La casa era hermosa. Era preciosa, en serio. En realidad, era más bonita que la casa anterior. Más grande. Sí, pero hablando de eso, dónde estabamos. Mierda, este lugar era totalmente desconocido para mi, en serio. Qué era esto? Habría aquí una tienda? Bien, no quería pensar mucho en eso. Lo que más me preocupaba era el hecho de que mañana debería empezar las clases en un lugar donde no conocía a nadie. Era horrible. En mi otra escuela, no tenía muchos amigos. O mejor dicho, no tenía. No es que fuera una chica anti-social, o poco simpática, es sólo que en esa escuela eran todos muy materialistas. No les importaba la verdadera amistad, solo lo popular que los hiciera. Y así no era yo, lo siento.
Espero que en está escuela no sean de la misma forma, no lo soportaría, lo odiaba.
Recorrí las habitaciones y decidí cual sería la mía. La más cerca del baño y con mejor ventana. Cam se las arreglaría.
Estuve todo el día desempacando todo, y ordenando lo mejor posible. No me gusta ser ordenada, pero sí me gusta tener mis cosas a mano.
En el momento en que termine me di cuenta en que era la hora de la cena. Tanto tarde? Bien, como sea.
Baje a cenar, ya que mi mamá gritaba, como siempre, desde abajo.
-Bien, Lindsay, estás nerviosa por mañana?- En realidad, si lo estaba. Pero no iba a decir eso, no era idiota. Sabía que se preocuparía y ni quiero eso.
-No mamá. Todo bien con mañana. Tú, Cam? Estarás trabajando? No, por supuesto que no. Qué harás entonces? Buscar tu novia de la semana?- Sí, me gustaba reírme de él.
-Lindsay, sabes? Eso es exactamente lo que voy a hacer. Y tú irás a estudiar, no es así?
-Ire a hacer lo que tú deberías.
-Muchachos. - Interrumpió mamá -Dejen de pelear, sí? Pueden?
-Sí, es sólo que Lin me envidia, por no poder hacer lo mismo y tener que ir a estudiar. Pero, oye, ya pasará sí? Ya serás grande.- Bien, hasta acá llegue.
-Y quién dijo que no podía hacer lo mismo que tú en el colegio?- Já, ahí tienes. Y sí, él gruño.
-No lo haras porque te llevare y te traere ni bien terminen las clases.- Sonrió. Idiota.
ESTÁS LEYENDO
Sobre todo, mía.
RomanceÉl era un chico respetado, eso se notaba. Pero también era un mujeriego. Tenía a todo el colegio atrás, y sí era hermoso, pero peligroso y sabía que era mejor mantenerse alejada, o por lo menos intentarlo.