-_______'s POV-
Sin ninguna dirección específica que seguir, termine enfrente del bunker 9. La enorme puerta metálica dándome la bienvenida. Suspire pesadamente, mis hombros alzándose y volviéndose a hundir antes de tocarla y después de algunos segundos Leo apareció del otro lado con una sonrisa alegre en sus labios
-¿Estas ocupado?- pregunte antes de que él pudiera saludar
-No- negó con su cabeza y abrió más la puerta para permitirme entrar- Solo reunía algunos materiales para este 4 de julio
Asentí sonriendo y empecé a pasear por las largas mesas metálicas, familiarizada con los elementos que reposaban encima, eran los mismos que habíamos usado el año pasado
-¿Y Calipso?- indague cuando me percaté de que no estaba
-Está recolectando fresas en el campo- Leo me seguía de cerca
-¿Eso es legal?- fruncí el ceño recordando alguna estúpida regla sobre los campos de fresas
-No lo sé- se encogió de hombros- ¿Qué haces aquí?
-Tratando de escarpar del drama- fui honesta
-Oh si- asintió riendo- yo vi la pelea
-¿Qué pelea?- mis ojos encontraron los recipientes donde la pólvora era guardada y los tome inconscientemente ignorando a Leo
-En la arena, con Nico- señalo y deje de lado los frascos para ponerle atención - y supongo que Kai
-Así que ya te enteraste- entrecerré mis ojos acusadoramente
-Ya sabes...- agito su mano con desdén- ...los rumores aquí no corren, vuelan
-Hah- mordí mi lengua para no decir nada más. Mis manos empezaron a hundirse en los bastos tarros de barro. La sensación del polvillo en mi mano era rustico pero de alguna manera laxante
-Nunca había visto un arma como la de Kai- prosiguió el moreno- ¿Sabes cómo se llaman?
Saque mi mano del polvillo y levante una ceja con imprudencia a su dirección. Leo me miraba expectante y sus ojos brillaban con curiosidad, en ese momento supe que si no le daba la información que él quería de alguna manera el obtendría. Decidí ahorrárle los problemas
-Son Japonesas- le dije observando como las expresiones en su rostro cambiaban de acuerdo a la nueva información- anteriormente las utilizaban en la agricultura. Las de Kai son más afiladas y la magia que hay en ellas es monstruosa
-Eso vi- concordó el latino frunciendo el ceño- ¿De dónde las saco?
-Fueron un obsequio- sonreí- No creerás quien se las dio
-¿Hades?- cuestiono
-Perséfone- le corregí
-¿Perséfone?- pregunto incrédulo- ¿La misma Perséfone que convirtió a Nico en trigo?
-La misma- afirmé- no me preguntes como paso. Cada vez que le cuestionaba sobre su relación con ella y Deméter se tensaba y me ignoraba
-Esa ha de ser una relación muy extraña- murmuró entre dientes para sí mismo, sin embargo yo lo escuche
-Supongo- me encogí de hombros- la mía por ejemplo fue hecha por Ares y tu padre
-¿Mi padre?- se apuntó así mismo- ¿Y Ares?
-Tampoco sé cómo pasó- reí y lleve mi mano a su barbilla para cerrar su boca
Leo no dijo nada más y volví a concentrarme en los materiales sobre la mesa, no obstante minutos después el latino decidió que el asunto aún estaba en pie y lo observe apuntar mi anillo