22. No quiero ser un clavo

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-________'s POV-

La vista que el lugar ofrecía me relajaba tanto como me hacía sentir expuesta, desnuda ante la briza fría. En el cielo, las estrellas lúcidas rodeaban una luna sonriente que parecía burlarse de mí, la pequeña y pacifica laguna reflejaba mi silueta pero no mis emociones, las luciérnagas por otro lado, sí. No había ninguna de ellas en aquel momento... ni en los árboles, ni a mi alrededor, se habían evaporado, desaparecido en el aire y por primera vez estar allí se sentía vacío

Allí sentada a la orilla del lago lleve mis piernas hasta mi pecho y coloque mi barbilla sobre mis rodillas. Hacia frio

Era la primera vez que llegaba al lugar sin ayuda de un viaje sombra.
El espacioso claro no estaba tan lejos del campamento como una vez creí, pero aun así mis piernas temblaban un poco, en realidad todo mi cuerpo lo hacía, no por el frio o por la caminata, era solo la constante batalla que lidiaba mi cabeza, mi cuerpo y mi corazón al mismo tiempo

Era como subirse a una montaña rusa, en ese momento sientes alegría, adrenalina y satisfacción al igual que miedo, impotencia y tensión. En este caso solo sentía como las tres últimas se revolvían en mi estómago, la ira causaba que mis nudillos se apretaran y la melancolía que mis ojos se aguaran

Restregué mis ojos con desesperación cuando a lo lejos escuche pisadas vacilantes, unos largos segundos más tarde sentí la calidez de un cuerpo a mi lado, ni tan lejos, ni tan cerca. No tuve que voltear para comprobar que era Nico. Era el único que sabía del lugar, y su familiar aroma –que una vez era reconfortante– ahora me hacía querer vomitar

-No deberías estar aquí- dije con acidez sin quitar la vista del agua

Nico no objeto pero tampoco se fue como internamente deseaba que hiciera. Después de unos minutos en silencio le escuche aclararse la garganta

-Hable con Kai- dijo -Sobre Eris

No estaba lista para tener esta conversación aun, no me importaba que hubiese hablado con Kai, con Afrodita, con el maldito Cronos en el tártaro, no iba a pasar

Tome aire profundamente y relamí mis labios intentando que cualquier comentario resentido saliera de mis labios

-No suelo huir Nico pero esta vez lo necesito- no era duro hablar con tanta firmeza cuando la ira, el resentimiento y la discordia estaban plantadas dentro de mí, rehusándose a dejarme en paz

-No podía solo quedarme de brazos cruzados mientras tu estas aquí pensando algo que no es verdad- protesto. Podía percibir la desesperación en sus palabras, suplicando por mi atención- Mírame- exigió

No lo hice

-Vete, yo volveré luego- le asegure con calma -No quiero decir algo de lo que probablemente me arrepienta después

Nico persistió en su sitio

-Lo que viste...- comenzó

-El abrazo- le ayude

-No significa nada _______

-No estoy molesta Nico- le calme -No estoy molesta por el abrazo

No hubo comentario para aquello, en realidad no hubo ninguno después de eso. Solo pude escuchar el sonido familiar que emitía su garganta al tragar fuerte

Peleaba con las ganas de tomarlo por los hombros y sacudirlo, con las ganas de gritarle y gritar a los vientos que no era justo, sin embargo yo sabía que no era lo correcto. Decidí concentrarme en nada más que las estrellas. Orión sobresalía entre ellas y me pregunte por primera vez si Artemisa me convertiría en una de ellas o si mi castigo seria mucho peor

Reminiscencia (Nico Di Angelo Y Tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora