Hay situaciones que escapan completamente de nuestras manos, en la que no podemos hacer nada y solo debemos esperar, ¿pero que ocurre cuando la espera se vuelve larga e indefinida? ¿En dónde tienes que luchar contra el miedo constante que sientes al...
El transcurso de los días cada vez eran más notorio para todos a excepción de Anastasia que para ella el tiempo no transcurría, seguía como el primer día pero sin vendas y sin heridas.
Pareciera que estuviera durmiendo y a Christian le encantaba contemplarla mientras dormía, pero esta vez era diferente, su sueño parecía casi eterno.
Hoy Mia había ingresado a la habitación como de costumbre a ver como estaban ambos, pero esta vez era distinto, hoy no se mostró fuerte como de costumbre por su hermano, tenía los ojos rojos e hinchados.
—Esto es para ti hermanito —susurra con desgano entregándole un sobre a Christian. Este un tanto desconcertado lo tomo y pudo ver su nombre escrito en una esquina a la vez que sentía el tan conocido perfume de Ana emanar de el.
—¿Qué es? —pregunta.
—Como sabes todos los días voy a la escala a buscarte ropa y así traértela —dice—. Hoy igualmente iba a traerle un pijama a Ana para que le cambiáramos el que tiene, pero ese sobre cayo al momento en que tome la pijama limpia. —Ahoga un sollozo y con los ojos cristalizados mira a Christian fijamente a los ojos—. Es una carta que Ana el día del accidente escribió para ti... —masculla.
Christian sintiendo como su corazón se aceleraba rápidamente paso su pulgar por la esquina en donde Ana había escrito su nombre. Un tanto ansioso y emocionado se levantó de su silla y camino hasta el baño de la habitación encerrándose, y sin mucha ceremonia se sentó en la pequeña silla que había en una de las esquinas y con sumo cuidado abrió el sobre encontrando en su interior una nota junto a una pequeña foto.
Te escribo esta carta para decirte una vez más lo que siento por ti. Hoy es un día muy especial para mí, en estos momentos me acabo de terminar de arreglar para ir a nuestra cita, estoy un poco nerviosa y no sé por que, debe ser por mi corazón de pollito como dice Kate, pero en fin...
Desde el minuto uno me enamore de ti y me atrapaste por tu manera de ser, con tus virtudes y defectos eres para mí simplemente perfecto y cada día me doy cuenta de algo muy importante. Te elegí a ti porque eres la persona que me hace feliz, eres la persona que me hace reír y me hace temblar, eres la persona que tengo en mi mente y corazón en cada momento, por la cual me arriesgue a decirle todo lo que sentía y no me importo nada.
Eres tú el hombre por la que me muero de celos cuando una mujer se te acerca con claras intenciones y eres la persona que no te cambiaria sin importar nada ni nadie...
No puedo prometerte que todo será perfecto, pero si para siempre. Tampoco puedo prometerte que todo serán momentos difíciles, pero sé que ambos los superaremos juntos como siempre, pero lo que si te prometo es abrazarte y estar junto a ti siempre y en todo momento estando o no presente.
Te amo con toda mi alma y gracias por formar parte de mi vida...
Con todo mi amor Ana...
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Cerrando fuertemente los ojos llevó la carta junto a la foto hacia su corazón en un intento de sentirla más cerca, pero un toque en la puerta lo interrumpió y limpiando la lágrima que se deslizaba por su mejilla se levantó de la inestable silla guardando la carta junto a la foto en su bolsillo y abrió la puerta encontrando a la doctora Smith y al doctor Baker a un lado de la habitación mientras Mia permanecía llorando al otro lado de la puerta preocupando e inquietando a Christian.
—¿Qué ocurre? —pregunta saliendo del baño y abrazando a Mia que rápidamente oculta su rostro en el pecho de Christian sollozando cada vez más fuerte.
—Como le decía a su hermana hace un momento es hora de que tomé una decisión, señor Grey —dice la doctora Smith entregándole un documento mientras el doctor Baker permanece revisando los signos vitales de Ana.
—¿Qué decisión? ¿Qué es esto? —pregunta Christian con el ceño fruncido.
—Es una orden para desconectar a Anastasia Steele...
