3.

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Los tres me miraban fijamente y yo también, pero algo asustada por los ojos fijos en mi, más los de Jaemin, sentía que su vista sobre mi ardía, quemaba. Lograban asustarme bastante.
Mark habló cortando mi transe de pensamientos locos.

— ¡Oye, Heeminie! -me llamo por mí apodo y me sorprendí.

— ¿Desde cuando me llamas así? Y.. ¿Qué rayos quieres?

— ¿Me das una tostada? -Sonreía al igual que Donghyuck, pero Jaemin no.

— Agh.. -Rodé los ojos y me acerqué a él para darle una- ¿Ya? ¿Feliz?

— Bastante, no sabes cuanto -volvió a sonreír y luego miró a Jaemin casi riendo.

Caminé hasta el patio y me senté en una de las sillas de ahí colocando el desayuno que llevaba en la mesa, hacía un poco de frío, pero aún así yo estaba tranquila. Me había quedado pensando toda la tarde mientras escribía en mi diario, poco a poco las hojas se habían llenado de letras y mi taza de leche se había vaciado, al igual que el plato de tostadas.
Cuando ya no escuché más ruidos que los de mis propios pasos entre para lavar las cosas que había dejado allí, no me había fijado, pero estuve mucho tiempo ahí fuera en pijama, realmente mucho.
Subí las escaleras intentando no hacer mucho ruido porque como era obvio los chicos estaban con Jaemin en su habitación y no era mi plan que ellos siguieran hablándome, preferiría que no me molesten al menos hasta volver a la escuela.
Me quedé hablando con Jeeny y Chenle, ella me explicaba como iba a ser mañana ¿Qué era al siguiente día? Mi cumpleaños, ella estaba organizando cada cosa que quería hacer conmigo en  un tranquilo domingo donde cumplo años. Nunca hice nada especial así que era extraño salir, pero era cómodo que no hagan una super fiesta loca, no era nada de mi gusto.

Mi ventana ya se mostraba oscura de repente y supe que debía dormir sino de ningún modo podría levantarme temprano al otro día y Jeeny querría matarme porque toda su organización se iría a la basura por mi culpa.
Cerré los ojos y como si no hubiera dormido nada desperté, pero fue a causa de que sentía algo pesado sobre mi, mejor dicho alguien.
El sol era radiante desde mi ventana, no quería pero, abrí mis ojos lentamente y vi a ¿Jaemin sobre mi?

— ¡Hasta que despiertas!

— ¿Qué te pasa? ¡Bájate, idiota! -los intenté empujar aún un poco dormida y con mis delgados brazos.

— Ay, pequeña Heeminie.. -dijo mi a apodo y me molestó bastante- Yo solo vine a decirte.. ¡Que cada año estás más fea y más tonta! -hizo un corazón sus manos.

— Agh.. ¡Eres estúpido, bájate!

Él se fue tranquilo después de de estar satisfecho con molestarme, quería que yo pase un cumpleaños miserable como otros, pero este año no, sino tendría que poner manos a la obra para una venganza.
Logré desperezarme y dejar el enojo atrás -no dejé lo de la venganza de lado- Empecé a mirar los mensajes de Jeeny en mi celular, que hacían que comience a vibrar a lo loco, obligándome a ver sus múltiples mensajes enviados.

Jeeny🌹: ¿Ya estás levantada?

Te paso a buscar en una hora, si no estás vestida te saco de tu casa en piyama.

Heeminie🌱: Ya me levanté..

Jeeny🌹: Muy bien, ¡ahora apúrate!

Heeminie🌱: ¡Ya!

Me levanté corriendo hasta donde había dejado mi ropa, siquiera me había maquillado, solo me vestí e intenté peinarme, eso era lo bueno de lo pelo corto, los intentos eran satisfactorio al tener el pelo de esa manera.
B

Odiarte es poco | Na Jaemin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora