capitulo 8

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Mis ojos no sabían donde enfocarse; En Diego con la cartera de Beth o en la rubia ardiente, hey soy un hombre y aunque esa rubia no era precisamente mi tipo, era esa típica chica 90-60-90 con la cual todos los hombres soñamos una vez cuando éramos niños precoces de 12 años masturbando nos con la revista de lencería de mamá o con la revista barata de porno en la cual habíamos gastado nuestras mesadas.

Después de divagar tanto en mis pensamientos y volver a la realidad me percate que ya no había marcha atrás puesto que Diego ya había notado mi presencia y se encontraba mirándome, con su mirada me hacia entender que yo debía ser el que se acercara a saludarlo, al no tener mas opción decido ir a saludarlo con el mayor de los gustos ya que si bien era confusa la situación de mi amiga Beth tampoco podía descartar que Diego era uno de mis clientes por lo tanto también era necesario que se llevara una buena referencia mía para que asi me recomendara a sus contactos en trabajos futuros, que puedo decir soy una persona muy ambiciosa.

- Que tal señor Barrueco - Le extiendo mi mano a lo cual seguidamente recibo un fuerte apretón de su parte - es un enorme placer encontrármelo, ¿Como se encuentra?.

- Excelente Señor Diamond, disculpe pero preferiría dejar las formalidades y me llamara Diego asi como yo usted lo llamaría Jay.

- Por supuesto señor Barrue... Disculpe me, reiteró claro Diego me parece excelente - Por lo visto esta persona sera fácil de llevar, sin embargo no puedo dejar de tener cuidado con él.

- Me encantaría seguir con nuestra charla Jay  sin embargo me parece grosero seguir dejando a mi compañera observarnos hablar, tal vez continuaremos nuestra charla en otra ocasión. Fue un gusto haberlo encontrado.

- Igualmente Diego el placer fue mío - Ya estaba por marcharme cuando mi vista se vuelve a la razón original de mi llegada acá, la cartera de Beth, no podía haber llegado aquí y quedarme con mi cometido a medias asi no era Jay  Diamond, sin opciones decido volver a interrumpir a Diego antes de despedirnos.

- Hey Diego antes de marcharme, me parece que tiene algo que le pertenece a una amiga mía - El primero se encuentra confundido para después desviar su mirada hacia la cartera de mi amiga.

- Oh ¿la fotógrafa? - Dice este en un tono que no logró descifrar pero no me da buena espina.

- Si ella misma su nombre es Elizabeth, ¿le importaría darme su cartera para que yo se la regrese? - Contestó como si no hubiera notado su dudoso cambio al mencionar a Beth.

- ¿Seguro? Pensaba devolvérsela en nuestro próximo encuentro.

- No se preocupe Señor Barrueco  yo me dirijo a su casa en este instante asi que es mas sencillo si yo se la entrego -Aunque anteriormente lo llame Señor Barrueco tantas veces odio las formalidades por eso me había agradado que el me hubiera sugerido dejar estas, sin embargo en este momento era necesario pues no lo veía con la intensión de entregarme ma cartera de Elizabeth.

Cuando al fin accedió yo me retire rápidamente al despedirme de él y su compañía, me encontraba ya de camino para la casa de Beth donde de seguro la encontraría dormida o viendo algún episodio de una de sus series. Como se encontraba hoy pensaría que seria más la primera.

Hola mis queridos lectores, disculpen la inactividad, hemos estado algo ocupadas, sin embargo queremos que ustedes tengan siempre lo mejor ¿que les pareció el cap? ¿Como creen que sera la relación de estos dos? 7w7... ¿La rubia ardiente era solo un personaje extra o seguirá apareciendo en nuestra historia?.
Dejen sus comentarios.
Saludos: Susan ^.^

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⏰ Última actualización: Mar 05, 2017 ⏰

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