Odiarte es poco | Na Jaemin.

48.

Mi casa se veía más grande de lo que recordaba, mi cama se sentía mucho más cómoda y nunca en mi vida había visto a mi familia tan contenta de verme.

Me había librado de la escuela, las vacaciones iniciaban, todo se abría a un nuevo año, donde todo cambiaría.

Es hora de crecer y transformarme en lo que yo quiero.

Dejaré todo atrás, sonará cobarde, pero quiero iniciar de nuevo.

Fotografa profesional, eso estudiaré.

Mi carrera ya está elegida, buscaré la mejor universidad, la que me dé herramientas para lograr mi objetivo.

Pondré todas mis ganas en el estudio.

Me levanté descalza de mi escritorio, donde estaba escribiendo lo antes dicho en una libreta.
Salí de mi habitación y me dirigí al baño.

Iba a ducharme.

Me desvestí, estiré mis brazos y prendí la ducha.

El sonido de esta hermosa lluvia artificial me tranquilizaba mucho.

Era una mañana muy linda, silenciosa, solo los pájaros se escuchaban cantar.

Coloque el shampoo.

La luz del sol entraba por la pequeña ventana de ventilación y estaba cálido, me relajaba aún más.

Enjuague el shampoo y coloque acondicionador.

[...]

Un baño relajante en una mañana perfecta.

Para ser la primeras 2 semanas de vacaciones fue muy tranquilo.

Cuando volví del viaje a Daegu, Mark y Fátima hablaron de sus padres.

Se llevaron una buena reñida.
Ambos estuvieron en grandes problemas.
Ya es tarde para arrepentimientos.

Renjun y Anya andan de novios, o eso todos sospechamos.

No sé porque lo ocultan, tal vez Anya no quiere que se sepa.

Haechan habla poco, ya no tiene su brillo habitual.

Está callado, triste y ya no bromea como antes.

Jaemin​ ya dejó de insistir con el tema, pero no significa que ya no me habla, me sigue sonriendo como siempre.

Jeno y yo empezamos a hablar, chateamos, pero nada especial, nuestras charlas son muy normales.

-Hola
+Hola
-¿Como estás?
+Bien, ¿y tú?
-Muy bien

Y cosas así.

Lo más largo que hemos hablado fue sobre la escuela de artes en Daegu.

Me senté en una silla y suspiré poniendome unas zapatillas.

El sol me daba de frente y soltaba mucha calidez, la paz me inundaba.

Esperaba con ansias el fin de este verano, por primera vez quería que termine mis vacaciones.

Peiné mi cabello con los dedos.

Debería dejarme crecer el cabello, lo he tenido bastante tiempo corto.

Volví a soltar un sonoro suspiro al ver como Jaemin se posicionaba frente a mi.

Jaemin: Vinieron los chicos, están pidiendo por ti.

Sin soltar palabra me levanté y asentí.

La puerta estaba abierta indicándome que me esperaban afuera.
Fui seguida por Jaemin.

Sinceramente no quería salir de mi casa, pero bueno, son mis amigos.

Anya estaba mirando al frente y no quería hablar con nadie, ni con su querido hermano o siquiera con su mejor amiga, Fati.

Algo estaba pasando, pero yo misma decidí que este ambiente no era el nuestro, ¿La diversión, las charlas y la locura? Eso tiene que volver al menos por última vez.

Vi él parque extrañamente vacío de niños.

Corrí hacia allí gritando tal como una niña pequeña y me subí al tobogán.

La atención de todos estaba puesta sobre mi.

Al cabo de un rato todos estaban conmigo por fin esbozando una gran sonrisa y soltando carcajadas.
Chistes y charlas, juegos y diversión, había vuelto nuestra locura habitual, nuestro brillo, en pocas palabras nuestra amistad.

"La unidad hace la fuerza".
Juntos a todos nos volvió la confianza, y se fue la tristeza.

Al volver a casa solo estaba con Jaemin.

Las calles estaban vacías de gente, los negocios cerraban y la luz del sol empezaba a escasear.

Después de unas cuantas calles en silenció por fin llegamos a mi gran casa, la extrañaré bastante cuando me vaya, pasé toda mi infancia aquí.

Me encontré con mi madre sentada en un sillón individual, sus lentes a la altura de la nariz y con un libro en sus manos.
Leía, es raro no verla con papeles y trabajando.

Me arrodillé cerca de ella y le sonreí, Jaemin solo se inclinó un poco haciendo una reverencia, soltó un pequeño "hola" de sus labios y se fue.

Observé cómo subió las escaleras para asegurarme que ya se fue.

Y ahí solté mi deseo a mi madre.

Le disgustó bastante mi idea.

Pero cedió, porque nunca esta para mi, entonces quiere cumplir mi deseo.

En cuanto termine el verano -o un poco antes- me mudaría a Daegu.

Ya tenía todo planeado, ya hasta un pequeño departamento conseguí.

Con tan solo 16 años viviría sola, pero no me importaba, toda mi vida había lidiado con estar alejada de mis padres.

Lo que más me dolía.. era no escuchar a Jaemin y no ver su sonrisa.

Esa sonrisa todas las mañanas, acompañado de un "Buenos días, Jeon" con esa suave voz.

O cada vez que me preguntaba si había terminado la tarea.

Las peleas absurdas que terminan en carcajadas.

Hasta voy a extrañar mis latidos acelerados cuando él se presentaba frente a mi.

Voy a explotar.

👑🔥👑🔥👑🔥👑🔥👑🔥👑🔥

HOLIGSJWHWJW

ah, por fin actualice.

Se va a terminar la vaina, pero no se preocupen.

Tengo más cosas para ustedes •u•

👑Lannie👑