11- Horizontal, cuatro letras (parte 1)

124 16 11
                                    

Maire.

Ni si quiera comprendia como habiamos llegado a este miserable punto.

Rocky no respondia y yo no tenia la suficiente fuerza para averiguar si seguia con vida... O no.

Enganche fuertemente la pistola a mi cinturon y me coloque los zapatos intentando ser silenciosa. Seque mis lagrimas con mi abrigo y esperé a que los sujetos se adentraran. Tire la sabana por la ventana y comence a deslizarme hacia abajo.

Sentí unas manos en mi cintura cuando mis pies tocaron el suelo.

-¿A donde crees que vas, cariño?

Mierda, mierda y más mierda.

Cuando mis ojos empezaron a cerrarse y, sin fuerza de voluntad, me deje caer en los brazos de aquel sujeto, entonces, comprendí que acababan de dormirme con algo.

...

Frunci mi nariz repetitivamente. Se sentía...  ¿Mojado?

Abrí mis ojos y mire al techo, esta escena era un cliche de pelicula. Tipico edificio abandonado, lleno de verdin y musgo, goteras en el techo.

Bufe, aquellas pequeñas gotas causaban cosquillas en mi nariz, pero reirme era lo ultimo que queria hacer ahora.

Intente levantar mi mano para quitar el agua, pero entonces note que mis manos estabas sujetas con una fuerte soga tras mi espalda. Intente deslizarlas para asi soltarme, pero la sensacion de quemazon y ardor en mis muñecas me obligo a dar por vencido el intento.

Enderece mi cabeza para echar una mirada al rededor, pero un fuerte dolor en mi nuca me hizo gimotear.

Habia estado sedada, en una silla, vaya a saber uno por cuanto tiempo, el dolor muscular parecia menor en las peliculas de accion.

-Auch. -Susurre.

Entonces me volvi presa del panico. Estaba totalmente destruida para hacer movimiento alguno.

-Hey, pss, Maire.

Levante la vista buscando esa voz, ese susurro.

-Soy yo, Rocky.

Inmediatamente lo note, en la misma posicion que yo, del otro lado de la habitacion.

Bueno, era un alivio saber que estaba con vida. Pero era el sentimiento contrario observar que no podria salvarme.

La puerta del lugar se abrio con una fuerte patada.

-Aws, la feliz pareja ya experimento la felicidad de hallarse mutuamente con vida, por favor, den un aplauso a esta tierna escena.

Un sujeto de tez blanca, bastante rellenito, calvo, con un traje oscuro y anteojos de sol le indicaba a sus "seguidores" detras de el, como burlarse de nosotros.

Inmediatamente senti sus palmas, incline la cabeza y cerre con fuerza los ojos. Ese sonido, se multiplicaba estruendosamente en mi cerebro, parecia como si tuviera una horrible resaca.

-La verdad me encantaria formar parte del aplauso, llevamos en la academia de actuacion un largo tiempo, pero todavia me estoy cuestionando por que no puedo hacerlo, sera porque alguien me tiene atado de manos.

Rocky utilizaba su sarcasmo para ocultar su miedo, cosas de el no habian cambiado.

-Tu tono de ira no logra intimidarme, Lynch. Deberias saberlo, años de amistad y pareciera que no me conoces.

-Nunca quise conocerte.

-Pero bien que fuiste tu quien se presento ante mi.

-Estaba desesperado, no fue porque quisiera realmente.

-¿Y tu crees que eso a mi me importa? Ahora mismo, Lynch, tienes mas de una cuenta pendiente. Asique, las pagaras.

-Adelante, matame y arrojame al rio, seguro ser sospechoso de otra escena del crimen es justo lo que necesitas ¿No?

Rocky se escuchaba bastante valiente para ser que ocultaba su miedo, pero a pesar de que a el no le importara, yo no queria que lo mataran y mucho menos que lo arrojaran al rio.

-Oh, se muy bien que no te interesas por ti mismo. -El sujeto chasqueo los dedos e inmediatamente sus asistentes se colocaron junto a mi y me apuntaron con sus armas mientras yo cerraba los ojos. -Pero ella si te importa.

Sentí como Rocky se sacudia en su silla.

-¡Dejala en paz, matame a mi, dejala en paz!

-No quiero matarte, quiero que pagues.

Abri los ojos y observe como lo desato.

-Es por eso que te dare una semana para pagar tu deuda, me parece mas que tiempo suficiente.

-Pero son mas de 14.000 dolares.

-Debiste pensarlo antes, pero no te preocupes, dejare que tu rubia te ayude a recolectar el dinero.

-¿Ayudar? -Ambos hablamos al unisono, yo mas alterada que el, por supuesto.

-Tengo un trabajo para ella, sera bien pagada. -Me desato y los sujetos tomaron con fuerza mis brazos. -¿Quieres una pista? "Mujer que comercializa con su cuerpo. Horizontal, cuatro letras"

Comence a negar con la cabeza.

-No, no, no... ¡NO! -Rocky intento avalanzarse sobre el, pero inmediatamente, los sujetos que estaban junto a mi lo ataron a la silla.

-Tu, cariño. Vienes conmigo.

Antes de que pudiera emitir queja alguna, el asqueroso sujeto, "lider" de aquel grupo de maleantes, cerro sus dedos al rededor de mi brazo y me escolto a la salida.

Dios, no. No quiero caer en esto.

...

Suspire.

Estaba totalmente en desacuerdo con la idea, pero la resaca y el efecto del sedante aun estaban funcionando dentro de mi, por lo cual, tenia una apariencia bastante relajada.

-Oh, cariño, se que amaras el lugar.

-No, no quiero ser una puta. - Hable lentamente, modular o emitir sonido era una tarea complicada.

El sujeto fingio sorpresa.

-No trabajaras de puta, el acertijo era dama. Dama de compañia, claro esta. Ya escogi el atuendo perfecto para ti, creeme, tendras muchos clientes, tu fisico es perfecto, cariño.

Gruñi para no llorar. Queria abrir la puerta del auto y correr pero a penas si tenia fuerzas para respirar.

-Andando.

En el interior de esa asquerosa casa, cambiaron mi vestuario decente por unas medias de red y un conjunto negro y rojo, ajustado. Me maquillaron y me prepararon, era horrible ver en lo que me convertia y no poder hacer nada para cambiarlo.

-Corazon... -Una muchacha de igual ropaje pero de cabello rojo, lacio y largo, con una cara borrosa debido a mi estado somñoliento, tiro con suavidad de mi brazo. -Ya tienes tu primer cliente, bonita.

Gruñi con suavidad y me sacudi a penas unos milimetros.

-Ah, ah. A estos chicos no les gusta que te pongas en dificil. -Comenzo a empujarme con suavidad. - Vamos, Maire, copera. -Susurro la chica.

¿Coperar? ¿Que? ¿Como sabe mi nombre?

-Aqui tienes, rubio. -La colorada me empujo contra el pecho de un muchacho, el cual me sujeto rápidamente de la cintura para no caer.

-Gracias, Abby.

¿Abby?

-Hola, preciosa. -Ross susurro en mi oido.

-¿Ross? -El asintió, baje la vista, lo mire. -¿No debo trabajar para ti, verdad?

El rió.

-Que tontita eres, preciosa. -Acaricio mi mejilla.

PAUSADA | Did you have your fun? (Rocky Lynch) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora