Capítulo 3

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N/A: Existe una remota posibilidad en la que en algún capítulo (por no decir varios...) no escriba notas de autora, no porque no me apetezca; a veces es porque no se me ocurre nada nuevo. Espero que disfrutéis del capítulo, gracias por los votos, comentarios....

Kate busca nueva información, alguna pista de la muerte de sus padres pero es en vano, como los quinientos intentos anteriores; todos nulos. Su amigo Javier que trabaja en la policía le ha ayudado pero incluso él tiene que respetar unas normas.

Es una idiotez intentar dormir, no puede conciliar el sueño, últimamente no descansa adecuadamente, en unos días unas ojeras se formarán bajo sus ojos y debe evitarlo antes de su próxima sesión.

La terapeuta busca un archivo en concreto, el del paciente más reciente; Richard Castle aparece en cursiva en su carpeta. Quizás encuentre el motivo que le lleva a ese escritor a comportarse de forma tan asquerosa y arrogante.

Mientras tanto, no muy lejos de allí...

Los orgasmos de la chica retumban por toda la habitación, Castle acelera las embestidas mientras saborea los pezones de la joven que le araña la espalda y lo atrae hacia ella con las piernas.

- ¡Oh Dios!- exclaman ambos antes de terminar.- Ha sido increíble.- comenta ella recuperando poco a poco la respiración.

- Bueno, me prometí no decepcionar a mis fans, puedes ducharte si quieres antes de marcharte.- la expresión de la chica cambia por completo, ha pasado de estar eufórica a sorprendida.

- ¿No vamos a dormir juntos?

- Cielo, nunca duermo con mis ligues de una noche, el polvo ha estado más que fantástico, te he hecho un favor; así podrás comentárselo a tus amigas.

- ¡Eres un capullo integral!- exclama ella mientras se levanta con las sábanas y busca su ropa para salir cuanto antes de allí.

Rick ignora los insultos, no es la primera vez que recibe semejante vocabulario, no es nada nuevo que las mujeres que terminan en su cama se despidan de esa forma; ¿qué necesidad de pasar la noche con ellas? Ni siquiera se molesta en recordar sus nombres.

Él antes no era así, si su madre le viese recibiría una buena bofetada pero ya no está así que no importa, jamás volverá y eso, Rick, lo tiene muy presente.

Días más tarde...

Beckett teclea en su ordenador, escucha un poco de música antes de empezar su sesión individual con Richard Castle. El paciente es bastante puntual, lo que sorprende a Kate.

- ¡Buenos días Doctora Beckett! Le he traído café, no sé qué le gusta así que hay variedad.- y es cierto, varios vasos de plástico terminan en una mesita de la sala.

- No tenía por qué haberse molestado Señor Castle, pero gracias.- Kate anhelaba un poco de cafeína, anoche tampoco pegó ojo y ha tenido que disimularlo con maquillaje.

- ¿Me siento aquí?- pregunta el escritor señalando un sillón, ella asiente tras coger un vaso y darle un buen trago.

Ambos permanecen en silencio durante unos intensos minutos, Kate prepara su libreta para apuntar detalles y él no le quita ojo.

- Bueno Señor Castle, ¿por dónde quiere empezar?- él responde con una sonrisa que podría definirse como pícara aunque la terapeuta no lo ve de esa forma.

Mi ángelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora