reencuentro.

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Los primeros rayos de sol se asomaban por las montañas, por fin amanecía, la angustiosa noche al fin nos dejaba por un par de horas, fue eterna, poco descansamos, menos dormimos, el frio era duro incluso con ropa seca, comimos las golosinas que nos quedaban, tomamos agua cocida que habíamos sacado del río. Llame por ultima vez a mi familia y sin respuestas partimos hacia Talca.
Mientras conduciamos por el centro de Linares buscando la salida mas cercana a la carretera, todo parecia mas en calma, aunque ahora con luz, podiamos ver la destrucción que habia quedado en los ultimos dias, casi no habian personas en las calles, y las que habian o eran muertos o eran de esas personas enfermas, aunque ya no eran violentas, mas bien estaban en reposo, paradas ahi en medio de la calle, con la mirada totalmente perdida, gruñendo la mayor parte del tiempo, algunas muy malheridas, pero como si eso no les importara. Eran verdaderos zombies como los de mis videojuegos que tanto jugaba, era lo mas parecido. Belén me tomo del hombro y me llamó "nano" como me dicen mis amigos.

- conduce despacio no lastimes ni arrolles a esas personas, no sabemos que son, si aún siguen ahí, sin control, si es temporal o es como la rabia de los perros.

-sin palabra alguna, asentí con la cabeza y conduje esquivandolos a todos. Se sentia tristeza, angustia, pena en el aire, en cada uno de nosotros, casi ni hablabamos.
Logré llegar a la carretera sur y partimos nuestro viaje al reencuentro con nuestro amigo después de años. En el transcurso de una hora de viaje me percaté que faltaría combustible, me dirigí y pare en la primera bencinera que vi. Habían dos autos abandonados y un bus volcado.
Uno de los autos tenia a una persona, o lo que quedaba de ella adentro, la habían devorado. De la cintura para arriba era casi solo huesos y poca carne entre ellos, pero lo mas aterrador de todo, es que se movia y gruñia, como si fuera un juguete a control remoto. Seguía con el cinturón de seguridad puesto lo que le impedía atacarnos.
-ya no son personas belén, no están enfermos. Son monstruos, eso es lo que son.

-comento muy seguro alejandro.

- queria pensar eso, me da mucha pena ver a las personas asi, y sus familias?!
-Comento belén muy afectada.

-No vale la pena pensar en eso, es una enfermedad mas, la mas peligrosa que he visto, solo tengamos cuidado por donde caminemos, con quién hablemos y que comemos, pero no pienses mas en eso porque solo te harás daño tu misma, le dije mientras la tomaba de los hombros y la sujetaba fuerte.
Ale, vamos dejemos a las chicas aquí y vayamos a ver si podemos sacar combustible y algo de comer ahí en la estación de servicio.

- vamos entonces.

-Logramos llenar el estanque a 3/4 partes de su capacidad porque se acabo rápidamente, probablemente otros ya habían pasado por aquí.
Con los mismos bidones que vendían aquí, le sacamos el combustible a los autos que quedaban y llenamos dos, los guardamos en la maleta del jeep, tomamos nuestros fierros y fuimos a la estación de servicio.
Estaba cerrada con una delgada cadena de bicicleta y dentro habían dos de esas cosas que alguien dejo encerradas ahí. Podíamos verlos desde los ventanales. Iba a ser primera vez que me enfrentaría directamente a  los "infectados" como los llamó Belén.
Ya hombre, hagamos esto por las chicas, un golpe fuerte y certero en el cráneo. Me dijo Alejandro muy decidido.

-estoy contigo le conteste. Tome el fierro un poco oxidado que había guardado con la mano izquierda y con la derecha tome una roca para golpear el pequeño candado que se rompió casi sin esfuerzo. Los infectados escucharon el golpe y caminaron hacia nosotros. Abrimos las puertas y nos hicimos hacia atrás para tener una mejor posición. Ellos caminaron de forma mas bien lenta hacia nosotros y los dos se fueron contra mi lo que le dio mas tiempo a alejandro de golpear a uno tirandolo al piso estático, y tomó al segundo de los brazos, yo aproveche y lo golpee con todas mis fuerzas sintiendo el cráneo romperse, lo cual me produjo muchas sensaciones en mi, mas bien negativas, me sentía culpable, las manos me tiritaban un poco pero era porque nunca antes golpee a nadie con un fierro en la cabeza. Sin dejar que nos afectara mas, abrimos nuestras mochilas y entramos a tomar lo que pudiéramos. No habían muchas cosas producto a saqueos anteriores, pero esos infectados hicieron que los demás se fueran antes de que todo quedara vacío.
Alejandro guardó barras de cereal dieteticas, botellas de bebida, ya que botellas con agua no quedaban obviamente, muchos paquetes de galletas que yacían en el suelo y una bolsa de pan integral que quedó.
Yo por mi lado guarde, chocolates en barra que aun quedaban algunos, chicles, bolsas de café granulado, papas fritas y todas las cajas de cigarrillos que quedaban en el estante.
Volvimos rápido al jeep para continuar lo que restaba de viaje. Avanzábamos metros, kilómetros y ni rastro de otro ser humano por las calles. ¿será que estaban todos muertos?.
Yo iba muy concentrado cuando Belén me dice que la siguiente salida era para entrar a Talca. Podíamos ver desde la ventana ese supermercado del que hablaba mi amigo. En frente a "La granja", habia un pequeño edificio de 4 pisos.

-es mejor quedarnos en ese edificio a esperar que en el supermercado, es mas seguro, agregó alejandro, por lo cual aceptamos todos. Dejamos la fiel caja escondida entre otros autos en mal estado y entramos primero con alejandro por si aparecía algún infectado, nadie apareció, el edificio estaba abandonado, lo cual fue satisfactorio para poder tomar aire y descansar unos minutos, que se convirtieron en dos horas hasta que sonó mi celular.
.-aloo hernán? Ya estamos llegando, nos faltan 500 metros, vamos en una camioneta blanca con unas frases a los lados, dicen "vida sana", es la camioneta que nos provee las frutas y verduras que usamos para cocinar en el hotel, la tome prestada, jajaja, dijo esteban muy contento.

- con quien vienes?, pregunte.

- vengo con ayleen, la recuerdas? Mi novia que te cae mal, y tres amigos; Michael, (amigo de la escuela), Luis y Matias, este ultimo es primo de Ayleen y un buen amigo, por otro lado, mi familia no tubo tanta suerte como yo, asique dejo Temuco atrás y con ello todo lo malo, ojala nunca volver.
-Comentó esteban con un tono mas triste. Le conteste que no se afligiera, se me cortó la llamada de pronto, la señal empezó a fallarme, quizás las señales telefónicas ya estaban cortandose producto de este alboroto nacional, y espero sea nacional, porque si fuera mundial, estaríamos perdidos.
A los 5 minutos de hablar con Esteban, se escucha a lo lejos el sonido de la camioneta entrar al estacionamiento del supermercado, de las piedras que levantaban las ruedas y de la forma brusca que frenó la camioneta, forma en la que siempre manejaba bamban.
El primero en bajar fue este mismo, lo siguió Michael, lo deduje porque era a quien no conocia del grupo. Le silvé desde la ventana donde me encontraba y fui el único en ir al reencuentro.
Sonreímos de lejos a pesar de todas las desgracias. Era mi amigo y me daba gusto verlo, lo mismo el, nos dimos un abrazo fuerte y fue un desahogo grande, le conté lo vivido por mi parte y quienes eran mis acompañantes, lo mismo el. Me presentó a su amigo y salude a los demás.
Después de unos minutos, entramos todos al edificio, comimos galletas y bebidas, frutas que trajo Ayleen y planeamos que íbamos a hacer.

-deberíamos quedarnos aca en el sur, es menos poblado y mas seguro.

-argumentó Ayleen.

-es una buena idea si, pero tenemos que ir a ver a nuestras familias, nuestras casas, saber que pasó.

- acotó Belén.

-esta bien, entonces que hacemos? Me pregunto Esteban mientras todos giraban la mirada hacia mi.
Vayamos a santiago, vayamos a ver a nuestras familias y allá pensamos que hacemos. Como si yo fuera una especie de líder, todos aceptaron mi idea. Tomamos nuestras cosas, el primero en salir fue Michael, quien se ocuparía de vigilar los alrededores.
Todos lo seguimos, ibamos saliendo del edificio cuando del techo cae un infectado tumbando a Michael, logro tirarlo al piso y este infectado cayendo encima de el por su espalda consiguió morderlo  en su hombro derecho. Gritamos todos del susto, tomamos al infectado que gruñia de forma alocada, este era distinto al resto, tenia espuma y sangre en la boca, también se había arrancado sus labios y tenia los globos oculares de un tono amarillo claro, y se movía muy violentamente. Lo tiramos lejos de Michael y lo golpeamos entre todos con nuestros fierros pero al parecer sin hacerle daño, logró pararse cosa que era imposible de un  ser humano, yo le di un golpe certero en la cabeza y cayó como por arte de magia.

-al parecer ese es su punto débil, la cabeza, dijo agitadamente Alejandro, con quien habíamos matado a dos de ellos.

- así es les dije a todos, desde ahora solo golpes a la cabeza.
Volvimos a ver al herido quién ya estaba en pie siendo atendido por las chicas. Sangraba un poco, la mordida no fue profunda pero logro romperle la piel, lo curamos con una polera que teníamos guardada en las mochilas y lo limpiamos con alcohol que traía Belén en su bolso de maquillaje.
Les dije que lo subieran a la camioneta de Esteban, todos se subieron.
- Hey bamban, ale!! Los llame en silencio, tengan cuidado con Michael, puede que se infecte y se transforme en esas cosas.

- en cuanto tiempo?.

- no lo se, le conteste a los chicos. Nos subimos y partimos a santiago.

A Nuestra ManeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora