La casa de brujas

La peor sed, se colma con sangre

Se escuchó una risa que inundó por completo toda la estancia, pero poco a poco esta desapareció dejándolos en completo silencio. Valentina sentía una sensación extraña dentro de ella, no entendía que era lo que se removía dentro de su ser.

- Tenemos que irnos- Sentenció Chris.

Entre él y Valentina cogieron a Yuri quien apenas era capaz de mantenerse en pie y caminar. Se dirigieron a la única puerta que tenía la habitación. Chris no paraba de pensar que todo aquello era una trampa. La puerta perfectamente colocada para salir e ir directos a la boca del lobo, pensaba a cada paso que daban.

Abrieron la puerta, y para su sorpresa, un gigantesco bosque se alzaba frente a ellos.

- Esto es...- Murmuró confusa Valentina.

- El bosque de Etisse- Dijo Yuri terminando la frase.

Caminaron lentamente entre los altos árboles que parecían rascar el cielo. Los recuerdos se agolpaban en la mente de Valentina. Recordaba cómo había corrido a través de ese mismo bosque para huir de Yuri. Y ahora, ahora estaba realmente feliz de haberlo encontrado sano y salvo.

- No puedo más- Susurró Yuri cayendo de rodillas contra el suelo.

- Podemos parar un rato, ya estamos suficientemente lejos- Dijo firmemente Chris.

Valentina acomodó a Yuri en el pie de un árbol. Su rostro parecía enfermo y ceniciento, pero no retiraba su sonrisa ni en un solo momento. Tener a Valentina tan cerca se convertía en su única medicina. Con los brazos carentes de fuerza levantó su mano y con cuidado acarició la mejilla de Valentina. Ella posó su mano sobre la suya y lo miró con total dulzura.

- No sé qué habría echo si te hubiera perdido- Murmuró rozando la mejilla contra su mano.

- Ese pensamiento también lo he tenido yo- Rio débilmente- Estamos en todo esto por ese mismo pensamiento.

Mientras tanto, Chris daba vueltas nervioso y enfadado cerca de ellos. Estaba molesto. Apenas había conseguido que Valentina lo recordara y había tenido que aparecer él. Siempre tenía que aparecer él. Al fin y al cabo, él había sido su prometido, era con él con quien se iba a casar y pese al paso del tiempo los sentimientos de Valentina no debían haber variado mucho. Los de Chris tampoco lo había hecho, y la sensación de que en todo eso era la pieza sobrante no parecía desaparecer.

- Habría que continuar ¿No creéis?

- Yuri todavía está muy débil para continuar, quizás debamos pasar la noche aquí.

- ¿Qué clase de estupidez es esa? - Espetó malhumorado Chris- No pienso quedarme aquí para que esa dichosa bruja tenga más fácil el acaba con nosotros.

- Pero no podemos continuar Chris. Yuri apenas puede caminar- Dijo angustiada Valentina.

- ¡¡Y a mí eso que más me da!!- gritó desesperado.

Valentina quedó perpleja ante lo que Chris había dicho. Se levantó y se acercó a él.

- ¿Qué te pasa, Chris? - Dijo apoyando suavemente la mano en su hombro.

- ¿Enserio te preguntas que me pasa Valentina? - Contestó con tono sarcástico- Al parecer olvidas que ya no soy más tu sirviente, no tengo que seguir tus órdenes.

- Yo no te estoy ordenando nada- Valentina se encontraba dolida por lo que decía- Simplemente no podemos dejar a Yuri atrás. ¿Qué clase de persona haría algo así?