Me estremezco cuando se acerca a mi oído y siento su cálido aliento golpear mi piel desnuda.
—Me gustas mucho Anastasia... —murmura con una suavidad agobiante que me quita todo el aliento. Sintiendo como mi corazón martillea erráticamente en mi pecho asiento.
—Tú a mi igual —susurró como puedo y jadeo suavemente cuando muerde el lóbulo de mi oreja y tira lentamente de él.
Siento como su mano se posiciona en mi cadera y presiona sus dedos alrededor de ella mandando oleadas de corrientes eléctricas por todo mi cuerpo hasta sentir como mis entrañas se contraen deliciosamente.
—Te deseo —suelto. Toma rápidamente mis mejillas arropándolas y mirándome fijamente a los ojos acorta la corta distancia que nos separa y desliza su lengua por mi labio superior, seguido del inferior para luego chuparlo haciendo mi cuerpo vibrar y mis piernas flaquear.
—Ídem señorita Steele. —Una sonrisa traviesa se forma en sus labios y sin más acorta completamente la distancia entre nuestros labios moviéndolos lentamente, en donde yo tímida le correspondo gimiendo entre besos cuando una de sus manos se desliza por mi cuello y la otra por mi cintura apegando completamente nuestros cuerpos como si quisiera que nos fundiéramos el uno con el otro.
—Christian —jadeo entre besos y gime sobre mis labios haciendo que mis entrañas se contraigan una vez más. Tímida y torpemente comienzo a deslizar mis manos por sus brazos hasta llegar a su cuello en donde lo rodeó con mis brazos y comienzo a jalar suavemente de su cabello haciéndolo gemir y apegarse más a mí —si es eso posible— pudiendo sentir eso presionar contra mi vientre.
El beso rápidamente comienza a profundizarse cuando muerdo su labio inferior.
—¿Qué estás haciendo conmigo, Ana? —pregunta cuando nos separamos en busca de aire apegando mi frente contra la de él sin separarnos mientras acaricia mi espalda en círculos volviéndolo un gesto muy íntimo.
—Eso debería preguntártelo yo a ti. —Una hermosa sonrisa se forma en sus deliciosos labios haciendo que mi corazón se hinche de alegría.
—Te necesito —susurra con voz queda pudiéndose palpar el ¿miedo? emanar de su voz.
Sacando una especie de valor y seguridad oculta en mi, dado que me pongo nerviosa y tímida hasta para saludar, beso suavemente su mejilla y susurró en su oído:
—No pienso irme a ningún lado...
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Susurros de Amor... y del corazón
Fiksi PenggemarHay situaciones que escapan completamente de nuestras manos, en la que no podemos hacer nada y solo debemos esperar, ¿pero que ocurre cuando la espera se vuelve larga e indefinida? ¿En dónde tienes que luchar contra el miedo constante que sientes al...