Parte de ella

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Chris no pudo evitar tener un sentimiento de culpa, al fin y al cabo, que Yuri se encontrara en aquella situación había sido en parte culpa suya. Deseaba con tantas fuerzas recuperar a Valentina que junto con Odonai, había hecho tratos con el diablo.

- Bruja- susurró Yuri con la boca llena sangre- Si lo que quieres es matarme, hazlo de una vez.

- ¿Matarte, mi amor? - rio la bruja- ¿Por qué querría hacerte yo eso? Eres el amor de mi vida, nunca te haría eso Yuri.

El corazón de Valentina se paró en cuanto escuchó aquel nombre, se tapó con las manos la boca y sus lágrimas comenzaron a brotar. Aquel joven tirado como un muñeco de trapo sin vida sobre aquella camilla era Yuri. Sus ojos estaban inyectados en sangre y en su mirada se podía ver la más pura desesperación.

Valentina se levantó precipitadamente del suelo, no podía continuar mirando aquella imagen.

- Tenemos que ayudarlo- dijo con un suspiro apenas audible. Sus manos se movían aceleradamente de un lado para otro- ¡Tenemos que ayudarlo! - gritó esta vez viendo que Chris no la escuchaba.

- No podemos hacer nada. Debemos salir de aquí cuanto antes- Parecía nervioso. Miraba hacia todas las direcciones en busca de una salida.

Un grito desgarrador volvió a inundar el ambiente. Valentina no pudo mirar hacia abajo, sabía que no podría aguantar ver todo el sufrimiento por el que estaba pasando Yuri. Tenía una sensación horrible dentro del cuerpo. ¿Acaso era tan frágil como para decidir obviar el dolor de Yuri en lugar de sufrirlo junto a él? Miró a sus pies, y ahí continuaba con unos hilillos de sangre saliendo por las comisuras de su boca, con los ojos en blanco, mirando hacia el cielo, pero sin percatarse de la presencia de nadie cercano.

- Haz lo que quieras, yo voy a ayudarlo- dijo firmemente Valentina.

Un remolino de sentimientos llenaba su corazón. Por una parte, se sentía enfurecida con Chris, quien trataba de buscar una salida desesperadamente. Él quería salvarla a ella, sacarla de aquel monstruoso lugar, pero parecía no entender que ella no era capaz de dejar a Yuri.

- Valentina, sé que quieres sacarlo de aquí, pero no podemos- dijo suplicante- Nosotros dos no podemos enfrentarnos a ella, sería un suicidio.

- ¿Qué pretendes que hagamos entonces?

- Salir de aquí, cuanto antes. Está demasiado entretenida como para haberse percatado de nuestra llegada.

Valentina bajó la mirada sin saber que hacer exactamente, Chris asintió con seguridad, él sabía a la perfección que esa era la mejor opción. Agarró la mano de Valentina, de ese modo tenía la sensación de que no la volvería a perder. Su simple contacto lo hacía sentir mejor, deseaba con todas sus fuerzas tenerla entre sus brazos y no soltarla nunca, pero en aquel momento lo que debía hacer era salvarla. Salvarla de lo que aquella bruja quisiera hacerla, y salvarla del momento en que descubriera la identidad tras aquel monstruo.

La habitación continuaba sellada a cal y canto. Chris tenía la convicción de que debía haber algún tipo de mecanismo que abriera una salida, pero ya era la segunda vez que revisaban por completo la estancia, y nada como aquello parecía existir. La mano de Valentina comenzaba a cerrarse cada vez más. En su rostro se podía ver el nerviosismo y la frustración, que con cada grito que salía de la garganta de Yuri, aumentaba.

De repente una estridente risa se unió a la sinfonía de chillidos. Era una risa que Chris ya conocía, en otras ocasiones le había parecido dulce y melodiosa, pero en ese momento sonaba malévola.

La casa de brujasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora