Mamá Tengo Hambre

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Baje corriendo las escaleras ese día, sabía que mi mamá le gustaba hacer desayunos especiales los sábados y me ponía muy contento, al bajar yo siempre gritaba "Mamá tengo Hambre" y al llegar a la cocina, ella no está y voy a buscarla a su habitación y no estaba así que fui donde mi hermano y él sigue durmiendo y no se como despertarlo, iba donde la habitación de mi hermana pero ella esta trabajando, asi que volvi a bajar.

Todo se oye muy tranquilo y el sol ilumina todo el costado principal y el calor entra, me reconforta mucho y ver como el polvo se mueve en los ases de luz que entran por las ventanas y uno de ellos llega a la mesa del comedor y mi plato está servido junto a un vaso vacío y la oigo tararear en la sala y al llegar no hay nadie.

Algo me decía que algo estaba mal y aun no entendía qué ocurría y una curiosidad me invadió y al mirar por la ventana, ese algo se quebró en mí y con un llanto no paraba, solo oía la paz y el caos a lo lejos, sentado en el piso del living, mirando la estática del del televisor, más pronto de lo que pensaba se hizo de noche y asumi que nadie me ayudara. Ahora preparado con mi mochila y mi martillo supe que solo debía salir de ahí.

Pase por entre los cadáveres de mi Mamá y mi Hermano en la entrada, no los quise mirar mucho tiempo y avance hacia las casas de mis conocidos en el barrio y encontré a mi amiga Amalia malherida en la entrada de su casa llena de sangre con una mirada vacía y perdida. Quise ayudarla pero al verla mas cerca, ella me ataco y me arranco un pedazo de mi brazo.

Varios días con la infección y con mi amiga muerta en el proceso, al igual que todo lo que conocí, además que ya que no encuentro a nadie que me ayude, ahora solo me queda ir a dormir y que esas cosas no me maten, es la única forma que mi bracito y mi cabeza no me duelan tanto y no veo ningun doctor y solo quiero llorar. Quiero a mi mamá, quiero abrazarla y que me abrace, ella es mágica y con un solo beso de buenas noches me sentía mejor. Ahora no está ni ella ni nadie. Solo el sonido de los monstruos que se acercan.


Unos extraños con trajes y grandes armas rodean el sector hasta que una joven en el grupo ve a un niño recostado en una pared y con un papel en la mano y la otra envuelta en una pequeña manta ensangrentada y con pus. La joven ve si el niño está bien y recoge la carta del niño.

Soy SimóN y tengo 8 años, neSesito un doctor, mi a miga me MOr dió, pero no quizo acerlO, se que no, mi MAMÁ se fue y esTOY solito, porfaBor Alluda. 

La joven sabía lo que había que hacer y el niño no termina de despertar y a lo lejos una horda de muertos oye el disparo y aviso que aun queda algo que valga la pena. La joven rompe en llanto y el otro soldado le avisa que tienen que irse ahora y ella dice para sí, Adiós Hermanito, corre con los demás a la patrulla y dejan la ciudad.

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