11- Horizontal, cuatro letras (parte 2)

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Unos días antes...

Ross.

—MAIRE!!!! —Comencé a desesperarme, Abby intentaba tranquilizarme pero me era imposible. —LA VI, ESTABA AHI.

—Se que la viste, Ross. Te creo, pero debes calmarte, asustas a la gente. — Abby sujetaba mi brazo con temor, nunca la habia visto asi, al borde de las lagrimas a causa de mis tontos gritos y la inmensa ira que me dominaba en este momento.

Ella se había asustado de mi, eso debería funcionar como razon suficiente para calmarme... Pero no. Mis animos alterados no tenian solucion, acaba de comprobar con mis propios ojos lo que sospechaba mi mente.

El se la habia llevado, el maldito hijo de puta, Rocky Lynch, se habia llevado a mi mejor amiga lejos de mi, delante de mi rostro, habia causado alboroto, estaba armado y el esfuerzo de ella por salirse de entre sus brazos habia comprobado que estaba ahi en contra de su voluntad.

—Es... Tu la viste cantar ¿Verdad? —Mire a Abby buscando respuestas. La version de "22" que hasta hace segundos resonaba en mis oídos, habia llamado mi atencion guiándome entre la gente hasta ella, mientras un recuerdo se proyectaba en mi mente, mostrandome a Maire cantando con un peine en su mano y unas pantuflas de conejito. —ESTABA SOBRE EL ESCENARIO, QUIZAS INTENTANDO BUSCAR AYUDA.

Sentí algo impactar contra mi rostro.

Me sobe el cachete mientras miraba a mi compañera bastante sorprendido. Era obvio que Abby perderia los estribos si me seguia comportando de esta manera.

—¿Sabes Ross? Te creia mucho mas inteligente, pero es claro que bajo esa facha de chico cool y confiado no eres mas que un idiota intentando no entrar en panico.

Alcé las cejas y ella sujeto mis hombros.

—Ross, puedo verlo en tus ojos, se que la quieres, lo haces con todo tu corazón, y lo comprendo, es bonita y buena persona y tu mas que nadie sabes que se necesitan mutuamente. Por eso debes ser fuerte, no me hagas golpearte otra vez. —Ella respiro y me soltó, sujeto con fuerza su mochila. —Estamos perdiendo el tiempo ¿Sabes? Mientras perdias la razon y espantabas a todos, podrias haber ido tras ella. Asique deja de lamentarte y vámonos.

No podia negarlo, tenia razon. Miré al horizonte divizando el rastro que la motocicleta dejó, con esperanza de que fuera suficiente.

Tomé la mano de Abby y tire de ella corriendo al auto.

—¡Vamos! No podemos tardarnos.

Subimos de inmediato al auto e intentamos seguir de cerca a la motocicleta que llevaba a mi maire.

...

Suspire.

Hace tiempo ya que estaba esperando que Abby saliera de ese asqueroso lugar. Nos tomo unas cuantas horas de viaje, mucha comida chatarra, lágrimas y contracturas por dormir en el asiento del auto pero, finalmente, habiamos encontrado a Maire.

Presenciamos con detalle como un séquito de hombres de aspecto maleante habian secuestrado a ambos justo en el momento indicado, el cual parecia que, finalmente, podria llevarme a Maire a casa.

—Tranquilo, Ross. Por lo menos esta lejos de Rocky, solo necesitamos rescatarla de esos hombres.

Esas habian sido las palabras de mi jefa. Tuve que escucharlas con atencion.

Luego de seguirlos hasta la ciudad de papel, la cual resultó ser una trampa por parte de aquellos criminales, corrimos con el auto al conjunto de camionetas negras que los contenian, llegando hasta un edificio abandonado.

PAUSADA | Did you have your fun? (Rocky Lynch) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora