decirlo.

Los padres de Camila y su hermana, se fueron hace un rato, les dije que me quedaría toda la tarde y noche, ellos, bueno, ellos debían descansar.

Después de todo, ella era mi amiga, daría mucho por ella.